La Consejería de Medio Ambiente ha confeccionado los catálogos de flora y fauna de ambas zonas como parte del Plan de Ordenación de Recursos Naturales. La Consejería de Medio Ambiente de la Ciudad Autónoma ofreció en la jornada de ayer los primeros datos sobre la redacción del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y de Gestión de las Lugares de Interés Comunitario (LIC) de Melilla. Así, el consejero del área, José Ángel Pérez Calabuig recordó ante los medios de comunicación locales que el proceso de confección se inició en el año 2002, cuando se remitieron al Gobierno central los expedientes para la aceptación del Barranco del Nano y de Aguadú como zonas LIC. Ahondando en esta cuestión, recalcó que durante los últimos nueve años se han producido numerosos avances, y que la Ciudad Autónoma se encuentra actualmente en vías de convertir ambas LIC en Zonas Especiales de Conservación (ZEC), cuyo plazo se agota en julio del año 2012. Para este proceso es necesario, según se estipula en la normativa europea, realizar un inventario sobre la flora y fauna de estos lugares, así como determinar su actual situación de conservación y las medidas de protección contra amenazas. Es en este punto en el que se encuentra la Consejería de Medio Ambiente, que ya ha confeccionado ambos inventarios. Los encargados de ofrecer más datos al respecto fueron dos técnicos de la Ciudad Autónoma, una ingeniera Agrónoma, María Díaz Jiménez y el jefe de la Oficina de Protección de Medio Urbano, Carlos López, quien intervino en sustitución del biólogo José María Martínez Felices. Así pues, Díaz destacó que durante los últimos años se ha estudiado la vida vegetal de las 31 hectáreas que componen el Barranco del Nano mediante su división en veinte parcelas, resultando como especies más comunes el pino carrasco y el alerce africano, muy comunes en el norte de África y en climas áridos. Espacios verdes De igual modo, Díaz señaló que el objetivo propuesto desde la Consejería es que se potencie la regeneración de estas especies y su puesta en valor, con el fin de que en el año 2020 haya un 40% por ciento de superficie ocupada por estas formas de vida vegetal. No obstante, recalcó que en Barranco del Nano también se había detectado especies “espontáneas”, como higueras, eucaliptos y algarrobos, aunque se presencia era mínima. Por último, detalló que hay que regular el ordenamiento de uso jurídico de dichas zonas para evitar actividades como la caza. A continuación, habló ante los medios de comunicación Carlos López, quien detalló las especies animales incluidas en el inventario. De este modo, recalcó la dificultad que había entrañado su catalogación, pues aunque el estudio se hizo por parcelas, fue harto complicado detectar toda la fauna del lugar, siendo la mejor época del año para hacerlo el periodo de apareamiento. Así, detalló que, básicamente, existen tres especies dominantes en el Barranco del Nano; la tortuga mora, el erizo moruno y el camaleón. No obstante, señaló que el informe definitivo no está acabado, pues el estudio continuará abierto hasta el año 2016 aproximadamente. Por último, señaló que con las medidas tomadas sobre el Barranco del Nano y Agudú, Melilla normalizará 200 hectáreas de su territorio, entre el 15% y el 20% de su superficie total. De este modo, si las expectativas se cumplen, la Ciudad Autónoma entrará en la media nacional el año que viene. La Ciudad Autónoma lleva inmersa en el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales desde el año 2002, según preciso el consejero de Medio Ambiente, quien recordó que todo se inició con el traslado de expedientes al Ministerio para la aceptación como zonas LIC del Barranco del Nano y los Acantilados de Aguadú, la cual vio luz verde por parte del Gobierno central. Cuatro años más tarde, la Comisión Europea hizo lo propio, quedando ambas zonas integradas en la Red Natura 2000 de la UE. Desde este momento, Melilla se afanó en cumplir las directrices de Europea para convertir en el plazo máximo de seis años, las dos LIC en ZEC. Algunas de las medidas que se han tomado hasta la fecha para alcanzar este objetivo han sido, además de la redacción de los inventarios de flora y fauna, la creación de infraestructuras para la conservación de dichas zonas y su apertura al público. Así, gracias a la firma de un convenio de colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino (MARM) por importe de 2,4 millones de euros, se procedió a la restauración del paisaje del Pantano de las Adelfas, una actuación que supuso un desembolso de 678.000 de euros. Además, también se pudo abrir al público el cauce del Río Nano, gracias a una inversión de 324.000 euros y la creación de un Centro de Interpretación por 397.000 euros. Por otro lado, apuntó que la Ciudad Autónoma se ha dirigido a la Dirección General de Costas para la cesión de la zona marítima de la LIC de Agudú para su estudio, cuya flora y fauna aún no ha sido catalogada por parte de los técnicos de la Consejería. En este sentido, Pérez Calabuig señaló que todavía no han recibido respuesta por parte de la Administración central al respecto. Por último, señaló que el Plan deberá ser expuesto al público antes de su aprobación definitiva, así como que el Gobierno melillense deberá consultar “a los agentes directamente interesados”, que por lo general son asociaciones ecologistas. La información puede ser consulta en la página web de la Consejería de Medio Ambiente, www.melillamedioambiente.com.