Desde 2008, el suicidio es la primera causa externa de muerte en España y precisamente en ese año, Melilla ocupó la cuarta posición en esta estadística del Instituto Nacional que incluye a todas las autonomías españolas. En un estudio que publica la Revista Clínica de Melilla, realizado por Juan M. Fernández Millán, del Grupo de Intervención Psicológica en Emergencia, se incide en la necesidad de estudiar cuáles son los factores de riesgo de suicidio, así como los protectores.
Además, de aportar datos generales, Fernández Millán ha realizado un estudio comparativo entre las dos ciudades autónomas: Melilla, en la cuarta posición con un 10,46% de tasa de suicidio, mientras que Ceuta ocupa la última plaza con 2,58%.
Entre los datos generales, aporta que en 2010 se produjeron 3.145 muertes por esta causa sólo en España, de los cuales, 2.456 eran hombres y 689 mujeres. Sin embargo, las cifras a nivel mundial son mucho más escalofriantes, ya que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año se produce un millón de suicidios en todo el planeta.
Además, la tendencia mundial es al alza, pues en los últimos 45 años se ha aumentado en un 60% y la tasa se dispara hasta el 275% en los últimos 30 años en el caso concreto de México.
Entre Melilla y Ceuta, pues el INE ofrece datos generales de las dos ciudades, desde 2007 a 2010 se han producido 33 suicidios y el método más utilizado para ello fue el ahorcamiento (12), seguido de muerte por disparo (4), saltar o colocarse frente a objetos en movimiento (4) y arrojarse desde un lugar elevado (3). Respecto al sexo, que en este caso sí se diferencia entre Melilla y Ceuta, en el caso de la primera se produjeron 13 muertes de varones por siete de mujeres, mientras en la ciudad caballa los números son 10 para hombres y tres para mujeres.
Fernández Millán concluye que a la vista de los datos, el suicidio debe considerarse como “un tema de salud de sustancial importancia” y sugiere adoptar un conjunto de medidas preventivas, lo que supondría una “disminución cuantitativa significativa”.
Asimismo aboga porque se produzca una recogida sistemática de datos, tanto en los intentos como en los consumados para cuantificar el problema y la población más vulnerable, con el fin de adoptar las medidas preventivas necesarias para evitar estas muertes.