Miguel Marín reprochó que durante la Comisión los representantes de la oposición, CpM y PSOE, abandonaran la sala antes de pronunciarse.
Incluso la implantación del Aid El Kebir como día festivo es motivo de enfrentamiento político entre el Gobierno local y la oposición, en vista de la rueda de prensa que ofreció ayer el consejero de Administraciones Públicas, Miguel Marín, quien lamentó que Coalición por Melilla y Partido Socialista abandonasen la Comisión donde se aprobó celebrar la Pascua Grande de los musulmanes el 7 de noviembre antes de que se procediera a la votación.
Según detalló el consejero, el principal punto por el que discreparon ambas partes fue que no se había consultado a la Comisión Islámica de Melilla (CIM) para determinar que día sería el Aid El Kebir, ya que éste depende del calendario lunar. Ante tales argumentos, los integrantes de la Administración melillense replicaron que se habrían contactado con la Asociación Musulmana de Melilla, así como con varios imanes, para determinar tal cuestión con la mayor precisión posible. Sin embargo, tales afirmaciones no convencieron a los partidos de la oposición, los cuales abandonaron la Comisión.
Un gesto que, en opinión de Marín, demustra que a CpM y PSOE les importa “bien poco” que tal día haya sido declarado día festivo “gracias a los esfuerzos de la Ciudad”, y achacó tal actitud a que ambas formaciones estuviesen dolidas por no haber conseguido tal logro.
Al hilo de su comentario sobre la Pascua Grande, explicó a los medios de comunicación que, en lugar de eliminar una jornada festiva del calendario, se aprovechará que el 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, cae en domingo para que el lunes sea un día laborable normal.
Día de Melilla
Las críticas de Marín acerca de la oposición le llevaron a rememorar lo ocurrido en la víspera del Día de Melilla, cuando CpM criticó duramente su celebración por considerarla el recuerdo de “un baño de sangre”.
Además, recordó que los cepemista adoptaron una postura “idéntica a la de la Comisión Islámica”, lo que le llevó a asegurar que ésta es el brazo religioso de los cepemistas.
También subrayó el intento de la oposición de que los ciudadanos de confesión musulmana no asistieran a los tradicionlaes actos que se celebran en el recinto amurallado, una actitud que tildó de “peligrosa”, pues reseñó que el futuro de la ciudad es que todas las religiones convivan en paz y armonía, como hasta ahora.
“De un tiempo a esta parte, Aberchán ha adoptado los mismos planteamientos, e incluso peores, que aquellos extremistas que pretenden dividir al pueblo melillense”, apuntilló Marín, “¿Con quién está Aberchán, con la Melilla de la convivencia o con la Melilla de la segregación?”.
“Cuento chino”
Y es que, en palabras del consejero, lo del “baño de sangre” es sencillamente “un cuento chino” de los cepemistas y la CIM, pues aseguró que lo que hizo Pedro de Estopiñán fue establecerse en un sitio completamente desocupado. “Así lo narran las crónicas históricas”, apuntó.
Tampoco tuvo buenas palabras para el Partido Socialista, a cuyos integrantes también inquirió sobre sus ideas. “¿Apoyan también los planteamientos extremistas de CpM?”, afirmó.
Por tanto, no le restó más que pedir, tanto a CpM como a la CIM, que no traten al colectivo musulmán de Melilla como si fueran “borregos”.
“Desde la Ciudad Autónoma seguimos trabajando en pos de la convivencia y el bienestar de los melillenses, el futuro de esta ciudad es que todos sus habitantes caminen juntos, sin importar su confesión religiosa”, sentenció.