El portavoz del Ejecutivo local, Daniel Conesa, entiende que ello es competencia de la Delegación del Gobierno en Melilla, pues los subsaharianos deben volver al CETI.
El Gobierno local ha terciado en el asunto del campamento de las chabolas de un grupo de inmigrantes del Centro de Estancia Temporal (CETI) que estarían viviendo junto al Río de Oro desde hace varios meses, por temor a ser expulsados de Melilla.
En este sentido, el portavoz del Ejecutivo local, Daniel Conesa, recordó al delegado del Gobierno en la ciudad, Gregorio Escobar, que este era un problema de inmigración con lo cual le competía solucionarlo a la Delegación y no a la Ciudad Autónoma. Con esta afirmación contestó a Escobar pues este en dos ocasiones en lo que va de mes se ha referido a esta cuestión señalando que es la Ciudad Autónoma la que tiene la competencia para desmantelar el chabolismo en Melilla.
Conesa recordó que para desmantelar un campamento de este tipo habría que actuar con orden judicial pero más allá de este argumento, recordó que la gestión de los flujos de inmigrantes corresponde al Ejecutivo central, representado en Melilla por la Delegación del Gobierno.
Así, Conesa se preguntó por qué estaban estos inmigrantes viviendo fuera del CETI, una circunstancia que lamentó no entender en la medida en que este centro era el habilitado para mantener temporalmente a estos subsaharianos. De hecho, fue más allá al señalar que el Estado no podía permitir que cualquier inmigrante entrado ilegalmente en la ciudad pudiera decidir si se quedaba o no en el CETI, o si se asentaban de forma ilegal en Melilla.
“Así es como se forman los problemas de chabolismo”, afirmó Conesa y recordó que es cierto que el chabolismo le corresponde solucionarlo a la Ciudad aunque matizó que estos inmigrantes ilegales deberían estar controlados por la Delegación del Gobierno.
En cualquier caso, matizó que por el momento no va a intervenir la Ciudad en este caso hasta que no se solucione el acogimiento de ese grupo de inmigrantes, solución que debe venir de parte del Estado, pues tiene las competencias en materia de inmigración.
Esta situación se produjo hace unos meses cuando un grupo de inmigrantes ante el temor a ser expulsados de España decidieron salir del CETI y asentarse en unas chabolas en las cercanías del Río de Oro. De momento la Delegación del Gobierno se ha desentendido del asunto estimando que no puede vulnerarse la libertad de movimiento de estas personas.
El problema es que las condiciones en las que viven son infrahumanas y podrían empeorar con la llegada del invierno y las primeras lluvias. Desde Delegación del Gobierno no se ha apuntado ninguna solución por el momento y son dos las veces que Escobar ha declinado referirse a una posible solución, afirmando tan sólo que cooperaría con la Ciudad en el momento en que quisieran desmantelar el campamento.
En total son unos 45 los inmigrantes que están residiendo en este campamento chabolista, según especificó el delegado del Gobierno. Pese a ello, esta situación no es nueva en la medida en que en otras ocasiones se han formado campamentos de chabolas junto al CETI debido a la fuerte presión migratoria vivida en Melilla en otras ocasiones.