La tensión, causada por el alquiler de un local de la Mezquita Central para su uso comercial, continúa. El presidente de la Comisión Islámica de Melilla (CIM), Dris Mohamed Amar, indicó a este periódico que mañana presentará un nuevo escrito a la Ciudad en el que se solicitará el derribo del muro que el arrendatario del establecimiento levantó hace dos semanas, según Mohamed Amar, “ilegalmente”.
El presidente de la CIM indicó que las obras se iniciaron el pasado 17 de abril y que en el momento que le alertaron del levantamiento del muro llamó a la Policía. Dos agentes se personaron en la mezquita y pidieron la documentación a varios responsables del templo, así como al arrendatario que estaba efectuando los cambios. Más tarde, el día 23, este último colocó una nueva puerta, retirando una antigua del templo. “Primero levantó el muro y días más tarde colocó la puerta”, explicó Mohamed.
Sin embargo, las fechas mencionadas por el presidente de la CIM no coinciden con las que aparecen en la orden de la Consejería de Economía y Empleo. En ésta se lee que el informe de la Policía Local tiene fecha del 20 de abril en lugar de 17 del mismo mes.
Además, se ordena al arrendatario que proceda a la reposición de la puerta del local en cuestión de la mezquita, que fue retirada sin permiso de la Ciudad Autónoma, propietaria del inmueble. La orden añade que el contrato se resolverá en caso de que no se reponga la puerta.
Asimismo, se le exige que comunique a qué actividad va a dedicar el local y se le advierte que cualquier obra a realizar en los locales número 2 y 3, también propiedad de la Ciudad, deberá contar con la autorización de ésta.
Una orden, que a ojos de Mohamed Amar, es “totalmente contradictoria”. “En el escrito piden al arrendatario la reposición de la puerta, basándose en el informe de la Policía del día 20, pero no fue hasta el 23 cuando se hizo el cambio de puertas”. “Nos molesta que se omita el problema del muro que no ha sido construido regularmente”, explicó.
La cesión de una parte de la mezquita para su uso comercial ha levantado ampollas entre muchos fieles que acuden a diario al templo para orar. “Es una falta de respeto, porque un valor comercial no está a la misma altura que un patrimonio histórico y cultural”. En palabras de Mohamed Amar, para no alterar el clima de entendimiento y paz, el Ejecutivo local debe dar marcha atrás en su decisión de alquilar parte del local para fines comerciales.
Titularidad de la mezquita
No obstante, el presidente de la CIM insiste en que todo tipo de problemas se podrían evitar si la Mezquita “volviese de forma íntegra a manos de los musulmanes”. “Se le expropió a la Comunidad Islámica por una deuda miserable”, lamentó. “Este templo lo hemos elaborado con nuestros propios medios”, manifestó.