La CIM dice que en Melilla no hay ni radicalismo ni fundamentalismo

Según su portavoz, Samir Mohamed, se trata de hechos aislados, “que podrían haber ocurrido en cualquier otro lugar del mundo” y pide dejar actuar a la Justicia.

El portavoz de la Comunidad Islámica de Melilla (CIM) Samir Mohamed, afirmó ayer que en Melilla “no hay peligro ni riesgo de fundamentalismo ni radicalismo ni nada”, en relación a las detenciones, el pasado miércoles en el barrio de La Cañada, de dos presuntos integrantes de una célula radical islamista y acusados de torturar y asesinar a otros dos jóvenes del grupo que habían decidido dejarlo y desvincularse de la ortodoxia religiosa impuesta.
En declaraciones a El Faro, Mohamed explicó que los dos detenidos –Rachid Abdellah Mohamed y Nabil Mohamed Chaib–, actualmente en prisión después de declarar ante el juez de la Audiencia Nacional, “no son conocidos por la inmensa mayoría de los melillenses ni de la comunidad musulmana. Si no es por los medios de comunicación, que han publicado sus fotos, ni sabríamos de su existencia”, aclaró.
Por todo ello, mantiene que se trata de un “hecho aislado”, que perfectamente “podría haberse producido en cualquier otro lugar del mundo” y que “nada tiene que ver con la sociedad melillense, con la comunidad musulmana y mucho menos con el Islam”.
Además, se reiteró en ese mensaje de tranquilidad de que en la Ciudad Autónoma “no hay radicalismo ni fundamentalismo” y de que “si hay grupitos que pertenezcan a una secta determinada”, como parece ser el caso de los dos detenidos, “allá ellos. Ahí están las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que son muy, muy competentes, para controlar y vigilar este tipo de colectivos”, subrayó.
Además, quiso desmarcar este “hecho aislado” no solo de la comunidad musulmana, sino de toda la sociedad melillense. “En Melilla no debemos sentirnos culpables de nada de esto, sino orgullos de saber que somos una comunidad donde entre todos los ciudadanos impera la buena sintonía, la armonía y la convivencia al margen de las diferentes culturas, confesiones o comunidades a las que pertenezca cada individuo. No creo que exista otro lugar en el mundo como Melilla y por tanto somos un ejemplo a seguir”, puntualizó.
El portavoz de la Comunidad Islámica también quiso desmentir la posibilidad de que en el barrio donde fueron detenidos los dos presuntos integrantes de esta célula exista una radicalización islamista. “Yo me paseo por La Cañada a diario y veo que hay una vida rutinaria, normal y natural; la que siempre ha habido y sin ningún cambio”, subrayó y añadió que “porque se vean por ahí unos señores con una barba más larga de lo normal o con una chilaba, no se les puede tachar de fundamentalistas”.
En este sentido reclamó que no se juzgue a toda una comunidad por el supuesto delito que hayan podido cometer dos individuos. “Pero ni a la comunidad musulmana ni a la sociedad melillense ni a sus familias o al barrio donde vivan. Ha dado la casualidad de que esto ha ocurrido en Melilla y de que los dos detenidos son musulmanes, pero podría haber sucedido en cualquier otro lugar y las dos personas ser de otra cualquier confesión religiosa”, concluyó.

“De momento son presuntos culpables”

Samir Mohamed, el portavoz de la CIM, afirmó que si bien dentro de la comunidad musulmana la detención de Rachid Abdellah Mohamed y de Nabil Mohamed Chaib había “conmovido por la brutalidad de los hechos de los que se les acusa”, también era cierto que no había afectado. “Ni frío ni calor. Es un hecho como cualquier otro. Son dos personas que son presuntamente culpables, pero que todavía no se sabe nada”, afirmó.
Insistió en que “de momento son sólo dos presuntos culpables”, que “mientras que no se demuestre lo contrario son inocentes, porque todavía no han sido juzgados” y por tanto, emitir un comunicado o pronunciarse al respecto “sería precipitarse”.
Condenó sin embargo los hechos, que calificó de “lamentables y brutales” y contra los que dijo que “estamos totalmente en contra, se produzcan aquí o en cualquier otro sitio”. Pero también indicó que “hay que dejar actuar a la Justicia, y si de verdad son culpables, que todavía está por ver, pues entonces que todo el peso de ésta caiga sobre ellos; pero si son inocentes, entonces que se les ponga de patitas en la calle”.