La ciberseguridad ya es una preocupación real entre los melillenses

La ciberseguridad ya es una preocupación real entre los melillenses. El aumento de casos en toda España no es ajeno a Melilla y sus vecinos cada vez tienen más cuidado en el manejo de sus dispositivos digitales, ya sean móviles u ordenadores.

La tecnología y los dispositivos digitales han avanzado mucho en los últimos años, trayendo consigo muchas ventajas para los usuarios, pero, evidentemente, no están exentos de problemas.

La principal preocupación, de un tiempo hasta ahora, tanto en la ciudadanía como en las empresas es la ciberseguridad, que no es otra cosa que la formación individual y la implantación de sistemas para evitar problemas que puedan venir desde nuestros móviles y ordenadores.

Aunque hoy en día casi cualquier objeto es susceptible de poder sufrir este tipo de problemas, los más delicados siguen siendo los smartphones y los portátiles por la gran cantidad de información personal que todos guardamos en ellos desde claves de acceso hasta cuentas bancarias.

Principales tipos de incidentes

Los incidentes más comunes son, en España y según los datos registrados por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) los correspondientes a 3 tipos: el phishing, el malware y el ransonware. ¿Pero qué significan?

El phishing correponde a los correos electrónicos que simulan ser una entidad legítima con el objetivo de robar información privada, realizar un cargo económico o infectar el dispositivo con algún tipo de virus. De este tipo de incidente se registraron en España el año pasado 16.902 casos.

Por su parte el malware es un software malicioso que lleva a cabo acciones como extracción de datos u otro tipo de alteración del sistema afectado. En España, en 2022, se registraron más de 14.000 casos de malware.

El ransonware es, simplemente, el secuestro de datos de un dispositivo. En esta categoría se dieron en nuestro país 448 incidentes durante 2022.

Por otro lado, también se dieron el pasado año más de 5.000 denuncias relacionadas con el contenido abusivo, que está relacionado, sobre todo, con la pornografía infantil, los delitos de odio y el ciberacoso.

Aparte, también se produjeron los cierres de unas 654 tiendas online fraudulentas en España durante todo el año pasado.

Todas estas incidencias se dieron en 4 de cada 10 sistemas vulnerables, que son aquellos que no están actualizados debidamente o están mal programados.

Situación en Melilla

Por su parte, Melilla ocupa el penúltimo lugar dentro de todas la autonomías españolas en cuanto al registro de incidentes con la ciberseguridad con algo más de 6.000 casos notificados por el INCIBE durante 2022, lo que significa que algo más de un 7% de su población sufrió algún incidente relacionado con la ciberseguridad en el transcurso del año pasado.

La redacción de El Faro ha salido a la calle a preguntar a los melillenses si alguna vez han tenido algún tipo de problema con su ciberseguridad o han sufrido algun tipo de delito de estas caracterísicas.

Sonia, que nació y trabaja en Melilla, nos ha explicado su caso. Sufrió una estafa digital por medio del phishing y le robaron 1000 euros de su cuenta bancaria.

"Te mandan un mensaje al móvil haciéndose pasar por tu banco pidiéndote que te acredites" y, según dice esta afectada, "también te dan un número de teléfono para que contactes".

Cuando Sonia quiso contactar a ese número de teléfono le saltaba una grabación diciendo "que se le iban a cobrar 250 euros". Al escuchar eso, decidió ponerse en contacto con su banco a través de otro número.

"No dio ni tiempo a hablar con el banco, cuando nos quisimos dar cuenta ya me habían quitado 1000 euros", dice Sonia relatando como lo vivió con su pareja. "Igual que me quitaron esos 1000 euros, podrían haber sido 1200 más", añade.

Su reacción fue ir directamente a comisaría a poner una denuncia y, para su sorpresa, allí había en ese momento "10 personas más por el mismo motivo".

Por su parte, Toñi, que vino hace un tiempo a trabajar desde la península, resalta una parte de la población muy vulnerable a este tipo de estafas digitales: las personas más mayores.

"A mi suegra hay que decirle, siempre que le llega algún mensaje al móvil, que no abra ningún enlace ni llame a ningún teléfono", confiesa.

Los entresijos que existen hoy en día para este tipo de delincuencia son muy difíciles de identificar para cualquiera, pero más aún para los ancianos.

"Para ellos es muy complicado saber qué es cada cosa, con mi suegra ya hemos tenido algún problema y hemos tenido que acudir a comisaría", añade.

Una persona muy cercana a Antonio, malagueño pero residente en Melilla desde hace un tiempo, también sufrió otro de estos fraudes digitales, tal y como él mismo relata.

"Estaba cenando con mi novia y en ese momento le llegó una notificación al móvil como si fuera un cargo en su cuenta del banco por una compra", dice.

Lo que les resultó extraño a ambos fue que ni su pareja ni él habían realizado ningún gasto con la tarjeta de ella y fue por eso que revisaron inmediatamente la aplicación del banco para ver que habían desaparecido 600 euros.

"Vimos el cargo de 600 euros y, antes de que pudiéramos hacer nada, ya se habían ido otros 600. Le quitaron todo lo que tenía en la cuenta en menos de una cinco minutos", añade Antonio.

Esto es algo muy común en este tipo de fraudes, la velocidad con la que se producen para no dar tiempo al afectado a poder reaccionar y parar la pérdida de dinero.

Según señala Antonio, los cargos provenían de Irlanda y, aunque no recuerda con exactitud qué personas o entidad los realizó, sí que tenía seguro "que ellos no habían hecho nada con la tarjeta para que les pudieran quitar dinero desde allí".

La reacción que tuvieron fue la misma que tiene cualquier afectado por este tipo de delitos: acudir a la comisaría y, después, a una oficina de su entidad bancaria.

Tras poner la correspondiente denuncia, Antonio y su pareja quisieron poner solución con ayuda de su banco, que, según dice, "se lavó las manos" y se limitó a "echarle la culpa a mi novia de lo que había pasado".

"No nos ofrecieron ninguna solución ni ningún tipo de ayuda", insiste.

Lo que también le llamó mucho la atención a ambos, recuerda, es que en la oficina del banco "había 10 o 15 personas esperando en la cola para lo mismo que ellos dos".

Tras acudir a la policía a poner la denuncia y contactar con la entidad bancaria para ver si les podían dar alguna solución, decidieron ponerse en manos de un abogado especializado en este tipo de casos.

"Este hombre llevaba, cuando nosotros hablamos con él para que nos llevara el caso, varios más relacionados con lo mismo", destaca Antonio.

Ahora, la pareja se encuentra esperando un juicio que aún no tiene fecha prevista ni han sido informados de cuándo podría darse.

"Aún no sabemos cuando podrá ser el juicio ni cómo será, lo que sí está claro es que el dinero no ha vuelto y que todavía no sabemos qué hacer para recuperarlo", remacha.

Estadísticas en España

En el conjunto de España y durante 2022 se detectaron 110.294 incidentes, que supone un aumento de un 22,3% respecto a 2021.

El reparto entre los ataques recibidos a ciudadanía y empresas está muy parejo. Un 48% del total de estos fraudes han sido sufridos por particulares mientras que el 52% restante corresponde a entidades empresariales.

En lo referente a las empresas, 9 de cada 10 de estos incidentes están relacionados con sistemas vulnerables que permiten la entrada de hackers a los datos que se contienen dentro de los dispositivos, que en el caso de estas entidades, suele ser de carácter muy sensible, ya que no es solamente información propia, sino también de sus clientes.

Por sectores, los más afectados son el de la energía, el sistema tributario y financiero, las compañías de agua y las de transportes.

En lo relativo a la ciudadanía, un 66% de los casos están relacionados con algún tipo de fraude como, por ejemplo, el uso de la información robada para propósitos inadecuados, incluyendo extorsiones o chantajes.

Formación y concienciación

Desde el INCIBE ofrecen cursos de formación y concienciación y en 2022 acudieron a estas jornadas más de 100.000 personas, demostrando así la preocupación creciente que existe en la sociedad sobre estos temas.

Entre todas estas iniciativas formativas hay muchas dirigidas especialmente a los colectivos más vulnerables, como son los más jóvenes y los más mayores. Además, desde el Instituto Nacional de Ciberseguridad también se han impartido cursos en su Academia Hacker para saber contrarrestar los posibles ataques a los dispositivos particulares o de empresa.

Por su parte, el servicio público ‘Tu Ayuda en Ciberseguridad’, prestado por INCIBE, continúa su labor como sistema de concienciación y prevención hacia su público objetivo, ayudando a disminuir los incidentes durante 2022.

De esta forma, las consultas planteadas en el número de teléfono 017 y sus diferentes canales de contacto ayudaron a aumentar el nivel de prevención y anticipación de la sociedad a los problemas en temas de ciberseguridad. Cabe mencionar que, según el balance, esta línea recibió durante el pasado año 67.322 consultas. En concreto, 44.331 por vía telefónica, 17.014 a través de los canales de chat de WhatsApp (900 116 117) y Telegram (@INCIBE017), y 5.977 mediante el formulario web.