Para muchos melillenses, la simple tarea de hacer la compra se ha vuelto un auténtico quebradero de cabeza. El precio de los productos básicos no deja de subir, y la cesta de la compra familiar pesa cada vez más en los bolsillos, especialmente en los de las rentas más bajas. A pie de calle, la ciudadanía lo tiene claro: llenar la nevera supone cada vez más un lujo porque la cesta de la compra “sigue subiendo”.
A raíz de esto, los melillenses no pueden evitar preguntarse cuándo llegará el día en el que los precios vuelvan a estabilizarse. “Desde la pandemia es un no parar”, apunta Malik. Lo nota todo el mundo. Desde hace tres años el coste de los productos básicos de alimentación se ha ido incrementando, al igual que, en general, la vida se ha encarecido, pero “los sueldos siguen igual”. Las subidas no son tan pronunciadas como hace un año, pero siguen siendo “alta”, afirma este vecino del Rastro.
Durante el mes de abril Melilla registró el Índice de Precios al Consumo (IPC) más bajo de todo el país, situándose en el 2,4%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los alimentos y bebidas no alcohólicas llegaron a alcanzar un 3,8%. En junio el IPC en España subió un 0,3% en relación al mes anterior, mientras que la tasa interanual se recortó en 3,4%. La moderación se debe a la subida de precio que experimentaron los alimentos el año pasado.
Cuando vamos a comprar, el dinero sigue cundiendo poco. Es una realidad en la que coinciden muchas personas y niegan que los precios se hayan estabilizado, sino todo lo contrario. La cesta de la compra se sigue encareciendo, aunque no de forma tan pronunciada.
Continúa la subida
Los datos del INE confirman esta tendencia alcista. En junio de 2024, la inflación general en España se situó en el 10,2%, con la categoría de alimentos y bebidas experimentando un aumento del 13,8%.
Por otro lado, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el precio de los productos alimenticios ha subido hasta un 38% en estos últimos tres años. Algo que la ciudadanía ha podido comprobar de primera mano, ya que desde 2020 es algo que se ha dejado notar en todas las tiendas y establecimientos por igual, ya sean grandes o pequeñas superficies.
Dejar de comprar cosas “innecesarias” puede ser una opción, pero desgraciadamente comer es imprescindible y, con estos precios, cada vez se hace más cuesta arriba. Este encarecimiento de la cesta de la compra tiene un impacto especialmente negativo en los hogares con menores ingresos. Las familias vulnerables se ven obligadas a destinar una mayor proporción de su presupuesto a la alimentación, por lo que cualquier subida en los precios básicos representa un duro golpe para su economía. Hay hogares en los que han tenido que modificar su dieta a causa de esto, teniendo que dejar de comprar carne o pescado debido a su encarecimiento.
El aumento de la cesta de la compra, a pesar de sufrir vaivenes a lo largo del año, está teniendo consecuencias negativas en el comportamiento del consumidor. En Melilla, además de por otros factores, el consumo en el establecimiento tradicional también se ha resentido. Así lo confirman los propietarios de comercios locales, que aseguran estar de capa caída y se mantienen gracias a su fiel clientela de toda la vida. La cercanía es uno de los principales factores por el que muchos melillenses prefieren comprar en los pequeños comercios antes que en las grandes superficies.
¿Qué sube y qué baja?
El aceite de oliva es el producto indiscutible que más ha subido en estos tres años. Su precio se ha incrementado en un 225%, según los datos de OCU. Le siguen el azúcar, las naranjas y los huevos. Frutas y verduras han tenido subidas moderadas, mientras que carnes, pescados y pastas han tenido ascensos parecidos, entre el 34% y el 47%.
Lo del aceite de oliva no le ha pasado por alto a nadie. Puri, una vecina del barrio del centro, no ve el momento en el que este producto deje de subir. En un año ha sido una “barbaridad” lo que se ha incrementado su valor. Esta melillense solía usar mucho aceite de oliva para cocinar, pero ahora lo reserva exclusivamente para ciertos platos, “como si fuera oro”. En su lugar, se ha pasado al aceite de orujo, que es más barato que el de oliva y más saludable que el de girasol.
Para esta ciudadana comer sano también se ha vuelto una quimera. “Las verduras están por las nubes”, señala.
Por otro lado, el índice de los precios de los alimentos de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) se sigue manteniendo durante este pasado mes de junio. Según los datos de la organización, la subida de los precios en los aceites vegetales, los azúcares y los huevos compensa la bajada de cotización de los cereales, mientras que el precio de las carnes también se mantienen sin variaciones respecto al mes anterior.
No cabe duda que, actualmente, las frutas, legumbres y hortalizas se han coronado como los productos que más han subido en los últimos meses. Las patatas, por ejemplo, han llegado a aumentar su valor un 8,6% y la fruta en general un 17,1%. Los productos de mar han aumentado un 6% en las pescaderías y la carne un 8,5%.
En Melilla, según pudo comprobar El Faro, el salmón continúa con un coste elevado, pero boquerones, salmonetes y bacaladillas mantienen sus precios; el pollo y la ternera han subido ligeramente en estos meses, aunque la primera sigue siendo de las más baratas en el mercado pese a ello.
Futuro incierto
Las previsiones para los próximos meses son inciertas. Si bien se espera que la inflación comience a moderarse gradualmente, el escenario internacional sigue siendo complejo.
Se espera un aumento moderado en los precios de los bienes de consumo básico durante 2025 y 2026, con una subida del 2,5%, según estimaciones recientes. El Banco de España advirtió el pasado mes que los precios seguirán experimentando altibajos durante los próximos meses y atribuía el encarecimiento de la cesta de la compra al consumo de los alimentos más caros, que, al aumentar su demanda, continúan incrementando su valor.
Como dice la guasa de la ciudadanía “Que la cesta de la compra sigue subiendo”, en contraposición con la escalera mecánica del Mercado Central, que no sube, desde hace mucho tiempo, permaneciendo el cartelito, que todo lo justifica de AVERIADO y que podría decir muchas más cosas, pero este es el que cubre, como los paraguas, de la inclemencia del tiempo. Un hombre ya mayor (Jubilado), que pasó por allí, dijo que el cartelito ya lo tenia cuando lo inauguraron, que exagerado SEMOS , algunas veces.
¿ Y que más da que siga subiendo?. La selección española es ya multicultural.?
Imbroda y Conesa pueden perfectamente suprimir el IPSI a los alimentos, subvencionar el transporte de mercancías y hasta reducir asesores secretarios carpeteros y correveydiles para que llegue a cuantos más mejor. Y hasta invitar al pueblo a sus comilonas en la traviata a cuenta del contribuyente... Unas Jornadas de puertas abiertas.