El Faro ha salido a las calles de El Príncipe para preguntar a los vecinos de la zona que opinan acerca de vivir allí, cuáles son sus principales ventajas e inconvenientes y la gran mayoría de ellos han coincido en la cercanía al centro, su gran ambiente, la comodidad para todo y la enorme falta de aparcamiento, como los principales puntos claves para entender cuál es la situación actual de este barrio melillense.
Cercanía y comodidad para todo
En primer lugar, dentro de las principales ventajas y loa puntos positivos que se pueden extraer de este barrio, los vecinos de El Príncipe destacan la cercanía al centro, la comodidad que tienen para todo sin la necesidad de coger el coche y la tranquilidad que se respira entre los vecinos del barrio.
La vecina Francisca resalta que "el ambiente en el barrio es muy bueno, pero lo mejor con diferencia es la parte más cercana al centro, que es donde vivo yo porque lo tienes todo a mano y eso es algo fundamental".
"Es un barrio muy tranquilo y casi nunca ocurre ningún problema, realmente no hay mucho que especificar, además está muy cerca del centro, del Tesorillo, del Hospital, en general El Príncipe desde siempre ha sido una zona muy buena en muchos aspectos", señala el joven Yassif.
Por su parte, una pareja mayor que se encuentra paseando por la cuesta de La Salle, comentan que hay cosas muy buenas en este barrio, en comparación a los demás. "A mí lo que más me gusta del barrio son los pabellones militares, el mercado central que está aquí al lado, el colegio de La Salle, eso es lo que más destacaría de El Príncipe, añadido a algunas viviendas muy bonitas y diferentes que se han construido últimamente aquí", afirma Manuela.
Su marido Antonio dice que para él lo mejor del barrio, y coincide con la gran mayoría de entrevistados, "es lo cerca que tiene el centro, la Avenida, la Plaza de España, está todo a mano y eso siempre es un punto a favor".
"Lo que más me gusta de El Príncipe es que está muy cerca del centro y al Parque Hernández, y no necesitas el coche prácticamente para hacer nada porque estás a cinco minutos andando hasta el centro y allí ya tienes todos los comercios y servicios que necesites", afirmó la vecina Mari Ángeles que además destaca que "es un barrio muy tranquilo y el ambiente entre los vecinos es muy bueno".
Asimismo, aunque en el centro estén concentrando la gran mayoría de servicios y recursos que demandan los melillenses, Mari Ángeles también hace hincapié en que "El Príncipe tiene sus tiendas clásicas de barrio, farmacias, bastantes comercios y el mercado central al lado, así que en realidad puedes hacer vida prácticamente en el mismo barrio".
Principales inconvenientes del barrio
Por otro lado, los melillenses tras destacar las grandes ventajas que tiene este barrio, también quieren confesar cuáles son para ellos los principales inconvenientes que esconde El Príncipe.
"Ahora está todo el barrio levantado, pero literalmente todo, yo no entiendo la necesidad de hacer tantas obras porque al final lo que hacen es empeorar las cosas en lugar de arreglarlas", dice Francisca que además explica que "todas estas obras perjudican bastante al tema del aparcamiento, que con diferencia es lo peor de toda la zona, y prácticamente de la ciudad entera porque cada vez hay menos sitio para aparcar".
Asimismo, entre los aspectos negativos, esta vecina también quiere decir lo siguiente: "Es verdad que hay muchos jóvenes que la lían algunas veces por aquí, pero no considero que ese sea uno de los principales problemas porque en general Melilla es una ciudad muy tranquila".
"Con diferencia la gran parte negativa del barrio son los problemas para aparcar, eso es lo que peor llevo porque hay muchos coches y muy poco sitio para aparcar, se han construido muchas casas nuevas en los últimos años y eso ha quitado muchas plazas de aparcamiento", apunta Mari Ángeles que también señala que "otra de las cosas que tampoco me gustan demasiado es que el barrio es un poco ruidoso, sobre todo por las noches y eso afecta bastante al buen descanso de los vecinos".
En cambio Yassif, un "completo enamorado de este barrio y de Melilla", no destacó nada negativo y aseguró que "El Príncipe no tiene nada malo". "Siempre ha sido un barrio con personas que viven bastante cómodas, con cierto dinero y un poder adquisitivo alto. Ahora mismo no se me ocurre nada negativo que te pueda decir sinceramente", recalca el joven melillense.
Lugar ideal para residir
Por último, los vecinos han sido consultados por El Faro sobre si recomiendan El Príncipe como un lugar ideal para vivir y si es un buen lugar en comparación con el resto de barrios Melilla, pregunta a la cuál los melillenses entrevistados no tuvieron ninguna duda.
"Por supuesto, claro que sí. El Príncipe es uno de los mejores barrios de Melilla para vivir, siempre lo ha sido. Es cierto que con el precio del alquiler en las viviendas, todo el mundo no se puede permitir vivir aquí, pero está claro que quien pueda permitírselo, comprar o alquilar una casa aquí es una decisión muy buena", remarca Yassif.
"Para vivir se está muy a gusto, yo llevo viviendo muchísimos años aquí y me quiero seguir quedando en este barrio por las grandes ventajas que tiene. En El Príncipe tienes todas las cosas buenas del centro pero sin vivir en el mismo centro y eso es muy cómodo".
Por su parte Manuela y Antonio, que viven desde hace muchos años en el barrio del Tiro Nacional, aseguran que "este el mejor barrio de toda Melilla". "Es verdad que antiguamente si era un poco más conflictivo y se hablaba un poco mal, pero ahora no tiene nada y nosotros estaríamos encantados de vivir, de hecho es uno de las zonas de la ciudad que más pisamos porque nos encanta casi todo", hacen hincapié ambos.
"Yo si lo recomiendo para vivir, claro que sí. Lo tienes todo a mano, estás cerca del centro y es una zona muy tranquila. Yo me he criado en este barrio desde pequeña y jamás me he mudado de aquí ni lo pienso hacer porque me encanta El Príncipe", concluye la melillense Francisca.
Doy fe de elo, yo vivi muchos años en ese barrilo con vecinods de remombre y sido muy feliz en ese barrrio concretamenmte en la calle Constancia.