Se trata de una edición más de la iniciativa ‘Conozcamos nuestros pueblos’.
La Casa de Melilla en Almería celebró el pasado sábado día 10, una nueva edición de su ya clásica actividad ‘Conozcamos Nuestros Pueblos’, con una visita a la localidad de Fiñana, población distante algo más de 70 kms de la capital almeriense.
Fiñana cuenta con unos 2.600 habitantes y se encuentra situada a 950 metros de altitud, en el almeriense valle del Río Nacimiento entre las Sierras ‘Nevada’, ‘de Baza’ y ‘de los Filabres’.
Para este recorrido, los 50 viajeros se dieron cita en la puerta de la Casa, allá en el Zapillo almeriense, a las 8:00 horas, en una jornada casi primaveral. La parada para reponer fuerzas se realizó en la población de Gérgal, ya cercana a la población de destino.
A las 10:00 horas, el autobús en cuyo frontal figura el cartelón de Casa de Melilla de Almería, hizo entrada en la localidad fiñanera, donde fueron recibidos, a pie de autocar, por el alcalde, Alfredo Valdivia, quien les acompañó a la Casa Consistorial, primera cita de esta visita.
Allí, el alcalde les dio la bienvenida oficial a la población e hizo entrega de unas piezas de cerámicas con el escudo de la población y un recetario de cocina, con platos tradicionales fiñaneras.
La presidenta de la Casa regional, Lola Ruiz, dio la réplica al alcalde y, después de agradecer la acogida dispensada, le entregó un ejemplar del bello libro, ‘Melilla Viva’.
Después del acto protocolario y acompañada del primer edil –que estuvo con la Casa en toda la jornada–, la expedición se dirigió a pie por las empinadas calles de la localidad para visitar edificios y monumentos, siendo la primera parada en La Mezquita, edificio almohade, aunque desde hace más de 500 años está convertida en la ermita de Nuestro Padre Jesús.
Allí, el alcalde, como haría después en el resto de la población, explicó a los expedicionarios la historia de este edificio, muy conocida por él, ya que además de natural de la población, es historiador.
De la Mezquita, de nuevo a la calle para subir hasta el Mirador y presenciar las impresionantes vistas del Valle y de la cercana Sierra Nevada.
Posteriormente, los expedicionarios fueron al Aljibe Arabe, hoy reconvertido en Sala de Exposiciones y audiciones.
Conocida la historia del monumento, nuevamente a la calle para subir hasta la antigua Alcazaba de la ciudad, desde cuya torre se divisa todo el valle y numerosas poblaciones almerienses y granadinas.
Al bajar de la Alcazaba se visitó la parroquia Nuestra Señora de la Anunciación y su Sacristía Museo, donde los visitantes pudieron observar una talla de ‘Ecce Homo’, del imaginero Alonso Cano.
Ya al mediodía, la expedición repuso fuerzas con la comida que les habían preparado en el restaurante ‘Hermanos Castillo’.
Finalizado el almuerzo, aún quedaba una nueva visita, en este caso a La Almazara, donde la expedición fue informada del proceso de elaboración de este preciado líquido.
Realizadas las compras de rigor, otra vez al autobús para recorrer, en sentido inverso a la mañana. los 70 kilómetros de vuelta, para llegar a sede de la Casa de Melilla en Almería al filo de las 19:30 horas.