Los integrantes de la asociación pudieron disfrutar de una nueva jornada de viaje gracias a la actividad ‘Conozcamos nuestros pueblos’, en este caso dentro de su propia provincia. La Casa de Melilla en Almería celebró el pasado sábado una nueva edición de ‘Conozcamos nuestros pueblos’, una actividad gracias a la cual los integrantes de esta entidad hacen viajes de un día a distintos puntos del territorio nacional, comúnmente sin salir de Andalucía. El destino elegido para esta ocasión fue la población de Lubrín, situada a unos setenta kilómetros de la capital almeriense, en las cercanías de la Sierra de los Filabres, a medio camino del Desierto de Tabernas y la zona de levante de esta provincia.
Para los viajeros de la Casa de Melilla, la jornada comenzó al despuntar el alba, a las 8:00 horas. Después de media hora de camino, llegó la primera parada para el desayuno en la población de Tabernas. Tras otros 30 minutos de viaje, llegaron a su destino.
En la entrada del pueblo, el grupo era esperado por la responsable de Turismo de su Ayuntamiento, quien les hizo de guía durante toda su visita.
Su andadura por Lubrín comenzó con un breve paseo hasta el Ayuntamiento, gracias al cual pudieron descubrir algunas de las calles de esta población. Allí les esperaba el alcalde, Domingo Ramos.
El primer edil dio la bienvenida oficial a los melillenses en el Salón de Plenos, haciendo entrega a cada uno de ellos de unos obsequios sobre la población. Entre ellos destacó un artístico plato de cerámica que irá a parar al museo de la Casa de Melilla.
Lola Ruiz, la presidenta de la asociación melillense, agradeció al alcalde la acogida, así como el cuidadoso programa de visita diseñado por Turismo. Por otro lado, le hizo entrega de un ejemplar del libro Melilla Viva. También invitó al alcalde a visitar la sede de la Casa, en el Paseo Marítimo almeriense, invitación que el edil aceptó.
Finalizado este acto protocolario, el grupo se subió de nuevo al autobús para recorrer los escasos cuatro kilómetros que separaban el polígono industrial de la población.
En esta zona, visitaron una fábrica de miel, donde su responsable les informó de todo el proceso de elaboración de este producto, que los melillenses pudieron degustar y comprar.
A continuación, el grupo fue a la cercana almazara, donde su gerente les detalló todo lo referente a la elaboración del producto desde que reciben las aceitunas hasta que el preciado líquido sale embotellado. Los visitantes probaron el aceite y compraron grandes cantidades de este producto.
A continuación, los melillenses fueron a un matadero, en el que descubrieron cómo funcionan sus instalaciones. A las 12:00 horas, el grupo volvió al casco urbano para recorrer las calles del pueblo, admirando algunas casas señoriales, con su escudo heráldico en la fachada. También aprovecharon para visitar la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Rosario, patrona de la localidad. Cuando el calor y el hambre apretaron, los visitantes disfrutaron de una copiosa comida.
Acabado el almuerzo y tras unos minutos de sobremesa, los embajadores melillenses en Almería se subieron al autobús para recorrer en sentido inverso los kilómetros hechos por la mañana, llegando a la sede de la asociación a las 19:30 horas.