La Cruz Roja se fundó en Ginebra (Suiza) en 1863. Son, pues, 160 años los que esta ONG, una de las más famosas del mundo, lleva ayudando a las personas más necesitadas en todo el mundo.
En Melilla no es una excepción y también en la ciudad autónoma realizan sus voluntarios una actividad diaria, ya sea en las calles o en las oficinas, buscando socios que colaboren en la causa para luego organizar las ayudas que se obtienen.
Este sábador, con motivo del Día de la Banderita, organizaron una tómbola benéfica por el día de la banderita, que se lleva celebrando ya más de 100 años. En total, se han vendido para la ocasión más de 4.000 papeletas y se sortearon ayer, entre las calles General Pareja y General Prim,146 regalos.
Estos regalos, por otra parte, provenían de muchos comercios –como gasolineras, agencias de viajes y tiendas de ropa– que no dudaron en unirse a la causa de la ONG y han puesto su granito de arena para la ocasión.
El acto ha estado adornado con diversas actividades para los niños y actuaciones musicales, entre otras iniciativas.
También se han entregado tres reconocimientos a tres voluntarias de la Cruz Roja por su labor, sin la cual nada sería posible.
Conviene recordar que las ONGs están adquiriendo cada vez más importancia. En los países subdesarrollados trabajan centenares de ellas –unas más conocidas que otras– para intentar paliar de alguna forma la carestía que sufren quienes no tienen comida, agua o un techo donde cobijarse. La ayuda de la organización es vital en este sentido, pues sin ella serían muchas las personas que morirían de hambre, de sed o debido a las inclemencias meteorológicas. En este campo entrarían tanto el frío como el calor, incluso, o los cada vez más frecuentes desastres naturales que, en forma de tornados, terremotos o maremotos sacuden cada vez con más frecuencia el planeta que habitamos. Por cierto, cada vez es más gente la que vive en La Tierra y la proporción de pobres es cada día mayor, debido a que la mayor parte de los nacimientos se producen en los países del llamado tercer mundo.
Sin embargo, estas organizaciones también ejercen una labor impagable en los países más ricos, más desarrollados. Especialmente lo vienen haciendo durante los últimos años, cuando, primero debido a la crisis económica y, después, a la crisis del covid-19 –que también provocó terribles efectos económicos de carácter negativo–, el nivel de vida al que estábamos acostumbrados ya no es tan alto, en particular en el segmento de la población que ha resultado más afecado por las últimas situaciones vividas.
Todos tenemos en la cabeza el nombre de organizaciones tan famosas como Médicos sin Fronteras, Unicef, Acnur, Intermón Oxfam, Cáritas, Save the Children o la Asociación Española Contra el Cáncer, por citar solamente a algunas de las más significativas. Algunas están encuadradas dentro de la estructura de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otras son independientes, por así decirlo, pero su necesidad es grande en todos los casos.