La llegada del covid-19 a nuestras vidas cambió la manera de proceder ante las administraciones públicas. Atención telefónica siempre que fuera posible, uso de la mascarilla en los interiores de las oficinas y la concertación de la cita previa fueron algunas de las modificaciones introducidas en toda España.
Ahora, cuando la pandemia se da por prácticamente desaparecida, algunas de esas costumbres permanecen y son objeto de las críticas de algunos ciudadanos. Tal es el caso de Matilde López.
Ella había leído en internet que, para sacarse el carné del mayor, tenía que acudir a la Oficina de Información y Atención al Ciudadano situada entre el Puerto y la Plaza de las Culturas, o a la Viceconsejería del Mayor.
Este lunes, su marido la ha dejado en coche en el primer lugar, que se encuentra en el centro de la ciudad, y se ha marchado porque allí no hay dónde aparcar. No había nadie esperando, pero a Matilde le han dicho en la entrada que, pese a todo, tenía que sacar cita, según ha manifestado ella que le han argumentado, “para que les cuenten las horas trabajadas”.
Matilde ha llamado al número de teléfono que se le ha dado, pero le han dicho que allí no era, sino que tenía que dirigirse a la Viceconsejería del Mayor, en la calle Querol, cercana a la plaza de toros.
Para ella, quien además ha tenido que desplazarse caminando y con el calor, se trata de “una tomadura de pelo” y cree que “en determinadas oficinas hacen un poco lo que quieren”.
Una vez en la Viceconsejería del Mayor, cuál ha sido su sorpresa cuando, siempre según palabras de Matilde, la chica que la ha atendido le ha dicho que le tendrían que haber hecho el carné en la Oficina de Información y Atención al Ciudadano.
Afortunadamente, en la Viceconsejería sí se lo han dado, pero el enfado de Matilde no ha disminuido. Ella no entiende que tenga que sacar cita cuando no hay nadie esperando, estando ella en el lugar y habiendo pasado ya la pandemia de covid, como demuestra, en su opinión, que ya no se exija el uso de la mascarilla ni el certificado de vacunación.
De lo que sí está segura Matilde es de que “algo falla”, pero no sabe si se trata de “falta de profesionalidad o de información” o alguna otra circunstancia.
Para Matilde, “pasan cosas, la gente se calla y no cambian, pero hay que hacerlas cambiar”. Para ello, además, va a intentar volver a acercarse a la Oficina de Información y Atención al Ciudadano y pedir una hoja de reclamaciones.
ALGUNOS CALIENTA SILLONES SE HAN ACOSTUMBRADO A VIVIR DE LA SOPA BOBA Y DE LA LEY DEL MINIMO ESFUERZO AUN COBRANDO SUCULENTOS SUELDOS INALCANZABLES PARA LA MAYORIA DEL COMUN DE LOS MORTALES...
Efectivamente, Matilde tiene razón. ESO YA ES PURA "BURROCRACIA".