Categorías: Editorial

La buena estrella

Los vecinos de Averroes ya sabían que un día de éstos algo iba a ocurrir. Lo sabían desde que aparecieron las primeras grietas no solamente en la fachada sino también en el interior de sus hogares. Así lo manifestaron a El Faro poco después de que parte del revestimiento de la fachada de uno de los bloques de viviendas cayera al vacío al filo de la medianoche.

Sabían que algo podía ocurrir en cualquier momento porque esa misma mañana ya habían dado aviso de algunos desprendimientos que motivaron la intervención de la Policía Local y Bomberos.
En la madrugada de ayer El Faro no pudo confirmar cuál de estos dos Cuerpos decidió, tras inspeccionar el inmueble, que era apropiado delimitar una zona de la vía pública con vallas para impedir el paso a los peatones.
Según el protocolo, los Bomberos son los que deciden qué medidas tomar en una intervención de estas características. La Policía Local presta cobertura para que los Bomberos realicen su servicio en las mejores condiciones y ejecutan sus decisiones, al ser el Cuerpo especializado en valorar riesgos de este tipo.
Ayer por la mañana alguien decidió, con gran acierto, colocar las vallas y justamente en la zona en la que pocas horas más tarde caería el revestimiento de la fachada. Esa decisión evitó que en ese preciso momento en que la fachada cedió un vecino estuviera debajo, máxime teniendo en cuenta que a esas horas de la noche y coincidiendo con el mes de Ramadán son muchos los ciudadanos que salen a la calle a dar un paseo y confraternizar con los vecinos tras la ruptura del ayuno.
En otra época del año, niños y adultos estarían en sus casas descansando, pero en estos días, la noche y el buen clima hacen más apetecible pasear y jugar en la calle.
La fortuna y la buena estrella de esa persona o personas que decidieron colocar varias vallas en una parte del edificio evitó una tragedia mayor.
Varios vecinos aseguraron a El Faro que han interpuesto varias quejas en Emvismesa a causa de las grietas en sus viviendas, otros manifestaron sus dudas de que los edificios hayan pasado las inspecciones técnicas reglamentarias... Los sentimientos que este suceso despertó ayer en el vecindario fueron muchos, pero uno regresó con más fuerza. Ese que pertenece a la memoria colectiva de la ciudad y que trajo a la mente momentos desagradables.
Ni uno ni otro suceso tienen punto de comparación en absoluto, pero lo que es seguro es que los vecinos de Averroes y el Tiro Nacional han demostrado con creces su fortaleza y fuerza de voluntad para superar la adversidad, característica indiscutible del pueblo de Melilla.

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