Con esta muestra se pretende atraer al público que conozcan los primeros modelos de esta clase de pubilicidad, que hace unas décadas era la única forma de vender productos.
‘Brisas de Oriente. El cartel comercial español de 1870 a 1070’ es el título de la exposición que ayer se inauguró en la Biblioteca Pública de Melilla. Esta muestra estará abierta al público en horario de mañana hasta el mes de septiembre.
Desde el gobierno de la Ciudad y a través de la Consejería de Cultura y la Biblioteca se comenzó hace unos años a realizar diversas campañas, como las de fomento de la lectura y las destinadas a difundir los servicios que presta la Biblioteca. “Aunque hemos avanzado mucho en el número de socios hasta llegar a 22.000, queremos continuar en este camino y que cada vez sean más los melillenses que al preguntarles sobre la Biblioteca digan que sí la conocen”, argumentó la consejera de Cultura, Simi Chocrón, quien añadió que se trata de un recorrido de actividades que llevan realizándose desde hace ocho años.
Cartelería
“En esta ocasión, se trata de una exposición muy bonita y atractiva para que los melillenses vengan y se encuentren esta muestra y una vez aquí, conozcan todo lo que ofrece esta entidad”, explicó Chocrón.
La exposición está basada en carteles españoles de 1870 a 1970 y hace referencia al mundo de oriente porque son muchos los pósters que hacen referencia a este contexto que fascinaba tanto a los españoles de esta época.
Los carteles exhibidos son una representativa muestra de una de las facetas menos conocidas del orientalismo romántico aplicado a la publicidad comercial, en la que el oriente de Al-Andalus tiene un singular protagonismo.
La muestra incluye piezas originales de 1871 a 1964 que acercan al lector a la estética de este periodo a través de marcos que hoy aún son familiares de productos de belleza, bebidas o complementos.
¿Por qué esta muestra?
“Aunque a muchos les cueste creerlo, sobre todo a los más jóvenes, hubo un tiempo, y no hace tanto, sólo unas décadas, en el que no sólo no exitían los teléfonos móviles, sino que los fijos eran artículos maravillosos y escasos. Tampoco había Internet y las comunicaciones se hacían a través del correo postal”, explicó la consejera de Cultura sobre los argumentos que sustentan esta muestra de carteles.
Asimismo, comentó como el nivel de vida no era alto y que además de las crisis mundiales y el paro, los ciudadanos luchaban contra enfermedades, mala alimentación y los productos que no ofrecían muchas garantías.
“No exisitían formas de contactar tan rápido ni la venta de productos de una forma tan impactante como la tevisión o Internet. En estos tiempos, el medio de publicidad casi único era el cartel, que dominaba la forma de comunicación para transmitir ideas”, afirmó Chocrón.
En este sentido, los anuncios en prensa llegarían a través de carteles de menor tamaño y no cobrarán tanta difusión hasta la llegada de la radio y más tarde de la televisión, que sin embargo, comenzaría con anuncios en blanco y negro sobre los años 60.
“En este contexto los carteles de publicidad era la principal forma de enviar mensajes con ideas claras, poco texto, y de una forma llamativa, para que el público viera los colores”, apuntó la consejera en la presentación de esta muestra.
Algunos productos
Los productos que vamos a poder ver en esta exposición son de fotografías, bebidas, perfumería, farmacia o elementos de costuras.
Además, se destacó que los carteles se elaboraban a mano y con mucho colorido para llamar la atención del público, lo que hacía que también tuvieran mucho trabajo para su creador.
El anuncio de producto más antiguo es de 1871 sobre una especie de grupo árabes argelinos que actuaban en la plaza de toros de Valencia, mientras que el más moderno es de 1964.
“Es un lujo tener la exposición que llega a Melilla gracias a la colaboración con el Ministerio de Cultura, que ha aportado un libro donde se recogen estos carteles. Además, se han aprovechado los archivos del ‘Telegrama del Rif’ donde aparecían anuncios”, explicó Chocrón.