La Balona se lleva demasiado premio.

l La UD Melilla deja escapar un punto en el tiempo de prolongación ante un equipo que no vino a especular l David Vázquez consiguió neutralizar desde el punto de penalti el gol de Hugo Díaz, pero Samu dictó sentencia.

La UD Melilla no pudo brindar el triunfo al que fuera guardameta, secretario técnico y entrenador del conjunto azulino José Luis Montes cuya recuerdo estuvo presente en los prolegómenos del partido.    
El choque, que ofreció poco fútbol, resultó intenso y entretenido por la incertidumbre del marcador, que al final cayó de parte del bando visitante cuando a tenor de lo visto el reparto de puntos hubiera sido lo más justo.
El partido tuvo una parte para cada equipo. Tras unos minutos iniciales de tanteo por parte de ambos conjuntos, la Balona tomó el mando del juego y poco a poco, sobre todo a partir de la media hora de juego, se hizo con las riendas del choque, teniendo más presencia en campo unionista, pero escasa efectividad de cara al portal defendido por Munir.
Pronto sufriría el Melilla el primer contratiempo cuando al filo del cuarto de hora de partido Guille Roldán, una de las bazas más importantes del equipo azulino en ataque, tuvo que retirarse del campo lesionado. El cordobés se echó la mano al biceps femoral al ejecutar un centro al área tras una gran galopada por la banda derecha y Juan Moya optó por dar entrada al canterano Manolo que estuvo a un buen nivel en su debut en Segunda División B y que a punto estuvo de conseguir su primer gol con la elástica azulina tras un cabezazo a bocajarro que Lolo Soler se encargó de enviar a córner.
Aún así, ni azulinos ni albinegros se prodigaron en el remate. Tanto que el meta visitante Lolo pasó desapercibido en la primera mitad.
Fue precisamente el Melilla el que dispuso de la primera ocasión de gol cuando un envío largo de Munir lo controló dentro del área Migue Montes y enganchó un zapatazo que se marchó fuera rozando el palo izquierdo del portal visitante.
La respuesta albinegra no tardó en llegar y al minuto siguiente, en el 28’, Copi dibujó un pase entre líneas que Juampe controló algo escorado dentro del área para, después de acomodar el disparo, conectar un zurdazo que se colaba junto a la base del poste izquierdo de Munir, pero el meta melillense sacaba una mano providencial y evitaba un gol cantado.     
Fue a partir de entonces cuando la Balona comenzó a creérselo y se lanzaba en busca del gol, pero el Melilla se defendía con orden y desbarataba cualquier atisbo de peligro en las inmediaciones del área. Aún así, en un rápido contraataque, un intento de centro de David Vázquez golpeó en un defensor gaditano dentro del área y los azulinos reclamaron penalti pero el colegiado no quiso saber nada señalando saque de esquina.
Un minuto después, en el 40, el árbitro mostró la segunda cartulina amarilla al centrocampista madrileño, indicándole el camino de los vestuarios, pero el trencilla rectificó su decisión tras con sultar con su asistente a instancias de los jugadodres azulinos y acabó amonestando a Fran Miranda. La falta, cometida sobre Copi y ejecutada por Sergio Ortiz acabó en las manos de Munir.
No hubo tiempo para más y Escudero Marín decretó el descanso al que se llegó con el empate a cero inicial.
El segundo tiempo resultó más emocionante por las alternativas en el marcador. La UD Melilla se sacudió los nervios del debut ante su afición y dominó con mayor insistencia a una Balona que, por momentos, se mostró desorientada sobre el rectángulo de juego.  
A  los dos minutos de la reanudación, el árbitro señaló un fuera de juego inexistente a Sufian cuando éste se plantaba sólo ante Lolo Soler.
A renglón seguido, Sergio Ortiz se plantaba dentro del área local y regateaba a Munir, pero su disparo a portería vacía era despejado en última instancia por un Pedro Bolaños que se convirtió en el mejor hombre del partido. Dos minutos más tarde, en el 53, Hugo Díaz aprovechó un mal despeje de la defensa melillense para penetrar en el área y batir a Munir con un disparo seco.
El gol, lejos de amilanar a los anfitriones, espoleó a los de Moya y fue a partir de entonces cuando el partido pudo haber cambiado de signo. Sobre todo cuando el técnico melillense decidió dar entrada a Chota, que fue un auténtico revulsivo.
Así, nada más entrar el goleador unionista, sirvió un balón en bandeja a Manolo que cabeceó a bocajarro pero Lolo evitó el gol desviando la pelota a saque de esquina. Tres minutos después, en el 66, de nuevo Chota dibujó un pase en profundidad sobre Sufian que lo dejó sólo ante el meta visitante que evitó otro gol cantado.
El acoso era tal que poco después Chota era derribado en boca de gol por un defensor gaditano y el árbitro decretó penalti a instancias de su asistente y David Vázquez, de perfecta ejecución, puso las tablas en el marcador.
Pero cuando parecía que el empate iba a ser definitivo, una desafortunada jugada por la banda izquierda acabó con un centro de Juampe al área donde apareció Samu quien, tras controlar la pelota, enganchó un tremendo chut que se coló como una exhalación en el portal defendido por Munir. El gol, conseguido en tiempo de prolongación, dejó helados y sin tiempo de reacción a los locales y premió en demasía a los visitantes.

Homenaje José Luis Montes recibió un merecido homenaje antes del encuentro

Los prolegómenos del partido ante la Balompédica Linense fueron muy emotivos. El Melilla y la Balona depositaron un ramo de flores en cada una de las porterías del Municipal melillense, mientras que un grupo de ex compañeros y amigos del que fuera guardameta, secretario técnico y entrenador de la entidad azulina depositaron en una de las porterías una foto del homenajeado, un balón, un par de guantes de portero y una camiseta con el número uno y serigrafiada con su nombre