La fiesta ayer del Día de la Constitución en Melilla no se celebró ante el monolito homenaje a nuestra Carta Magna, en el que reza el texto de la Disposición Transitoria 5ª que nos reconoce el derecho a convertirnos en una comunidad autónoma plena, idéntica a las 17 existentes en el resto del mapa territorial del Estado. S e vivió realmente en el Palacio del a Asamblea, en el marco del certamen ‘¿Qué es la Constitución para ti?’, que con tanto acierto organiza la Viceconsejería del Mayor y Relaciones Vecinales y que, además de dotar de vida la efeméride y su celebración local, consigue germinar en las nuevas generaciones el valor de la democracia y sus principales pilares de libertad e igualdad.
Con esto no restamos valor al acto oficial que ayer, en el discurso del presidente Imbroda, puso sobre la mesa algunos de los parámetros sobre los que debemos construir el futuro: Por un lado, el mayor desarrollo de la citada Disposición Transitoria 5ª; por otro, nuestro gran potencial respecto de Europa como “faro de las políticas europeas en el Magreb” y, por último, la importancia destacada que los valores de libertad e igualdad tienen en una ciudad plural como la melillense, donde nadie puede ni debe ser discriminado por razón de origen, sexo, religión u otra circunstancias, ni tampoco amedrentado ni socavado por ello en sus derechos fundamentales. Nuestra realidad demuestra que algunos de esos aspectos, como la religión o el sexo, sirven para sojuzgar a muchos melillenses en su libertad como ciudadanos y es preciso combatirlo al tiempo que la tolerancia y el respeto a las confesiones religiosas no sólo se afiance sino que siga siendo algo que nos enriquezca aún más.L