La presidenta de la Conferencia Virgen de la Luz, María del Carmen Chaparro, explicó a El Faro que el contacto con Bienestar Social es constante. Se han propuesto que las ayudas lleguen al mayor número posible de personas necesitadas y, para ello, no pueden estar duplicadas.
En este sentido, cuando la ONG recibe la petición de una persona para que le echen una mano con el alquiler, la luz u otras facturas, la institución contacta con los Servicios Sociales para conocer si ya está siendo atendida por ellos. Si no es así, Virgen de la Luz puede ofrecer ayudas de emergencia social y estará pendiente hasta que esta familia pase a ser asistida por la Administración local.
La ayuda
Esta ONG reparte los productos que llegan del Banco de Alimentos. El año pasado recibieron más de 30.500 kilos de comida y han solicitado un incremento para este año debido a que ha subido la demanda en 250 familias. En total contarán con 750 familias a las que repartir productos de la UE.
Para dar estas bolsas de comida, todos los voluntarios se reúnen en la sede de Tiro Nacional y preparan los paquetes que les corresponde a cada familia según les ha marcado Cruz Roja, entidad que trae esos alimentos.
Entre 80 y 90 personas pasan cada tarde por esta entidad cuando se llevan a cabo los repartos de productos de la UE.
Pero no es la única ayuda que presta la Conferencia Virgen de la Luz. Echa una mano a ciudadanos que tienen que hacer frente al pago de medicamentos caros para los que no tienen suficiente dinero, como por ejemplo, pastillas para el corazón, un cáncer o vacunas contra una alergia.
También tienen un listado de familias que demandan ropa, zapatos y material escolar para sus hijos. La ONG premia a los escolares que sacan buenas notas y les ayudan con la compra de libros.
De hecho, este año Virgen de la Luz va a ser testigo de la primera promoción de universitarios a los que ha visto crecer y que han conseguido salir adelante gracias a la prestación de asistencia que ha realizado la ONG.
La Conferencia Virgen de la Luz también gestiona el piso de mayores que ofrecen a las personas que tienen que dejar su hogar y no encuentran plaza en la Gota de Leche o en la Residencia de Mayores. Este año solicitaron un incremento de la partida que llega a través de una subvención por parte de la Ciudad porque necesitaban contratar a una enfermera por las tarde a media jornada para controlar la medicación de estas personas. Cuentan con seis plazas. Además, la ayuda de la Administración les permite todo el mantenimiento con cinco auxiliares de enfermería, una limpiadora y la enfermera. Se trata de dar un hogar digno donde puedan estar atendidos a los mayores hasta que puedan ser admitidos en otros centros.
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