El objetivo de estos programas era garantizar a los niños su derecho a realizar actividades extraescolares adaptadas.
La Asociación de Autismo de Melilla clausuró la semana pasada con una fiesta los talleres de ocio en la que han participado un grupo de niños y voluntarios durante todo este curso escolar. Así, los martes y jueves, los socios disfrutaron en el colegio de Educación Especial Reina Sofía de un programa de actividades diseñado a la medida de sus características e intereses.
Los objetivos principales de esta acción han sido dotar a las familias de un par de horas de respiro, ya que estos niños son grandes dependientes en su mayoría y su cuidado es una labor agotadora. Además, la segunda meta marcada por la asociación era proporcionar y garantizar el derecho al ocio de los niños con trastornos del llamado espectro autista con una serie de actividades extraescolares adaptadas.
Los voluntarios
Para llevar a cabo estos talleres se contó con la ayuda de voluntarios, en su mayor parte profesionales y estudiantes de magisterio y psicología y con tres prácticos de empresa del programa que desarrollan conjuntamente la Universidad de Granada y la Consejería de Educación y Colectivos Sociales.
Los niños han rotado por cinco talleres, participando cada tarde en dos de ellos separados por el obligado rato de la merienda. Todos estos, incluido el momento de reponer fuerzas, han estado minuciosamente diseñados por los responsables del programa, ya que estas personas precisan de un alto grado de estructuración de espacios y tiempos.
No obstante, el último día se permitieron la licencia de extender un poquito la hora del bocadillo para comer, correr y bailar rodeados de los murales y trabajos realizados durante todo este curso.