La artillería, de Estopiñán hasta hoy

El Museo Militar acoge hasta el próximo 26 de junio una exposición dedicada a la historia del arma de artillería en Melilla. Forma parte de los actos por los 125 años del RAMIX 32.

“El objetivo de esta exposición es dar a conocer al pueblo de Melilla la historia de la artillería. Esta unidad ha estado siempre presente, desde Estopiñán hasta nuestros días”. El teniente coronel Antonio Muñoz Amaro es artillero y transmite en todo momento orgullo por el arma a la que pertenece.
Organizador habitual de exposiciones en el Museo Militar de la ciudad, ahora es comisario de la muestra ‘De Estopiñán a nuestros días. La presencia continuada de la artillería en Melilla’, que permanecerá abierta hasta el próximo 26 de junio.
Muñoz Amaro se ha embarcado en este proyecto tras el éxito de ‘Alhucemas 1925-2015. El Desembarco’, que superó las 4.000 visitas, muchas de ellas de personas venidas de la península.

125 años del RAMIX 32
Las fechas redondas son siempre un motivo para recordar y homenajear. Si el año pasado se cumplían nueve décadas del desembarco de Alhucemas, en el presente se cuentan 125 años desde la fundación de lo que fue el embrión del actual Regimiento de Artillería Mixto 32 (RAMIX 32), efeméride que ha motivado la exposición que actualmente acoge el Museo Militar.
Como el comisario de la muestra indica, la presencia de la artillería en Melilla se remonta a los tiempos de su conquista por parte de la Corona de Castilla en 1497. “Pedro de Estopiñán trajo consigo un mayor de artillería, Ramírez de Madrid, hombre muy bregado en los combates”. Los españoles hicieron viajes de reconocimiento y el día del ataque desembarcaron de noche en lo que hoy es Melilla La Vieja. “Por la mañana ya estaba montada una defensa, como una barricada y la conquista fue rápida”.
Desde entonces, “siempre ha habido artillería de plaza” en Melilla, porque en todo momento estuvo “sometida a la presión de las cabilas rifeñas”.   
La exposición se centra especialmente en los conflictos armados del primer siglo XX, es decir, la guerra de 1909, Annual (1921) y el desembarco de Alhucemas (1925), aunque hay objetos anteriores y posteriores a esas fechas.

 Piezas de época
En la sala de muestras temporales pueden observarse algunas piezas de artillería de época, mapas (incluido uno en inglés de finales del siglo XIX), cuadros, fotografías, maquetas y dioramas representativos de hechos de armas en los que tomaron parte unidades de artillería con base en nuestra ciudad.
Aunque tan llamativa o más que la exposición en el interior de la sala es la parte exterior, en la que se muestran al sol cañones de época (varios de comienzos del siglo XX) que con las vistas de fondo de El Pueblo y el mar forman una estampa digna de contemplar.
Volvamos dentro. Las pequeñas figuras de un diorama representan uno de los blocaos (un fortín de madera sencillo de montar y transportar) en los que los soldados españoles batallaron en la guerra de 1909. “El problema de la guerra de Marruecos fue siempre el agua”, explica el comisario de la exposición. “Había poca munición y pocos fusiles, pero lo peor era la sed. Un terreno seco, una orografía muy dura y en pleno mes de julio. Los rifeños aguantaban mejor”, relata Muñoz Amaro, quien subraya que la mayoría de los soldados españoles, reservistas venidos de la península, pasaban grandes dificultades para adaptarse a esas condiciones de lucha.
De esa representación de la llamada Guerra de Melilla a otra de los combates de Annual y a otra del peñón de Alhucemas. No sin antes hacer una parada ante un libro editado en 1910. “Una joya para los artilleros”, según afirma el teniente coronel. Se titula ‘Crónica artillera de la campaña del Rif’ y relata los hechos sucedidos un año antes.
Junto a ese libro, un busto del teniente Flomesta, artillero muerto en la posición de Abarrán, uno de los muchos episodios que componen los hechos de Annual. Flomesta fue condecorado a título póstumo con la Cruz Laureada de San Fernando, la más prestigiosa de las Fuerzas Armadas.
Fueron muchos los militares que sirvieron en lo que hoy es el RAMIX 32 distinguidos con ese honor. “Este regimiento es el más laureado de artillería de toda España”, proclama el teniente coronel Muñoz Amaro.

Annual e Igueriben
Toca regresar a Annual y a otro de sus momentos clave, la posición de Igueriben. Allí fueron localizadas unas vainas de proyectiles de artillería (la parte que aloja la pólvora). Eran propiedad del coronel Azcárraga, actualmente retirado, quien las ha cedido “gustosamente” al RAMIX 32 y pueden observarse en la exposición.
Preside la muestra un cuadro de Alfonso XIII, una obra que se creía desaparecida y fue encontrada a comienzos de este siglo “en un desván abandonado”. Según Muñoz Amaro, presidía la Junta de Arbitrio, “el Ayuntamiento de la época”. Tras ser concienzudamente restaurado (junto a él se muestra una imagen del estado en el que estaba cuando fue hallado), forma parte del valioso patrimonio que se exhibe al público en ‘De Estopiñán a nuestros días’.

 

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