El arquitecto José Antonio Fernández, miembro del Colegio Oficial de Arquitectos de la Ciudad Autónoma de Melilla (COACAM), declaró a El Faro que “la arquitectura actual debe pensar en crear un hogar a los más desfavorecidos”, en el marco de la exposición ‘Habitar’, que exhibe el Club Marítimo hasta este viernes, cuando miembros del Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana (COACV) cerrarán la actividad con una ponencia.
Esta muestra de 84 láminas es un proyecto desarrollado entre la COACAM y el COACV, que presenta el diseño de pequeños módulos habitacionales que pretenden dar cabida a las personas que, por cualquier catástrofe, hayan perdido su hogar y se vean en la necesidad de reubicarse en otro lugar provisional.
La exposición se cerrará con una ponencia
a cargo de arquitectos valencianos
Según Fernández, estos diseños también serían aplicables para acoger a personas desfavorecidas a nivel económico y social, migrantes y refugiados.
Repensar la arquitectura
El arquitecto de la COACAM señala que estos diseños buscan crear un “hogar en una zona hostil” y repensar la funcionalidad de la arquitectura como una herramienta para reflexionar sobre “qué necesita una persona para vivir de forma digna sin tener que dormir bajo un puente”.
Fernández cree que la arquitectura está pasando actualmente por un momento de incertidumbre, “con muchos interrogantes”. Atrás quedaron las construcciones de gran envergadura, es hora de adaptarse al pequeño espacio y de buscar alternativas que permitan cubrir todas las necesidades de forma práctica, asegura el arquitecto.
Construir y rehabilitar
La situación actual de la arquitectura es una lucha entre la construcción de obra nueva y la rehabilitación de edificios antiguos. Fernández afirma que a día de hoy la gran mayoría de proyectos son de rehabilitación de inmuebles. “Se trata de aprovechar los recursos que se tiene”, sentencia.
La arquitectura tiene que adaptar sus recursos
para crear un hogar en zonas hostiles
Etiqueta ecológica
Fernández huye de la moda de poner la etiqueta “ecológico” a todo, también en arquitectura. “Muchas veces es una estrategia de marketing cuando la repercusión de la construcción a la larga no es tan sostenible como se dijo”, lamenta. Siguiendo en esta línea, Fernández pone como ejemplo la edificación de un inmueble que puede ser más costosa inicialmente, pero que gracias a la inversión en materiales y equipos adecuados, puede ahorrar en mantenimiento a largo plazo.
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