La Agrupación de Cofradías hace un balance positivo de la Semana Santa

Gregorio Castillo considera que hay que seguir trabajando para evitar la falta de portadores que puso en riesgo la salida de algunos pasos el Jueves Santo

La Semana Santa de este año no ha tenido altibajos en Melilla, pero sí algún que otra amenaza que finalmente se resolvió con éxito. Fue fundamentalmente la falta de portadores que retrasó durante una hora la salida desde la parroquia de la Medalla Milagrosa en Batería Jota de la procesión del Flagelado y María Santísima del Mayor Dolor, y que también obligó a tirar del público para sacar algunos pasos de la histórica cofradía de Melilla la Vieja.
Los hermanos mayores de las distintas cofradías son conscientes de ellos y creen que deben agudizar su ingenio para evitar que circunstancias así vuelvan a repetirse en fechas muy propicias para el éxodo masivo de melillenses, tal cual reconoce el presidente de la Agrupación de Cofradías de Melilla, Gregorio Castillo, para quien es preciso “mantener las cosas buenas y seguir trabajando, con el fin de superar los obstáculos y no tener que dar nunca un pasito atrás”.
En su opinión, esta Semana Santa ha tenido “momentos de gran esplendor y en conjunto ha sido muy digna”. “El paso de ‘La Sentencia’, con su nuevo estilo sevillano fue espectacular, y la Procesión del Encuentro también ha sido fabulosa, como los pasados Jueves y Viernes Santo”, añade Castillo.
No obstante, reconoce que “la patente necesidad de portadores” obliga a plantear un problema que también se ha puesto de manifiesto con la recogida de túnicas de nazarenos por parte de melillenses que luego no han comparecido en las procesiones.
“Debemos pensar en tomar medidas para que esto no ocurra, para que quienes recojan los trajes verdaderamente salgan y para que la falta de portadores no sea un obstáculo en años venideros”.
Desde su punto de vista, la asociación de portadores de reciente constitución puede contribuir a solventar el problema. Sin embargo, la entidad aún no se ha ofrecido a la Agrupación de Cofradías. “Siempre es bueno sumar –dice Castillo- pero es preciso hacerlo con un trabajo serio y no de última hora, cuando la Cuaresma ya está encima. Hay que tener en cuenta que aquí no nos estamos jugando el futuro de una asociación cualquiera, sino de parte de las tradiciones de Melilla”.
Por lo demás, y a pesar de los ‘peros’, Gregorio Castillo dice que repetiría la Semana Santa 2010 tal cual la hemos vivido, “porque hemos podido salir con todos los pasos a la calle y esto es importante”.

Coincidencia

De la misma opinión es Juan Antonio Ramos, hermano mayor de la Cofradía del Flagelado y de María Santísima del Mayor Dolor, “a pesar del mal trago del Jueves Santo”; cuando a primera hora sólo se encontraron con 65 portadores para el Cristo y 42 para una Virgen que necesita como mínimo el doble para salir en procesión. “Al final, gracias a los que fueron llegando y las personas del público que aguardaban la salida de los tronos y que se ofrecieron para portarlos, logramos reunir a 130 portadores, más 30 voluntarios”.
La Virgen del Mayor Dolor salió a la calle con un centenar casi de hombres y mujeres de trono, y el Flagelado con 70. Pero la procesión se retrasó una hora “por culpa de los nervios y esas faltas iniciales más que otra cosa”, y no se recogió hasta las cuatro de la madrugada.
Un “mal trago” inicial que, no obstante, no varía el balance positivo final de la misma hermandad, aunque como señaló Juan Antonio Ramos “hay que reflexionar porque tras un año entero trabajando es triste que todo pueda irse al traste porque los portadores fallen”.

Pique superado

Por lo demás, tanto Ramos como Castillo, en su condición respectiva de hermanos mayores del Flagelado y el Cautivo, dan por superado unos malentendidos que el pasado año no hicieron posible el intercambio de portadores de los tronos del Rocío y el Resucitado en la procesión del Encuentro.
Aunque Ramos piensa que “aún hay cosas que se deberían aclarar”, Castillo dice que “las juntas de Gobierno de las hermandades no pueden entrar en los piques juveniles de los cofrades a través de las redes sociales de Internet. Nosotros debemos estar por encima porque no podemos perder de vista que somos grupos de cristianos que debemos solucionar nuestros problemas y entendernos”.