“La afectividad es un punto clave dentro de la Educación Infantil”

El Centro de Cruz Roja para niños de uno y dos años atiende a un total de 33 pequeños en las nuevas instalaciones.

“La afectividad es un punto clave dentro de la educación infantil, es decir, que el niño esté dentro de un ambiente cálido, acogedor y seguro donde se sienta querido y valorado”. Uno de los objetivos del Centro de Educación Infantil de Cruz Roja, tal y como indicó su directora Ana María Hidalgo. Este centro abrió sus puertas el pasado 15 de septiembre de 2010 y  ha compartido unos minutos con ‘El Faro’ para informar sobre sus características y actividades.
Hidalgo además es la responsable de la atención educativa, coordinadora y, por supuesto, maestra especializada en Educación Infantil, como también lo son sus compañeras María de los Ángeles Pérez y María Isabel Ferrer, quienes realizan atención asistencial y educativa. Además, durante unas semanas contarán con la ayuda de Remedios Castillejo, una joven técnico en Educación Infantil que proviene de los planes de empleo. El equipo se cierra con Ana María Muñoz, la limpiadora de este área y que conforma una pieza más del grupo.

Historia

En 1985 se creó la primera guardería de Cruz Roja y surgió porque en aquellos momentos había una escasez de centros en Melilla cuando la demanda era cada vez más alta debido a la progresiva incorporación de la mujer al mundo laboral. Cruz Roja pensó en el desarrollo de un centro con el que las madres de los ambientes más desfavorecidos pudieran llevar a sus niños y así conciliar la vida personal y laboral.
En este sentido, funcionó como guardería hasta 1995 cuando Cruz Roja se planteó elaborar un proyecto donde se recogiera este servicio como Centro de Educación Infantil, tal y como se indicaba a través de las normativas del Ministerio de Educación y Ciencia. Así, el proyecto contaba con los niños de cero a tres años, aunque actualmente sólo hay pequeños de uno a tres.

Nuevo centro

Desde la dirección del centro se indicó que estaban muy ilusionados con el nuevo local, ya que “aunque estuvimos muy bien en el centro que cedió la Ciudad Autónoma mientras se llevaba a cabo la construcción de éste,  teníamos muchas ganas de volver aquí, puesto que durante muchos años estuvimos en el ala izquierda del antiguo hospital de Cruz Roja”.  
En este sentido, cuentan con muchos materiales nuevos y los espacios son mayores, y por tanto, también más cómodos.
El centro cuenta con tres clases con todo el material pedagógico y  cada una de ellas tiene su aseo, una sala de usos múltiples para el descanso, los juegos y la alimentación; un pasillo, que no sólo es de paso, sino un espacio educativo; el despacho y sala de profesores; una cocina, para calentar la comida de los niños; un aseo para ellas y un patio al aire libre pero cubierto. Hidalgo aseguró que para ellas todos los espacios son  educativos.

Tres clases

“Nosotros organizamos a los niños no sólo por su edad cronológica sino por su nivel madurativo”, indicó la coordinadora y directora del centro. Así, dividen a los 33 niños en una clase para los de un año y en dos para la de los niños de dos años según este último criterio.  
Cada una de las profesoras trabaja con una programación propia adaptada a cada nivel, por ejemplo, Hidalgo cuenta con niños que hablan casi perfectamente por lo que emprende con ellos otras actividades a las de sus compañeras, aunque se traten las mismas temáticas.
Las actividades que realizan en el centro se dividen en dos grandes bloques que se llevan a cabo a través del juego, el recurso metodológico por excelencia. Por un lado, las tareas rutinarias, como son la alimentación, higiene y el descanso, siendo el segundo grupo las actividades de movimiento, lenguaje, expresión corporal  o musical y los cuentos, entre otras.
Algunas de las actividades extras son, por ejemplo, las fiestas de cumpleaños, ya que muchas madres llevan las tartas y los globos, además de las clásicas de todos los años como la Navidad, Carnaval y la de fin de año. En concreto, estos pasados días recibieron la visita de  Papá Noel e incluso se llegaron a vestir de pastores o kandoras. Sin embargo, no realizan actividades fuera del centro porque son pocas maestras y los niños demasiado pequeños para ello.
No obstante, una de las actividades más divertidas es cuando la Policía Local les visita para explicar su trabajo y realizan un circuito en el que participan todos con sus bicis.

Perfil de los niños

Estos niños pueden acceder de dos formas en el centro, a través de becas del IRPF y ayudas de la Cruz Roja para aquellos que provengan de ambientes desfavorecidos y el otro grupo de niños son  del entorno próximo y cuyos padres pueden abonar 160 euros al mes para tener este servicio. Con ello se pretende financiar y mantener este programa e integrar a todas las clases sociales.
Así, algunos de los niños provienen del piso de mujeres maltratadas, por lo que se reserva siempre un número de plazas para atenderlos. En este sentido, Hidalgo aseguró que los niños se adaptan rápidamente al centro y a sus compañeros aunque vengan de ambientes complicados.
El horario es de 8:30 a las 13:00 horas, menos un grupo que se queda a almorzar con la comida que llevan desde casa y van a recogerlos a las 14:30 horas. Los niños que necesitan este servicio son unos 16.