Opinión

La aduana comercial y la españolidad de Melilla

Marruecos cortó la aduana comercial de Melilla en el verano de 2018 so pretexto de que quería potenciar el puerto de Beni Enzar. Según se dijo y se escribió por entonces, las autoridades aduaneras marroquíes se negaban a cruzar datos con la Aduana de nuestra ciudad y en el país vecino sospechaban que estaban siendo víctimas de fraudes a mansalva.

De hecho, esta semana, un diario marroquí publicó declaraciones del Gobierno de Marruecos asegurando que anualmente pasaban por la frontera de Ceuta y Melilla a hombros de las porteadoras mercancías valoradas en mil millones de euros.

Estas cifras hay que cogerlas con pinzas porque en la misma noticia se dice que por los puestos fronterizos de las ciudades autónomas circulaban diez mil personas al día y éste es un dato que dista de las 30.000 entradas y salidas, de media, que contabilizaban las autoridades españolas.

El caso es que Marruecos pone estos números sobre la mesa para justificar el fin de los porteadores. Algo que en estos momentos no necesita explicación. Daba de comer a mucha gente a ambos lados de la frontera, pero era injusto, degradante e inhumano. Tenía que desaparecer y desapareció.

En todo caso esos números no justifican el cierre de la aduana comercial de Melilla cuya reapertura se quiere interpretar ahora como un reconocimiento velado a la españolidad de las ciudades autónomas.

Entiendo que en Ceuta den por buena esta hipótesis, pero en Melilla hemos tenido abierta la aduana hasta hace cuatro años y eso no impidió que las autoridades marroquíes siguieran llamándonos de aquella manera innombrable.

Desde el momento en que Marruecos construye un foso pegado a nuestra valla y refuerza su alambrada con concertinas está reconociendo tácitamente que esto es una tierra independiente. Rizar el rizo en estos momentos no tiene mucho sentido.

Reabrir la aduana comercial de Melilla no significa que Melilla deje de ser pretendida por Marruecos. Sólo significa que vamos a volver a importar y exportar mercancías de forma reglada entre nuestra ciudad y el país vecino y con ello vamos a dejar menos espacio a la corrupción y al estraperlo. Las prohibiciones sólo traen intermediarios, trapicheos y productos cada vez más caros. Eso es un hecho, no una elucubración.

Marruecos en los últimos tiempos se ha estado codeando con Estados Unidos y con Israel y eso es un signo de modernidad que también deberá notarse en las relaciones comerciales con el resto del mundo. Y nosotros formamos parte de ese mundo. Eso es un hecho, no una elucubración.

En definitiva, la decisión unilateral de cortar la importación y exportación legal de mercancías a través de la aduana comercial de Melilla se vendió envuelta en sentimientos chovinistas. Se dijo que se quería desarrollar la zona y levantar grandes superficies, construir hoteles, llenar aquello de ingleses, etc.

Ese cierre de la aduana comercial de Melilla, obviamente estranguló el puerto de nuestra ciudad, que sólo ahora empieza ahora, poco a poco, a recuperar pasajeros después de tocar fondo, con pérdidas reconocidas de 7 millones de euros. Está claro que no tiene sentido descargar un contenedor en Melilla si no puedes sacar esa mercancía por ninguna parte y tampoco tienes aquí consumidores que la demanden.

A Melilla en los dos últimos años ha llegado sólo la mercancía que consume una pequeña ciudad de 83.489 habitantes. Lo demás, se fue directo a Nador. Por ahí ha entrado dinero. No sabemos cuánto, pero ha entrado.

Sin embargo, cuando se pasea por las calles de Beni Enzar, la ciudad fronteriza que quizás más ha sufrido el cierre de la frontera, se puede comprobar que el dinero que ha entrado por el puerto no se ha revertido en mejorar las condiciones de vida de la gente. Las calles siguen como estaban hace dos años. Es como si se hubiera detenido el tiempo.

Lo que no ha cambiado es la hospitalidad de la gente de Nador con quienes salen de Melilla. Ahora, hay quinielas que sitúan la próxima reapertura de la frontera entre el 14 y el 20 junio. Habrá que esperar, con la fe de que el baile de fechas que vivimos para abrir la frontera no vuelva a repetirse.

Compartir

Artículos recientes

Prueba Video Embed DailyMotion

La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…

1 mes hace

Los Caleros de Ayamonte de Pepe Gámez

En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…

3 meses hace

Indagando sobre el sentido del temor a la muerte

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…

3 meses hace

Percebes

De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…

3 meses hace

Derecho a discrepar

Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…

3 meses hace

Verano del tiempo viejo (VII)

Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…

4 meses hace