En la quinta ola de la pandemia del coronavirus los pacientes contagiados por covid que ingresan al hospital han pasado de ser personas de media o avanzada edad con morbilidades a personas jóvenes sin vacunar. Así dijo a El Faro Elisabet García, médico internista del Comarcal, quien señaló a la variante Delta como factor determinante para que se dé esta situación, ya que esta es más virulenta y agresiva que las anteriores.
No cree que la situación de la pandemia sea comparable a la vivida el año pasado, teniendo en cuenta que no existía una vacuna y que se venía de una primera ola con mucha incertidumbre. Lo que sí le alarma, subrayó, es el nuevo perfil del paciente que está entrando: joven y sin vacunar.
El director de Salud Pública, Juan Luis Cabanillas, en una entrevista a El Faro, informó que la cepa Delta ocupa en España y en Melilla el 88 por ciento de todos los casos y la razón por la que se ha extendido la ocupación hospitalaria es “por la alta incidencia en los grupos más jóvenes que ha llegado a estar en 1.300 y se ha ido extendiendo a los grupos de más edad”.
Dado el cambio de paradigma, García contextualizó que en el momento en el que no había variantes ni vacuna, los ciudadanos de mayor edad y con enfermedades eran los más vulnerables ante el coronavirus, pero dado que se les priorizó para la vacunación y que han llegado variantes del coronavirus más fuertes, son las personas sin vacunar las que están ingresando en el hospital; exceptuando algunos casos. Puso el ejemplo de un joven de 29 años que subió a la UCI durante unos días, estaba sin vacunar. Lamenta que muchos no tengan administradas las dos dosis por historias inventadas que han circulado por las redes sociales y han provocado miedo o corrientes de negacionismo. “Ahí tenemos un caballo de batalla pendiente”, señaló.
En este momento, la Planta de Medicina Interna del Hospital Comarcal trabaja conjuntamente con los neumólogos viendo pacientes covid y otras patologías. Explicó que, al principio de la pandemia, los neumólogos se encargaban solos de los pacientes con coronavirus, pero a medida que fue pasando el tiempo, se dieron cuenta de que ellos solos no podían asumir todo el peso y por ello entró Medicina Interna para apoyar. “Mucha gente no sabe lo que hacemos, somos los médicos que saben de todo un poco en el hospital”, dijo. También han visto pacientes covid con ellos cardiólogos, digestivos, neurólogos, oncólogos, etc.
En su día a día laboral, detalló que algunos de estos pacientes sin vacunar se han arrepentido de no haberlo hecho. Recordó un joven que compartió UCI con un hombre de 36 años que falleció en las últimas semanas por covid y expresó estar arrepentido de no haberse vacunado. Venía de un grupo de amigos que tampoco lo habían hecho y les pidió que se vacunaran diciéndoles que la pandemia es un asunto serio y que él mismo lo estaba pasando mal. Aseguró que se iba a vacunar cuando saliese del hospital
Actualmente, explicó que la variante mayoritaria es la Delta. Es por ello que subrayó la importancia de vacunarse porque saben que funcionan. “Simplemente comparando el invierno pasado con este, ahora se ve que las personas que están vacunadas pasan la enfermedad mucho más leve” y los que se ingresan se hace principalmente para vigilarlos porque hay casos en los que son de avanzada edad o tienen morbilidades. Así pues, los mantienen unos días en el hospital observando que no se les alteran los parámetros sobre los que suele actuar el covid y unos días después les dan el alta. Insistió en que hay casos excepcionales de personas vacunadas con neumonía, pero la gran diferencia se ve en aquellas que no lo están. “Lo que tenemos que intentar es que, si antes eran 10 neumonías graves, ahora sea una y ahí está el éxito de la vacuna”, señaló.
Sobre si las embarazadas deben vacunarse o no, aseguró que “es peor lo que les puede ocurrir si no se vacunan que cualquier complicación que puedan tener si lo hacen”. Expuso que el propio embarazo hace a las mujeres más propensas a los trombos y además el covid produce más trombos que la vacuna. “Valorando los riesgos y los beneficios, ¿qué prefieren, pasar un covid con riesgo de entrar en la UCI y ver qué pasa o ponerse la vacuna y asumir un pequeño riesgo.
Evitar la enfermedad grave
De todas formas, García dijo que entendía a aquellas personas que tienen reticencias hacia la vacuna porque ha sido “un comienzo muy tortuoso” y que los efectos secundarios que tiene se expusieron en exceso, acumulándose en poco tiempo los efectos adversos. “Ahora ya se ha ido diluyendo y ya no se escucha nada de trombos y tenemos un número de efectos adversos normales”, apuntó.
Ella misma como sanitaria afirmó haber recibido insultos por su trabajo en las redes sociales, llegando incluso a ser acusada de que el Gobierno le estaba pagando para mantener la pandemia y les respondía si pensaban que ella no tenía ganas de hacer una vida normal sin tener que estar limitada por las restricciones anticovid y sin poder ver a su familia en la península. Ha visto a pacientes ingresados por irresponsabilidad o haber estado en reuniones familiares muy graves. Cree que se ha mostrado poco las muertes que ha habido y los pacientes ingresados. Añadió que hay numerosas personas que han quedado con secuelas tras meses tumbadas en la cama de la UCI, como pesadillas por la medicación que han tomado o los sueños vividos que tienen.
La vacuna no va a evitar que tú te contagies, pero evita la enfermedad grave, recalcó García y explicó que la vacuna genera anticuerpos; esto no significa que la persona no vaya a estar en contacto con el virus o que no vaya a contagiar. Entiende que hay ciudadanos que piensan que la vacuna no funciona porque existen estos contagios, pero apuntó a que hay que tener en cuenta lo anteriormente mencionado, que es para que la enfermedad tenga menos impacto en aquél que se contagie.
“Si no nos vacunamos, el virus siempre va a tener un grupo de gente a la que atacar; si todos estamos vacunados, el virus tendrá a menos gente a la que contagiar” y para aquellas personas que piensan que es un asunto personal, García dijo que “aquí el problema es de todos” y cree que es una actitud egoísta. Señaló que estamos hablando de una pandemia mundial y subrayó que por las personas que no deciden vacunarse “los contagios siguen, los casos siguen, las restricciones van a aumentar y al final hay gente que cerrará sus negocios por estos problemas ¿Cuánta gente se ha quedado sin el pan que sustentaba su casa? ¿Cuántos locales han cerrado?” y es por ello que piensa que ir a vacunarse es “un acto de generosidad “ porque si uno mismo se vacuna está poniendo de su parte para que la pandemia pare o frene. “Tenemos que intentar que es que no lleguemos como en el invierno pasado que no podíamos salir casi a la calle; tenemos que evitar entre todos ese tipo de restricciones y eso lo hacemos vacunándonos”, dijo.
Y es que las variantes cada vez han ido a peor, apuntó. Durante la segunda ola, que fue la que hubo entre octubre y noviembre de 2020, explicó que fue larga en tiempo, pero no hubo picos de ingresados ni se tuvo que estar llevando pacientes a la península. Sin embargo, en la tercera ola, que fue la de después de Navidad, llegó la variante Británica y calificó este período de “terrible” porque tuvieron bastantes ingresos y se tuvo que evacuar a numerosos pacientes a la península. Ahora, con la variante Delta, indicó que hay que tener en cuenta que una parte de la población está vacunada, pero estima que sin este factor, el impacto hubiera sido cercano al de la Británica
Cree que si la ciudadanía pone de su parte, vacunándose y cumpliendo las normas anticovid, se podrá volver a viajar como antes y reunirse con nuestro entorno con normalidad, haciendo una vida normal.