l conjunto melillense le faltó cerrar el partido cuando pudo hacerlo. También le faltó concentración y manejar en su beneficio el poco tiempo que restaba para la conclusión después de marcar Chota el segundo gol en el minuto 86. Óscar Cano, que realizó un planteamiento de libro ante un poderoso rival, deberá echar mano también del manual del 'otro fútbol' e instruir a sus jugadores en esa faceta ya que al igual que ocurriera frente el Badajoz, el Cádiz logró empatar a falta de dos minutos para la conclusión y, de nuevo, aunque en ésta ocasión duela menos, volaron otros dos puntos de Álvarez Claro cuando ya casi estaban en la saca azulina.
Lo mejor del partido de ayer fue la actitud del equipo ante un colosal plantel digno de una categoría superior que sufrió lo indecible para frenar a un Melilla que cuando quiso pudo. Lo peor, sin lugar a dudas, fueron las lesiones de Jonathan Granada y Dorronsoro. El primero con una probable rotura en el isquiotibial de la pierna izquierda y el segundo, a falta de pruebas fidedignas, con una lesión que podría mantenerlo apartado de los terrenos de juego bastante tiempo. La desgracia de uno abrió la puerta a otro. Gerardo sustituyó a Dorronsoro y debutó bajo el marco azulino. El catalán, que apenas tuvo trabajo, nada pudo hacer por evitar los dos goles gaditanos precedidos por dos desajustes defensivos, sobre todo en el del escocés Ikachi Anya en el que la zaga no estuvo fina y que significó empate definitivo.
Salvo en algunas fases del segundo tiempo, el partido resultó trepidante. Pronto se vieron sobre el tapete verde las intenciones de los técnicos y los equipos maniobraron con sistemas claramente diferenciados. Óscar Cano apostó por colocar a Dani Fragoso como pivote defensivo y a Solabarrieta y Granada por delante con Velasco y Rubén Cruz muy pegados a las bandas trazando continuas diagonales y Edgar como hombre más adelantado. El Cádiz como se esperaba: con Óscar Pérez y Héctor Yuste en el doble pivote y tres auténticas balas por delante. Ikechi Anya, Akinsola y Ferreiro fueron un constante quebradero de cabeza para sus marcadores con Dioni por detrás del goleador.
Así a los tres minutos de juego Akinsola engatilló desde dentro del área y Dorronsoro respondió enviando a córner.
Cinco minutos después, en el ocho, la estrategia volvió a funcionar a los de Cano. Dani Fragoso abrió hacia la izquierda sobre Raúl García que centró al área y Rubén Cruz de perfecto testarazo batió ajustado al palo derecho a Aulestia estableciendo el 1-0 en el marcador.
El juego no daba tregua y a renglón seguido otra vez Akinsola, algo escorado, conectó un potente chut que Dorronsoro desvió a córner cuando el cuero se colaba por la escuadra.
El peligró regresó al portal cadista cuando Mahanán y Velasco a punto estuvieron de rematar un saque de esquina ejecutado por Fragoso. La respuesta no tardó en llegar y Akinsola asistió en la frontal a Ferreiro que disparó a las nubes.
El ritmo de juego seguía siendo elevado y con alternativas en el juego. En el 21 Góngora convirtió un saque de banda en córner y el rechace de la zaga azulina acabó en falta de Velasco en la frontal del área que el propio Góngora se encargó de lanzar con potencia y muy cerca del palo derecho del portal melillense.
El infortunio que acosa al Melilla en forma de lesiones apareció en el 28 cuando Granada tuvo que retirarse lesionado con molestias en el isquiotibial izquierdo siendo sustituido por Nacho Aznar estuvo muy participativo en el juego y al poco de su entrada se marchó de su marcador, pasó a Edgar que buscó el remate de cabeza de Rubén Cruz que a punto estuvo de hacer el segundo. Pasado el 40 de juego Edgar salvó la salida de Aulestia y casi sin ángulo disparó a puerta pero el colombiano Jeison Murillo evitó el gol despejando el cuero sobre la misma línea. Aún hubo tiempo para más y al filo del descanso Ikechi sorteó cuantos obstáculos le salieron al paso, buscó la frontal y lanzó un tremendo cañonazo que Dorronsoro despejó a córner.
Tras el descanso, al que se había llegado con ventaja azulina, el guión varió. Si en la primera mitad fue el Melilla el equipo que más dominó, en la segunda, al menos hasta el gol del empate, fue el Cádiz el que llevó la iniciativa. Así al filo de la hora de juego, De Coz subió la banda derecha y envió al área para que Juanjo, que había sustituido a un desdibujado Dioni, cabeceara a las manos del meta local.
Poco después, en el 66, se produjo una nueva acción desgraciada en la que Dorronsoro cayó lesionado al bloquear un balón sin peligro aparente por lo que tuvo que ser sustituido, entre una clamorosa ovación, por el españolista Gerardo.
A poco de reanudarse el juego, que estuvo casi cinco minutos detenido, De Coz volvió a profundizar por su banda y sirvió un pase raso hacia atrás que Juanjo remató al fondo de la red estableciendo la igualada en el electrónico. Casi al minuto siguiente fue Ikechi quien enganchó una volea en el segundo palo que se fue alta. La reacción azulina fue inmediata y Edgar disparó dentro del área pero la zaga visitante envió a córner y a la salida de éste Nino tuvo el gol en sus botas pero Aulestia estuvo atento al remate.
El Melilla, espoleado por el gol del Cádiz, buscó de manera insistente el segundo gol y Edgar, por enésima vez, se revolvió dentro del área pero su disparo golpeó en un defensor.
Cano decidió dar entrada en el campo a Chota en busca de la victoria y tras un remate en plancha de Nacho Aznar, volvió a funcionar la estrategia azulina. Corría el minuto 86 cuando el árbitro, que se mostró muy permisivo con la defensa visitante, se dignó en señalar un libre directo muy cerca de la frontal del área del Cádiz. Fragoso tocó en corto sobre Velasco que habilitó un potente disparo de Raúl López ante el que Aulestia solo pudo rechazar la pelota y Chota, muy atento, fusiló a la red consiguiendo adelantar a su equipo por segunda vez en el partido.
Jose González, que había decidido dar entrada a Moke en el centro del campo, se vio obligado a cambiar de decisión y optó por dar entrada a Juanse para buscar, al menos, un punto que ya tenía en el bolsillo. Y lo que son las cosas, una nueva jugada de estrategia con envío en largo en un saque de banda, el cuero llegó al segundo palo donde entre una maraña de jugadores apareció Ikechi para conseguir de potente disparo el definitivo empate a dos. Sólo habían pasado dos minutos de la celebración azulina y faltaban los mismos minutos para llegar al 90 de partido.
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