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Promete mejorar ofensivamente a un equipo que, con la categoría salvada, “ya no tiene nada que perder”
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El melillense dice afrontar “con mucha ilusión” su cuarta etapa al frente del banquillo
uan Moya Toré (26/05/1953) ya es oficialmente entrenador de la Unión Deportiva Melilla. Después de cerrar los últimos flecos contractuales con su predecesor en el cargo, el técnico melillense era presentado en la mañana de ayer en la sala de prensa del club y este mismo domingo podrá dirigir a su nuevo equipo desde el banco. Luisma Rincón, presidente de la Unión Deportiva Melilla, ha ejercido de maestro de ceremonias en la presentación del nuevo preparador unionista.
El máximo dirigente de la entidad ha destacado la experiencia y el conocimiento de la casa de Moya, razones que han acabado definiendo su elección como comandante del navío azulino de aquí a final de temporada. Con esta decisión, afirmaba Rincón, “se ha buscado aportar el revulsivo idóneo para afrontar las nueve finales que quedan”.
En sus primeras palabras como técnico del equipo norteafricano, Juan Moya comenzaba agradeciendo a la U.D. Melilla la confianza que ha depositado en él para dirigir una vez más al equipo de su tierra. Asimismo, ha valorado positivamente el trabajo de su antecesor, Josu Uribe, llevando la batuta del equipo norteafricano.
Señala que va a intentar, por todos los medios, canalizar la ilusión de la directiva y de la afición en unos jugadores que, ya de por sí, están muy motivados con la posibilidad de acabar en puestos de liguilla.
“Evidentemente no es algo fácil, apenas llevo dos días trabajando con ellos y las cosas no pueden cambiar de la noche a la mañana. El equipo está muy bien trabajado en el aspecto defensivo y probablemente ahora me toque de dotarlo de otros detalles, buscando mejorar por ejemplo el perfil ofensivo del mismo”.
Confirma que su ligación contractual con la U.D. Melilla se extiende únicamente hasta final de temporada y que hoy mismo se ha tramitado su ficha, razón por la cual podrá sentarse este mismo domingo en el banquillo de su equipo. Eso no significa que, a día de hoy, conozca plenamente a su plantilla o tenga ya totalmente inserto un estilo de juego determinado entre sus pupilos. Aún así, y con toda certeza, en el choque ante el Sanluqueño se empezarán a observar ciertas pinceladas características del melillense.
“Los jugadores quieren hacer algo bonito, algo grande, y vamos a lucharlo entre todos. Esta situación es mucho más cómoda para mí que las anteriores veces en las que he entrenado al Melilla (peleando por la permanencia o en campañas con un número fijo de jugadores de la tierra). La categoría ya está salvada, por lo que no tenemos nada que perder. Diciendo esto está todo dicho. Debemos ser todo lo ofensivo que podamos sin romper todo lo bueno hecho por Josu, ya que éste es un equipo bárbaro, con mucha solidaridad en el esfuerzo… en resumidas cuentas, muy fiable”, ha comentado el técnico.
“A partir de ahí, lo único que necesitamos es la suerte de que el balón entre, pero sin volvernos locos. Usando la metáfora de Valdano, aquella de la manta corta, no puedes descubrirte la cabeza y dejarte los pies sin tapar. Eso sí, vamos a intentar ganar todos los partidos que quedan hasta el final, no nos queda otra”, ha solucionado el técnico.
Avisa, eso sí, que debido a la premura de su contratación “este domingo no van a verse grandes cambios”, ya que considera imprudente el cambiar de un día para otro la filosofía que los ha colocado donde están.