Agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, en colaboración con la Brigada Provincial de Información de Melilla, detuvieron en la madrugada del lunes al martes a un español de 21 años por su presunta implicación con el Daesh. La operación se desarrolló en La Cañada. Según el Ministerio del Interior, este joven realizaba actividades de auto adoctrinamiento, de “alta intensidad”, y adoctrinamiento a terceros de su entorno más próximo, como parte de su apoyo a la estrategia global de reclutamiento de esta organización terrorista.
El detenido mostraba “plena adscripción y compromiso con la organización terrorista y realizaba labores de captación utilizando Internet y las redes sociales”, añadió Interior. Se caracterizaba por ser de aquellos seguidores que han sido captados y adiestrados a distancia por la organización terrorista Daesh a través de su despliegue propagandístico
Podría haber atentado
Esta operación “implica la neutralización de una potencial amenaza”, subrayó el ministerio en una nota de prensa, ya que el detenido había pasado del auto adoctrinamiento a la fase de “captación y adoctrinamiento de nuevos miembros”, que lo situaba en un punto de “plena disposición con la organización terrorista”. En este sentido, señaló que ese compromiso podría haberle llevado a “cometer atentados, tal como reclama Daesh, siguiendo el ejemplo” de otros individuos que han cometido actuaciones violentas y terroristas en Europa y en Estados Unidos.
Según Interior, este hombre de 21 años “había sufrido un intenso proceso de radicalización en el que su actividad delictiva había ido evolucionando” con un “auto adoctrinamiento continuo y progresivo”, de forma que navegaba por Internet de manera exclusiva sobre contenidos referente a Daesh. Es más, apuntó que se descargaba contenidos relacionados con esta organización terrorista de manera compulsiva.
Los vídeos a los que accedía este presunto seguidor de la organización terrorista eran de contenido “muy violento y explícito”. Accedía a ellos a través de una red de comunicaciones de “difícil acceso para dificultar su localización” a los policías.
Según los investigadores, el detenido adoptaba “medidas de seguridad extraordinarias al mostrarse muy reservado y cauto para evitar ser detectado por los agentes policiales”.
Por ello, sus opiniones se las guardaba “para las reuniones que mantenía con aquellas personas de su círculo más íntimo a los que pretendía adoctrinar y adherir a la causa terrorista yihadista”.
Además, la Policía afirma que el detenido, había mantenido contacto directo con individuos condenados actualmente por su pertenencia e integración en Daesh, procesados que captaban, adoctrinaban y enviaban combatientes desde Melilla y Marruecos a zonas de conflicto”.
Entre estos destaca un melillense que se marchó en 2012 y que se convirtió en dirigente de una katiba yihadista en Mali y que supuestamente falleció en combate en 2016 en Tombuctú.
En el desarrollo de este operativo, la Policía Nacional tomó declaración a dos personas más, dos hombres de 21 y 28 años, ambos de origen español, “que como consecuencia de la labor adoctrinadora del principal detenido, han mostrado su apoyo a Daesh, incluido la defensa del atentado terrorista ocurrido en Barcelona el pasado mes de agosto”.
Ambos estaban inmersos en un “continuo proceso de adoctrinamiento y consumían material propagandístico de la organización de manera reiterada e incluso habían llegado a valorar la posibilidad de cometer atentados”.
La operación, que continuaba ayer abierta, se desarrolló bajo la supervisión del Juzgado Central de Instrucción número 2 y la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
Por su parte, el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, indicó ayer que no cree que esta operación tenga nada que ver con la que se llevó a cabo en septiembre, cuando se detuvo a un melillense (trabajador del centro de reforma y exmilitante del PP) como líder de una célula yihadista mientras estaba en Marruecos y a una persona de origen marroquí en el Monte María Cristina.
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, aseguró ayer que el joven detenido en Melilla “no hacía pública su radicalización y por lo tanto, era una persona difícil de detectar. Pero aún así, la Policía ha logrado localizarle y merece un aplauso importante”. En una entrevista en Onda Cero, Zoido comentó que el detenido había tenido unas actividades “intensa y extensa” desde el punto de vista del adoctrinamiento. También indicó que siguió su proceso de radicalización cuando algún miembro de su grupo de amistades fue detenido por su vinculación con Daesh.
El ministro del Interior reiteró su reconocimiento a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado porque están de forma permanente trabajando en redes sociales para detectar con carácter previo a personas radicalizadas para que no comentan delitos.
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