José Antonio Hurtado Narváez (17 de septiembre de 1981) Nace en la ciudad y crece acompañado de su hermana Eva cuatro años mayor. Realiza sus estudios en el colegio publico San Isidoro y posteriormente en el IES Enrique Nieto. Compagina estos estudios ordinarios con los estudios de música (percusión) en la escuela de música de la asociación banda orquesta y coro Paula Guillen. Ingresa en las Fuerzas Armadas en junio del 2000 en el regimiento de Caballería acorazada Alcántara 10 de Melilla. Después realiza el cambio de especialidad adquiriendo la especialidad de Música y presta actualmente sus servicios en el Batallón del Cuartel General de la Comandancia General de Melilla.
Además, es el tesorero de la Asociación Amigos de la Música.
Está casado y tiene un hijo.
En cuanto a su filosofía de vida es “haz el bien y no mires a quien”.
–¿Cómo se describiría a nivel personal?
–Una persona a la que le cuesta abrirse, pero una vez lo hace da toda su confianza.
–¿Qué prenda de ropa no falta en su armario?
–Un chándal cómodo, de esos que no se usan para salir a la calle, con la gomilla pasada, descolorido pero de los que da pena de tirar porque es muy confortable.
–¿Le gusta llevar alguna joya? ¿Tiene algún significado especial?
–Llevo únicamente la alianza de casado. En otro tiempo, llevaba una medalla con un Cristo Crucificado y una esclava, aunque las dejé de llevar cuando empecé a entrenar judo. Por tal de no estar poniendo y quitando, las dejé de poner definitivamente.
–Expresión melillense que más use o que le llame la atención
–Cuando el Gurugú lleva turbante hace viento de levante.
–Un rincón de Melilla del que nunca se aburre de visitar.
–Melilla la Vieja, en especial la Capilla de Santiago, en la plaza Pedro de Estopiñán, posiblemente la única obra gótica de todo el continente africano.
–Su libro favorito. ¿Cuándo leyó el último?
–No tengo ningún libro favorito. Es una de mis asignaturas pendientes. Soy muy mal lector de libros. Prefiero otro tipo de lecturas como novelas gráficas o comics, la ‘Muerte de Superman’ de Louise Simonson es muy recomendable.
–¿Películas o series? ¿Alguna favorita?
– ‘El padrino II’ para mí una obra maestra del cine junto con ‘La lista de Schindler’ o ‘La vida es bella’. Actualmente sigo alguna serie de alguna de las plataformas audiovisuales de tanta fama en la actualidad, pero solo por pasar un rato de paz en el sofá junto a mi mujer.
–Mi tiempo libre lo dedico a...
–A mi familia y mi música (cofrade) en la hermandad de la Flagelación.
–Un recuerdo de la infancia.
–Las carreras de bicis con todos los críos del barrio, cuando aún se podía correr por el barrio sin riesgo a ser atropellado por un Volkswagen golf con el reggaeton a toda pastilla.
–Un juguete.
–Más que un juguete una almohada que me hizo mi abuela materna nada más nacer y que conservé hasta casi los 16 años, aunque tampoco olvidaré nunca la primera bicicleta que me compraron mis padres.
–Su fiesta favorita.
–La Semana Santa es una época que me ha dado muchas alegrías, pero sí que es verdad que ahora que soy padre de un niño de tres años, el despertar de la mañana de Reyes es un momento muy especial.
–¿Cocina? ¿Se le da bien?
–Cocino peor de lo que yo me creo, pero sí que es verdad que los comensales que disfrutan de mis platos no se me han quejado, tampoco tienen muchas más opciones.
–No puede resistirse a un plato de...
–Lentejas de esas que hacía mi madre cuando era pequeño.
–¿Qué tarea del hogar no soporta?
–Doblar y ordenar los armarios riñen con mi capacidad nula para planchar las mangas de las camisas.
–¿Personaje histórico que le llame la atención?
–Cualquier libre pensador y artistas que nos ha dado la historia.
–Si pudiera viajar al pasado, ¿a qué época le gustaría ir?
–Al renacimiento italiano, al preciso momento en el que Miguel Ángel está realizando las pinturas de la Capilla Sixtina.
–¿Viajaría al futuro?
–Sí, pero solo para comprobar que los míos están bien y han logrado realizar sus deseos.
–¿Es supersticioso?
–No, pero por si acaso no paso por debajo de una escalera.
–¿Se arrepiente de algo?
–No. En la vida no hay que arrepentirse de hacer algo, siempre que no sea para hacer el mal. Echando la vista atrás, siempre piensas en que debería haber hecho esto o aquello, pero arrepentirme no. Todo pasa como debe pasar porque si no, no hubiese pasado en ese momento y de esa forma.
–¿Cuál es su principal miedo?
–Que suceda algo malo a cualquiera de los míos y no pueda hacer nada para ayudarlos.
–Algo que deteste de usted mismo.
–Mi cabezonería, sé que debo ceder en algunas cosas, pero…
–Un lugar de ensueño para ir de vacaciones.
–Islandia y las rutas de hielo y fuego, es un viaje pendiente que ya tenemos hablado en casa.
–Si le tocara la lotería…
–Dependiendo de la cantidad, quitar las trampas que pudiera tener y echar una mano a la familia si lo necesitara.
–Un chiste.
–Una señora levanta la mano para parar un taxi gritando: “¡Taxi!”. Y el taxista le responde gritando: “¡Señora!”.