Jornada nefasta para el Melilla en el grupo IV de Segunda B

• La competición ha entrado en su fase decisiva en la que los errores se pagan muy caros

• Los melillenses se encuentran separados cuatro puntos de las plazas que dan derecho al ascenso

La UD Melilla veía truncada en Almendralejo la buena racha de dos victorias consecutivas con la que afrontaba su visita al Francisco de la Hera para medirse al Extremadura, cuarto clasificado y al que de ganar hubiera sobrepasado en la tabla y apeado de los puestos de privilegio.

El equipo azulino distó mucho de ser el de las dos últimas jornadas al menos en cuanto a erigirse en protagonista a la hora de llevar la iniciativa en el juego. Sobre todo en un primer tiempo en el que el conjunto que dirige Manolo Herrero fue muy inferior al de Martín Vázquez, que tuvo casi siempre la posesión de la pelota y en el que pudo dejar claramente sentenciado el partido.

El gol de los azulgranas, fruto de una buena acción colectiva que iniciaba y finalizaba Kike Márquez tras un medido pase al segundo vértice del área de meta del exazulino Jairo Izquierdo, premiaba al filo del descanso la mejor propuesta de los extremeños ante un Melilla timorato y romo en ataque.

Con el marcador en contra a la escuadra norteafricana no le quedaba otra que dar un paso al frente y buscar al menos rescatar un punto para seguir a tiro de piedra del cuarto puesto. El equipo azulino, más fiel a su estilo, completaba una aceptable segunda mitad, aunque sin prodigarse a la hora de generar verdadero peligro. Herrero no encontró la solución deseada para regresar con un resultado positivo de tierras extremeñas. El iliturgitano no agotó los cambios -solo hizo dos- en busca de alternativas y en esta ocasión no es que fuera por falta de efectivos, ya que disponía de 18 futbolistas inscritos en acta.

A pesar del paso atrás de cara a las pretensiones del club que preside Luisma Rincón, justo es de reconocer que posibilidades de entrar en puestos de playoff 'haberlas hay las'. Aunque para ello se antoja vital conseguir la victoria el próximo domingo en La Condomina ante el UCAM Murcia, un equipo que llega a la cita tras haber dejado escapar 10 puntos de los últimos 15 disputados. Y teniendo en cuenta también la serie de enfrentamientos directos que tendrán lugar en las próximas jornadas.

Quedan siete jornadas para el final de la fase regular del campeonato. Un tramo decisivo en el que tanto el Real Murcia como el Extremadura y la UD Melilla tienen complicados compromisos en los que tendrán que dar la talla para no quedarse fuera de la pelea por el ascenso de categoría. La competición entra en una fase en la que el margen de error es escaso por no decir nulo, en la que cualquier tropiezo puede resultar definitivo.

Salvo la estrepitosa derrota del UCAM Murcia, próximo rival del conjunto azulino, el resto de resultados de la jornada no acompañaron en esta ocasión al club con sede en la Explanada de Camellos.

El Real Murcia, a pesar de no hacer un partido brillante, aprovechó la visita de Las Palmas Atlético para ampliar distancias con el quinto puesto y ya son cinco puntos los que le separan de la UD Melilla.

El FC Cartagena, por su parte, doblegaba con más facilidades de las previstas a un Jumilla que visitaba el Cartagonova en un buen momento tras encadenar cuatro jornadas sin perder. Mientras que el Marbella FC, cosechaba a pocos kilómetros un empate en el Artés Carrasco de Lorca que le valía para seguir al frente de la clasificación.

El Villanovense -ojo al equipo serón- suma una semana más sin perder y ya van seis consecutivas. El conjunto de Iván Ania se asienta en la séptima posición de la tabla.