Jorge Herrero, de 18 años y alumno del Instituto de Educación Secundaria Juan Antonio Fernández, ha obtenido la máxima calificación en los exámenes de la Prueba de Evaluación de Bachillerato de Acceso a la Universidad (EBAU) de Melilla.
El Faro ha conversado con este joven acerca de los exámenes, así como sobre su futuro académico.
Los exámenes fueron bien. Al principio tienes un poco de nervios, pero luego una vez llegas y ves que es lo que has estado estudiando y practicando durante todo el bachillerato, todo va bien.
Lo único que fue un poco sorpresa para los de ciencias fue el examen de matemáticas, que bueno, causó un poco de polémica. Incluso había personas que querían impugnar el examen porque decían que era un nivel demasiado alto, pero realmente la única dificultad fue que pusieron unos enunciados un poco distintos a lo que estábamos acostumbrados. Pero bueno, lo que había que hacer era una buena elección del ejercicio y saber ver cuál era más fácil y cuál era más complicado.
Por lo demás todo bien, muchos nervios, una experiencia muy distinta a la que no estaba acostumbrado, evidentemente.
Con mucho estudio y también con mucha constancia. Eso es difícil porque se empieza con mucha fuerza, pero poco a poco se va perdiendo. Al final, la clave es tener una buena planificación y organizarse muy bien los apuntes, para que luego cuando llegue la hora de ponerse a estudiar para la selectividad, no se empiece desde cero, sino que lo tengas todo bien preparado y que al final sea un repaso.
Esto no se puede hacer de la noche a la mañana, implica mucho tiempo, esfuerzo y mucho sacrificio. Aunque también hay que tener su momento de pasarlo bien, de salir y de compaginar la vida del estudio con salir y pasarlo bien.
Yo vi las notas con mi familia, todos juntos delante de la pantalla del ordenador y bueno, al principio no te lo crees. Yo sabía que me habían salido bien los exámenes pero no me esperaba una nota tan alta, sinceramente.
Ese mismo día fui al instituto para darle las gracias a los profesores y para contarles que tal nos había ido y allí la directora me dio la noticia de que había sido la nota más alta de Melilla y bueno, en ese momento ya no te lo crees. Estábamos ahí con mis amigos, todos felicitándome, todos los profesores, la verdad es que fue muy bonito y muy emocionante. Luego toda la familia hablándote, amigos de tus padres que te dan la enhorabuena. Un día raro, pero muy bonito.
Un doble grado de Ingeniería Mecánica con Ingeniería del Diseño Industrial.
A mí siempre me han gustado los coches y los aviones. También en bachillerato hemos estado tocando algunos programas de diseño en 3D en una asignatura que se llama 'Tecnología Industrial' y a mí me gustó mucho eso de poder imprimir cosas con la impresora 3D.
Entonces, he decidido escoger ese doble grado que mezcla la parte teórica de la mecánica con un poquito de práctica enfocada más al diseño. En un futuro me encantaría trabajar diseñando coches o, no sé, cualquier cosa relacionada con la mecánica.
En la Universidad de Málaga.
Justamente, el año que viene mi familia se va a mudar, entonces no me quedaría en Melilla, además que todos mis amigos se van fuera.
Yo quería irme de todas formas porque la carrera no estaba, aunque si estuviera también me hubiese ido. Al final Melilla es una ciudad a la que uno está muy acostumbrado y después de tantos años ya lo has visto todo. Creo que lo mejor de la experiencia universitaria es salir y conocer gente de otros sitios de España.
Creo que se debería pensar un poco más en la juventud. Si quieres salir de fiesta siempre vas a los mismos sitios y hay pocas actividades para los jóvenes. Estamos acostumbrados siempre a lo mismo, los mismos sitios para salir, para ir a comer y los mismos planes.
Luego en la península te puede mover muy fácilmente, coges un autobús y te vas a otra ciudad o a otro pueblo. Entonces partiendo de que tenemos esas limitaciones, a eso hay que sumar que falta que se piense un poco más en la juventud de la ciudad.
El verano se presenta muy entretenido, la verdad. Haré varios viajes para ir llevándome todas las cosas de mi casa a Málaga. También tengo organizado un viaje con mis amigos, así que a pasarlo bien y a disfrutar después de tanto esfuerzo.
Lo primero es marcarse un objetivo claro, decir "quiero estudiar esto, quiero hacer esto y tengo que sacar esta nota". Basándote en eso, hay que ponerle muchas ganas. Al final es una carrera de fondo, no se puede ir rápido. Hay que organizarse bien, pero tampoco obsesionarse. No hay que estar dos años encerrado estudiando bachillerato, ni tampoco estar noches sin dormir para prepararse la selectividad.
Hay muchos nervios, pero los exámenes suelen ser lo que está previsto, a no ser que suceda algo puntual como lo que pasó en matemáticas. También hay que confiar en los profesores, pues son los que saben. Hablar con ellos, preguntarles dudas y apoyarse en ellos. Al final son los que te lo van a enseñar todo.
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