Sucesos y Seguridad

Jesús Ruiz Barranco. Secretario general del Sindicato Unificado de Policía Melilla: “Los menores provocan sensación de inseguridad, pero no son los ladrones”

El portavoz del sindicato mayoritario hace un balance de cómo ha sido 2016 para la Policía Nacional: faltan al menos 100 agentes para que haya la presencia policial adecuada en la calle.

Jesús Ruiz Barranco, secretario general del Sindicato Unificado de la Policía (SUP) en Melilla, defiende a capa y espada que falta un centenar de efectivos en la ciudad para atender en condiciones la frontera, afrontar la inseguridad en las calles y garantizar los descansos reglamentarios de los agentes. Con FaroTV ha hecho un balance del año y ha puesto el acento en la dejadez de Marruecos. En su opinión, el país vecino ni se esfuerza con sus menores ni con el tráfico en Farhana.

–¿Qué balance hace el SUP de este año que termina?

–El balance dentro de la Jefatura Superior de Policía con respecto a medios humanos es bastante negativo. Llevamos sufriendo más de 4 años una deficiencia en el número de efectivos, que ha afectado a toda la plantilla tanto en la frontera como en la Jefatura, debido a las jubilaciones y a la no incorporación de nuevos policías. Eso se traduce en un sobreesfuerzo de los policías y repercute en la inseguridad que se puede dar en la ciudad.

–¿Cuántos agentes se han jubilado y cuántos hacen falta para acabar con la inseguridad?

–Según las estadísticas que tenemos nosotros, estamos hablando de unos 10.000 policías que se han jubilado a nivel nacional en los últimos cuatro años. Aquí en Melilla son unos 50. Y sin embargo no ha habido incorporaciones y eso repercute en la organización de la Policía. Gestionar una ciudad con cuatro puestos fronterizos, puerto y aeropuerto detrae mucho personal uniformado, que trabaja a turno. Ahora mismo tenemos un déficit de unos 100 policías (50 para frontera y 50 para Jefatura). Hace un año vinieron policías en comisión de servicio y parecía que iban a solucionarlo, pero se han ido incorporando a otras plantillas y tenemos otra vez el mismo problema. Esta situación que llevamos denunciando desde el SUP ha sido más dramática desde que en abril entró en vigor la caprichosa y nefasta jornada laboral, que se impuso sin nuestro acuerdo porque el SUP no la firmó: sabíamos que iba a dar problemas en su gestión.

–Los sindicatos que sí firmaron esa jornada laboral dicen que les dieron a escoger entre eso o eso y critican al SUP porque consideran que no firmó el acuerdo, pero tampoco propuso otro distinto. Explíquenos cuál es la postura del SUP y por qué no firmaron la nueva jornada.

–Nosotros sí propusimos el sexto turno, que lo llevamos pidiendo a la Administración policial desde hace más de ocho años. Estamos hablando de que la nueva jornada laboral de 11 días (seis servicios trabajados más cinco servicios libres) está dando problemas graves. Sabíamos que iba a pasar esto. Nosotros a finales del año pasado, en vísperas de las elecciones del día 20-D hicimos una manifestación diciendo que no nos gustaba y se nos  metió por la espalda, como una puñada trapera, sin nuestro acuerdo. La protesta que hicimos hace unos días frente a la Jefatura era para recordar lo mismo. Esta jornada laboral dice que los servicios extraordinarios los van a pagar si hay dinero para ello, pero hace tiempo que no hay dinero para cubrirlos y están dando tiempo libre a los policías que tienen, en su día libre, que reforzar los servicios. Es una pescadilla que se muerde la cola. Si un agente hace el servicio del día 24 o 25 de diciembre porque no hay personal, luego le debes esos días. Si se pagaran, ese problema estaría solucionado, pero la Administración no quiere llegar a acuerdos con el Sindicato Unificado de Policía y nosotros somos mayoritarios en todas las escalas y categorías en España y en Melilla. Somos los únicos que nos movilizamos y salimos a dar la cara por el resto de policías y algo vamos a conseguir.

Esta mañana (ayer por la mañana) he estado en la frontera de Beni Enzar y estaban todos los policías, incluidos los jefes, trabajando. Esto era impensable hace unos años, pero están todos trabajando para intentar que la frontera sea lo más viable posible, pero es un desastre por la falta de personal y vamos a seguir jubilando policías.

–Estamos hablando de que para el SUP hacen faltan 100 policías más en Melilla: 50 para la frontera y 50 para Jefatura. ¿Cómo ha ido la frontera este año?

–La OPE (Operación Paso del Estrecho) ha ido bastante bien. La reordenación que se hizo hace un par de años en la frontera de Beni Enzar al principio estaba marchando bien, pero con los problemas de personal otra vez ha entrado en colapso. Este sindicato pidió mejoras en Farhana y este año se empezó a hacer. No nos gustaron los plazos, pero se está haciendo con el sobreesfuerzo de los compañeros que han tenido que trabajar con máquinas de hormigón haciendo ruido y pasando los coches.

Las fronteras tienen que mejorar. Se habla de fronteras inteligentes, de incrementar los medios humanos... pero la parte contraria no hace su trabajo. Si ahora mismo  Farhana se termina en el mes de febrero va a ser una frontera nueva, pero la parte marroquí no está haciendo su trabajo de planificar esa entrada ordenada y va a seguir siendo un embudo. La frontera es cosa de dos, no sólo de una parte. Ayer (por el lunes) hemos tenido un intento de entrada de inmigrantes por Farhana y hubo un colapso. Los medios que Marruecos pone para los puestos fronterizos son muy arcaicos. Ellos con un policía, un aduanero y unos pivotes o dormilones para que los coches no se salten la cola y con eso lo tienen todo solucionado. Hay que tener en cuenta que la frontera de Melilla a nivel marroquí no es reconocida. La inversión es la mínima, sin embargo con la OPE se pusieron todos los medios para que los ciudadanos marroquíes que pasan por Melilla lo hicieran lo antes posible. Hubo un entendimiento, que no hay en otros temas.

–Marruecos también debería poner de su parte para que sus menores no sigan entrando en Melilla y se conviertan en un dolor de cabeza para la Policía Nacional en la frontera.

–Los menores son un dolor de cabeza para la Ciudad Autónoma, no solamente para los policías que trabajan en la frontera. Estuve en las jornadas que se celebraron en la UNED sobre este tema y saqué una conclusión muy clara: desde Marruecos no se controla a sus menores. Están dejando que la juventud marroquí se vaya de una manera ya no sospechosa sino bastante clara. Hay mafias organizadas que se dedican a que las familias “más o menos acomodadas” dejen que sus niños se vayan de su casa a Melilla y Ceuta y crucen el Estrecho para quitarse un problema de falta de trabajo. Se habló de que se querían hacer centros de acogida en la parte marroquí, pero Marruecos no está poniendo de su parte. El acuerdo que hay firmado desde 2012 no se cumple porque España y Europa exigen una serie de condiciones y Marruecos no las cumple para darles la asistencia, recursos y estudios. Se desentiende. Está dejando que los menores salgan del país por un tema también de presión hacia Melilla y Ceuta y para intentar ocultar la falta de trabajo que hay en su territorio. Eso es triste.

–¿La sensación de inseguridad es ficticia o en realidad hay inseguridad en la calle?

–Yo creo que Melilla es una ciudad segura. Pero de un tiempo a esta parte, provocada también por la presencia de menores, que no son ellos los ladrones, pero sí es verdad que causan una sensación de inseguridad que están provocando los delincuentes que hay en Melilla y que pueden ser de Marruecos y de aquí. El último balance estadístico del Ministerio del Interior demuestra que en Melilla la inseguridad ha crecido bastante en temas que afectan a los ciudadanos: robos, daños, hurtos... y eso que evitarlo. Nosotros lo achacamos a la falta de personal y a los recortes que hacen que no haya más policías en la calle.

–Seguimos en nivel de alerta 4, Hay que tener los ojos muy abiertos en la frontera, ¿no?

–Sí. Se está teniendo los ojos muy abiertos en la frontera y en la ciudad. En Melilla y en España se han hecho detenciones y eso favorece que no se haya cometido ningún atentado que pueda dañar la convivencia. Pero estamos en desacuerdo con la falta de medios. Tenemos una frontera con casi 80 policías sin chalecos antibala. Tenemos policías en las unidades de Policía Judicial sin chalecos. Sólo hay chalecos colectivos que se reparten cuando hay que hacer alguna intervención. El anterior director general, Ignacio Cosidó, nos prometió que en septiembre llegaría una partida de 4.000 chalecos. De momento no hay nada de eso.

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