Asegura que la creación de 1.500 puestos de trabajo “no son tales” y serán “precarios”.
Desde el partido de Izquierda Unida en Melilla (IU) expresaron ayer su rechazo a la construcción del centro comercial en los terrenos del antiguo cuartel de Valenzuela, pues consideran que no es un proyecto prioritario. La formación que coordina en la ciudad Rosendo Quero cree que este anuncio del Gobierno local se trata de una promesa electoral que se verá incumplida. “Sería curioso que ésta se cumpliera”, afirmó la formación de izquierdas y lamentó la “rapidez” con la que se ponen de acuerdo “algunos gobernantes e inversionistas para llevar a cabo un proyecto especulativo y consumista”. Además, la promesa de que con este proyecto se podrían crear cerca de 1.500 puestos de trabajo no tiene credibilidad para Izquierda Unida, que piensa que los empleos que se generen, en todo caso, serán “precarios y de baja calidad”.
“No nos oponemos al centro comercial, pero las prioridades de esa ciudad en el incumplimiento continuo de la obra de un hospital universitario o el instituto en el Jardín Valenciano, donde se colocó la primera piedra hace dos años, es una muestra de las necesidades que tenemos los ciudadanos de Melilla y los intereses de nuestros gobernantes”, argumentaron desde la formación política.
“Estas obras que sí son prioritarias para Melilla, no estarán ni mucho menos finalizadas para el 2016, como prometen estarlo las del centro comercial”, lamentaron desde Izquierda Unida.
Por ello, la formación que dirige Rosendo Quero cree que “los discursos políticos van por un lado y las realidades que nos están prometiendo van por otro”. En este sentido, IU Melilla recordó que la empresa que compró los terrenos para la construcción del centro comercial, Tres Forcas S.L., cuya propietaria es la empresa Drago Capital S.L., tiene como fundador, presidente y consejero delegado a Luis Iglesias. Además, el principal accionista es la empresa Pavene Investments S.A., con sede social en Luxemburgo, un paraíso fiscal, y cuenta también como uno de sus antiguos accionistas hasta el 2013 a Oleguer Pujol Ferrusola, hijo de Jordi Pujol”.
“Esta es una muestra más de que los discursos van por un lado y los intereses por otros”, reiteró la formación de izquierdas.
Por último, desde Izquierda Unida hicieron un llamamiento a los melillenses y les recordaron que en estas elecciones europeas del 25 de mayo “tienen que decidir si quieren una democracia participativa u otra basada en los mercados, y si quieren un país de derechos sociales o de recortes”.