Iturgaiz: “Melilla no puede ser una favela de Brasil con niños deambulando por las calles”

El eurodiputado Carlos Iturgaiz estuvo el pasado jueves en la ciudad participando en una Junta Directiva del PP melillense. Acababa de aterrizar de El Salvador, donde ha estado al frente de la misión de observación electoral que la Unión Europea ha desplegado para las elecciones presidenciales del pasado domingo 3 de febrero.

–Melilla pasa desapercibida en el Congreso de los Diputados. ¿Ocurre lo mismo en el Parlamento Europeo?

–Creo que no. Quizás lo contario. De Melilla se habla muchas veces, sobre todo, cuando se abordan temas de los flujos migratorios. Recordarán los lectores que en varias ocasiones han venido a Melilla delegaciones de europarlamentarios para ver cuestiones relacionadas con la inmigración.

Hemos visitado la valla, el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) y otras instituciones para que nos expliquen y que luego nosotros demos esa visión del buen trabajo que se ha hecho en Melilla y que ha sido un ejemplo para muchos países de la Unión Europea. Cuando ellos han tenido algún problema con flujos migratorios, no sabían por dónde les daba el viento ni por dónde actuar. Y aquí, quizás porque hemos estado muy solos en muchas ocasiones, porque hemos estado sin apoyos internacionales, sí que se sabe qué hacer.

El problema de la inmigración no es un tema local o nacional, sino internacional. Eso es lo que llevamos gritando a todos los vientos y no nos querían escuchar. Cuando les ha tocado a otros países, se han dado cuenta de esto y han venido a pedir sopitas y han ido a Melilla a ver cómo se hacía aquí para luego aplicarlo a sus países. Melilla es un buen modelo de actuaciones serias de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de las instituciones y de la ciudadanía con este problema de la inmigración.

–¿Qué percepción tienen los eurodiputados de esta ciudad? No sé si ha podido comentar con ellos que venía a Melilla.

–Pues sí que se lo he comentado porque están todos en Atenas [jueves] Había una reunión en esa ciudad del Partido Popular Europeo y les dije que no podía ir. De hecho, Pablo Casado tenía previsto ir a esa reunión, pero la ha suspendido por la situación nacional actual. Yo les dije que era más importante Melilla que Atenas. Quería estar aquí y comprometerme con la ciudad, aunque tengo aún un poco de jet lag con el cambio de horario entre El Salvador y España. Quería estar en Melilla.

Además, me alegro de que me encuentre aquí en este momento de la política nacional porque la ciudad más española, junto con Ceuta, es Melilla. Que quiera romper nuestro país el presidente Pedro Sánchez, que haga colegueo con los golpistas para romper nuestra patria, no hay mejor manera de denunciar y protestar contra ello que la concentración en la que he participado en la ciudad [el jueves] Hemos gritado a todos los vientos que no vamos a permitir que se rompa la unidad de España. No se vende España por un plato de lentejas ni por unos presupuestos, como pretende el PSOE y Sánchez.

–Hablaba de la inmigración, pero ¿cómo se ve desde el Parlamento Europeo este tema?

–Pues siempre he intentado explicar a mis compañeros cuando les he contado la situación de Melilla y Ceuta que es preciso visitar las dos ciudades para poder hablar de ellas. Mucha gente habla de cosas y no tiene ni idea y lo mismo ocurre con esto. Eso pasó incluso con una comisaria europea, Cecilia Malmström, que empezó a hablar sobre las vallas de Melilla y Ceuta y tuve un rifirrafe con ella en el Parlamento Europeo y le afeé que hablara de esta ciudad sin haberla pisado antes. Habla de Melilla por lo que le contaban unos chupópteros que tenía al lado, que también desconocían lo que pasaba en la ciudad. Por lo tanto, lo primero es conocer el terreno.

Esta legislatura vinimos aquí un grupo de europarlamentarios y lo impulsé yo para conocer la ciudad en dos ocasiones. La gente creía que esto era otra cosa. Los europeos que no conocen la ciudad pensaban que esto era poco más o menos que una ciudad sin ley, que era un pasacalles y que aquí entraba y salía quien quería, mientras que se encontraron una situación que está ordenada y regulada. Y entendieron que la inmigración que quieren aquí es la ordenada y la legal, no una inmigración permeable como lo quiere la izquierda y la extrema izquierda, puesto que si fuera por ellos no habría valla y entraría todo el mundo en Melilla, es decir, en España y Europa. Pero no se puede porque no hay posibilidades. Por ello, entiendo que está bien el planteamiento que hacía Pablo Casado. De hecho, se lo he explicado al resto de europarlamentarios. Hay que hacer inversiones en el terreno, en Melilla, pero también ayudar para evitar que las personas tengan que marcharse de sus países. Casado hablaba del Plan Marshall para África y hacer más ayudas para la cooperación y el desarrollo, así como impulsar la creación de empresas en los países de salida y de tránsito de esos migrantes. Eso es un poco la concienciación que hacemos. Afortunadamente el PP es el partido con más fuerza en el Parlamento Europeo y podemos impulsar este tipo de medidas.

–¿Qué sabe sobre los menores extranjeros no acompañados? ¿Se conoce esta realidad en Europa?

–Pues lo he visto hoy (jueves). Lo había visto en otras ocasiones pero no tantos chicos en la calle y me ha llamado la atención. He visto a muchos jóvenes deambulando por la ciudad en grupos o parejas. He preguntado a mis compañeros y me han estado contando la tragedia que hay detrás de esta situación. Les pregunté qué hacen por la noche y me han dicho que están por el puerto o en cualquier sitio. De hecho, un compañero me ha dicho que una vez encontraron a un chico en el interior de un contendor de cartones y que la máquina de recogida de basura estuvo a punto de aplastarlo. Son tragedias. Pero es un tema que he percibido y lo voy a llevar al Parlamento Europeo en estos pocos meses que quedan. Lo voy a trasmitir porque tiene razón en que no se está percibiendo este problema que hay en Melilla y que es acuciante.

Melilla no se puede convertir en una favela de Río de Janeiro donde los niños deambulan por las calles y no tienen ni futuro ni esperanza. Hay que tomar soluciones. Es una imagen mala para Melilla, España y la Unión Europea. En Europa se tienen que dar cuenta de Melilla es la UE. Es lo mismo que deambulen por Melilla que lo hagan por Berlín o por Viena. Los ciudadanos y los dirigentes europeos tienen que estar sensibilizados con lo que pase en cualquier lugar de Europa, ya sea en Melilla o en Helsinki.

–El PP de Melilla ha iniciado la tramitación para solicitar que se endurezcan los trámites para lograr la nacionalidad española en las dos ciudades autónomas a través de una modificación del Código Civil. ¿Qué le parece?

–Apoyo esta decisión. Ellos están sobre el terreno, lo viven y tienen los datos. Desde las instituciones gobernadas por el PP de Melilla estoy convencido de que se han hecho muchos estudios y saben cuál es el problema. Aquí si eso lo que permite es frenar la avalancha de inmigración ilegal, estará bien. Es que vuelvo a decir que si viene inmigración regularizada porque se necesita para trabajar y es ordenada, es bienvenida. Pero si no ponemos trabas, vamos a convertir Melilla en la ciudad de ‘los meninos da rua’, en esos barrios de Río de Janeiro en los que los niños están desamparados y piden comida por todos lados. Es una imagen terrorífica para una ciudad y para una sociedad.

“Si hay una ciudad para la cual la Unión Europea es vital, esa es Melilla”

–¿Qué puede hacer Europa por Melilla?

–Pues hace mucho. No sólo los fondos que llegan a la ciudad autónoma por su singularidad, como los Fondos Feder, de Cohesión o Sociales, sino que como le he dicho estamos muy concienciados con el tema de la inmigración y desde aquí se han enviado a varias delegaciones del Parlamento Europeo para visitar Melilla y ver las instalaciones donde están los migrantes acogidas. Por lo tanto, nosotros también estamos a disposición de Melilla en Europa para echar una mano.

–¿Por qué tiene que ir un melillense a votar en las elecciones europeas?

–Si hay una ciudad para la cual es vital la Unión Europea es Melilla porque vienen muchas ayudas económicas. Por eso me da pena cuando otros partidos políticos en el espectro de la derecha, como Vox, que no quiere las comunidades autónomas y desea quitar ese modelo, porque le quitaría una esencia de lo que es Melilla porque en su nombre se recoge que es Ciudad Autónoma. Pero además, Vox tiene como aliados en el Parlamento Europeo a los eurodiputados de extrema derecha de Marine Le Pen, cuyo programa es cargarse la Unión Europea y que desaparezca. Pero si desaparece la UE, desaparece una fuente de ingresos para Melilla que es espectacular. Eso no se puede permitir. Por eso los melillenses tienen que ir a votar para que siga habiendo ayudas y para que Melilla siga siendo Europa. Es que Europa te da calidad de vida, una gran calidad de vida. El que defiende esto en el ámbito de la derecha es el PP, no otros.

–Ha estado en El Salvador al frente de una misión de observación electoral de la UE para ver cómo se celebraban las elecciones presidenciales. ¿Teme que ocurra esto alguna vez en España por el conflicto con Cataluña?

–Creo, espero y deseo que no. Tenemos el apoyo de toda la UE. Los golpistas catalanes intentaron internacionalizar lo que llaman el conflicto y creían que iba a haber países de la UE y de otras áreas que les iban a seguir en su ensoñada república catalana. Pero ni un solo país hizo seguidismo de los golpistas catalanes. Ni uno se puso al lado de los golpistas.

Eso significa que España es un país fuerte y un gran país dentro de la UE. Nadie va a dejar sola a España y por eso no necesita observadores internacionales ni mediadores ni relatores. Lo que necesita nuestro país es que se aplique la ley y aquel que quiera dar un golpe de estado que sepa que acaba donde están ahora los dirigentes de los golpistas, que es detrás de unos barrotes.