“¿Qué hemos ganado los melillenses con esta gestión del Gobierno local?”, se pregunta la secretaria de Ordenación del Territorio, Vivienda e Infraestructura del PSOE, Rosa López Ochoa, al valorar la operación inmobiliaria de EMVISMESA en Isla Talleres.
Con su pregunta, la socialista pretende realizar lo que no deja de ser la cuadratura del círculo, pues si bien alberga algo de razón en su argumentarlo, falla y peca de ligera a la hora de realizar las cuentas.
Rosa López Ochoa insiste, desde hace tiempo, en que tras la compra pública de plazas de garaje en la futura urbanización de ‘Isla Talleres’, se esconde una nueva operación de especulación urbanística, en beneficio de una empresa privada y en detrimento, por contra, de los ciudadanos melillenses.
Según la socialista, la Ciudad vendió ‘Isla Talleres’ a una constructora (Magna Melilla) por 7,5 millones de euros para, a la postre, comprar por 14 millones a la misma constructora 707 plazas de garaje subterráneo en la futura urbanización a construir.
Para López Ochoa las cuentas están claras: Si se vendió por 7,5 millones el total de la parcela y ahora, por parte de ella (metros correspondientes a las 707 plazas de garaje) se van a pagar 14, está claro que Magna Melilla gana 6 millones de euros ‘de vellón’, por el ala y porque se los regala la Ciudad Autónoma. “Lo que se está produciendo aquí –llega a afirmar incluso la misma socialista- es el enriquecimiento de una empresa privada a costa del bolsillo de los melillenses”.
El razonamiento de López Ochoa es, sin embargo, tan increíble como simple o endeble, al dar por hecho un coste cero para la construcción de los 707 aparcamientos que EMVISMESA pretende comprar. Parece ser, según su argumentarlo, que construir un parking subterráneo en tres plantas diferenciadas, con muros pantallas de hasta 28 metros de profundidad, es algo que puede hacerse sin que cueste un duro a nadie. De otro modo no se entiende que en la suma y resta que la socialista realiza, se valore como puro beneficio neto los 14 millones que EMVISMESA está dispuesta a pagar por las más de setecientas plazas de garaje de futura construcción.
El razonamiento de López Ochoa, por tanto, es abiertamente endeble. Ojalá todas las construcciones tuvieran un coste cero. De ser así, qué barato nos saldría edificar una casa una vez hubiéramos adquirido la parcela donde levantarla.
Pero además de endeble es desalentador por lo rancio, antisocial e incluso incoherente. No olvidemos que López Ochoa pertenece al mismo partido que presta ayudas a los bancos a fondo perdido prácticamente y que, a la vez, pone de listillos especuladores a la única empresa dispuesta a construir en pleno centro de la ciudad, cuando la crisis sigue azotando al país, la obtención del crédito financiero aún está difícil, y la inversión general que requiere la construcción de ‘Isla Talleres’ es, por lógica, infinitamente superior a los comentados 14 millones de euros.
Desde luego, tampoco es forma de apostar por el empresariado privado ni de practicar esa política limpia, positiva y de respeto institucional que a la vez pretende arrogarse el PSOE y especialmente los cargos públicos y de confianza de la categoría de López Ochoa, a la sazón jefa de la Unidad de Violencia de Género de la Delegación del Gobierno.
No obstante, como dije al principio, algo de coherencia si hay en el fondo de lo que López-Ochoa viene a decir, y es la salvaguarda o ‘aval’ que supone para la constructora un contrato con la Ciudad Autónoma como el que ha logrado suscribir, antes incluso de empezar mínimamente cualquier tipo de obra en ‘Isla Talleres’. Pero esto es tan legal como normal incluso en un país como el nuestro, en el que durante décadas no se podía comprar una vivienda si no era sobre plano.
En Melilla, bien lo sabe la señora López Ochoa, necesitamos más plazas de parking público en pleno centro de la Ciudad. La operación de ‘Magna Melilla’ no tiene nada de oscura especulación. Es una apuesta clara por hacer posible lo que se requiere. Otra cosa es que de esas 707 plazas que va a comprar EMVISMESA, un altísimo porcentaje no sean para parking público y se pongan a la venta entre particulares, caso en que la operación sería igualmente legal y posible, aunque, eso sí, ya no podría defenderse como un proyecto encaminado a dotar a los ciudadanos en general de plazas públicas de parking en pleno centro de la ciudad.