Abdel-Lah afirma que la ‘famosa’ conversación telefónica no está relacionada con el voto por correo.
Los supuestos favores y prebendas que el autoinculpado en el caso del voto por correo, Nordin Abdel-Lah, habría recibido por parte de integrantes del Gobierno local como Miguel Marín y Mimón Mehamed también ha sido uno de los puntos que se trató ayer en la comparecencia de Abdel-Lah en el juzgado de instrucción número cuatro. Han sido reiteradas las peticiones del PSOE y, concretamente, su máximo responsable Dionisio Muñoz para que se cite a ambos responsables gubernativos y dar explicaciones de la conversación telefónica que supuestamente mantuvieron con el testigo prometiéndole un puesto de trabajo a cambio de mantener su confesión.
Así, la famosa frase ‘¿Qué hay de lo mío?’ que en los medios de comunicación se ha recogido acompañada de ‘no diré lo que queréis que diga’ no viene reflejada así en el sumario del caso. Según Abdel-Lah sólo aparecía recogida la primera pregunta.
En este sentido, aclaró que la llamada que efectuó al viceconsejero de Participación Ciudadana, Mimón Mehamed, en ningún caso hacía referencia al procedimiento del voto por correo y sí a la confirmación que esperaba para organizar una serie de conferencias con motivo del mes de Ramadán el pasado año.
En esos momentos, el testigo pertenecía a una asociación local que iba a participar en el programa de actividades de Ramadán de la Ciudad Autónoma invitando a un doctor en Ciencias Islámicas por la Universidad de Arabia Saudí para impartir una serie de conferencias sobre el mes sagrado musulmán. Tres meses antes del comienzo de Ramadán el conferenciante en cuestión exigía la confirmación de estas ponencias de cuyos gastos se haría cargo la Ciudad Autónoma, de ahí la llamada a Mehamed para confirmar esta iniciativa y la frase ‘¿Qué hay de lo mío?’.
Por su parte, Mehamed habría pedido a Abdel-Lah que durante la celebración de estas conferencias, de realizarse lógicamente, “alabara la función que estaba desempeñando en relación con el mes de Ramadán”. Al no recibir una confirmación por parte del viceconsejero para costear el viaje del ponente, el testigo llamó al vicepresidente del Gobierno local, Miguel Marín, diciéndole “como no me déis lo mío –el dinero para pagar el viaje al conferenciante– no voy a decir lo que queréis que diga –esto es, alabar la gestión de Mehamed”, siempre según el imputado.
Además, Abdel-Lah negó haber recibido cualquier tipo de prebendas o favores por parte de estos integrantes del Ejecutivo melillense basándose en que actualmente no está trabajando y se encuentra de baja psicológica. De hecho, desde los grupos de la oposición se ha insistido en que Abdel-Lah habría conseguido un puesto de trabajo en una empresa local favorecido por la Ciudad, algo que negó en redondo asegurando que “no he recibido prebenda alguna” y que en la citada empresa no trabaja desde el 15 de febrero que se terminó su contrato. Además, se da la circunstancia de que su contratación era mensual por lo que, en el momento en el que se dió de baja psicológica al extinguir su contrato ahora ha pasado a una mutua.
Por último, el autoinculpado en el caso pidió a Muñoz y al diputado socialista Antonio Hernando “que demuestren en los juzgados qué prebendas y qué dinero he recibido yo”.
“Quiero que se haga justicia”
También añadió que, en ningún momento ha recibido un trato de favor por parte del juez instructor, tal y como había insinuado esta semana el líder socialista melillense, puesto que “soy un imputado más y asumo todas las consecuencias. Lo único que quiero es que se haga justicia”.
Igualmente, ante el recurso presentado sobre una posible vulneración de los derechos fundamentales que PSOE y CpM han presentado ante los juzgados, Abdel-Lah afirma, una vez leído el sumario del caso, que “yo no he visto que se hayan vulnerado ningún derecho” durante la instrucción del mismo. Incluso llegó a afirmar que en los informes de la Guardia Civil añadidos a la instrucción “en ningún momento se refleja que los agentes hayan preguntado a quién ha votado”.
No más amenazas
Desde que Abdel-Lah presentara su confesión en el caso de los votos por correo, las amenazas no tardaron en sucederse, según denunció. Si bien es cierto, tal y como se ha publicado en estas páginas, estas amenazas se recrudecieron una vez salieron a la luz las primeras citaciones a imputados en el caso el pasado mes de enero y con motivo de su comparecencia ante el juez. Estas citaciones salieron a la luz tres meses después de que se levantara el secreto del sumario por parte de las autoridades judiciales.
En la primera comparecencia de Abdel-Lah éste se negó a declarar puesto que no conocía los detalles del sumario y además solicitó protección policial por el peligro inminente sobre su integridad física a tenor de la virulencia de las amenazas. Una petición que le fue concedida y, desde entonces, las amenazas han cesado, según dijo.
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