Melilla experimentó desde el 1 de noviembre un aumento en el registro de migrantes. Así se desprende de los informes quincenales publicados por el Ministerio del Interior. Según los mismos, se contabilizó un total de 293 entradas a la ciudad de forma irregular, a falta de vías para acceder a los cauces legales. De acuerdo con el último balance, que recoge los datos acumulados desde el 1 de enero, la mayoría de personas llegaron por vías terrestres, siendo este mes un total de 180 migrantes.
El Gobierno contabiliza en su informe un total de 93 llegadas por vía marítima en noviembre. Así, registra a los 80 supervivientes que fueron trasladados a Melilla tras ser rescatados a bordo de dos pateras el pasado día 5. También incluye como entrada a las nueve personas fallecidas que Salvamento Marítimo desplazó a nuestra ciudad, además de a los otros cuatro migrantes que murieron al llegar a tierra.
Según las cifras que maneja Interior, del 1 de enero al 15 de noviembre han entrado a Melilla un total de 4.818 personas en situación irregular. De ellas, 665 lo hicieron a bordo de embarcaciones, jugándose la vida en el mar. Son 26 las pateras y los rescates que se han registrado en la ciudad desde principios de año. A pesar de que sólo se han producido dos saltos masivos a la valla en 2018, uno en enero y otro el pasado 21 de octubre, por vía terrestre se contabilizó la entrada de 4.153 migrantes.
Atendiendo a los datos oficiales, se llega a la conclusión de que el fenómeno migratorio ha ido a más con respecto a la misma fecha del año pasado. El 15 de noviembre de 2017 se había registrado un total de 3.938 entradas irregulares. Esto implica que en lo que llevamos de 2018 se han contabilizado en Melilla 880 accesos más que hace un año. El número de migrantes que en 2018 han entrado a Melilla por vía marítima supera en 296 a los que llegaron en patera en 2017. Por otro lado, se ha producido un incremento de 584 entradas por vía terrestre con respecto al mismo mes del año pasado.
Desde el Ministerio del Interior explicaron a El Faro que los datos recogidos en los informes quincenales incluyen las entradas irregulares de menores de edad. Según señalaron, son cifras estimatorias, ya que lo que se contabiliza es la entrada, por lo que una misma persona puede ser varias veces registrada.
En estos balances no se tienen en cuenta a las personas que acceden por la frontera legalmente por su condición de solicitante de asilo o refugiados, aclararon. Asimismo, desde el Gobierno explicaron que las entradas por vía terrestre, además de por la valla, suelen producirse a la carrera, usando una documentación falsa o de forma clandestina en coches, además de ocultos en camiones.
En 2018 se han producido dos saltos importantes a la valla. El primero de ellos tuvo lugar el 6 de enero, cuando 209 personas lograron acceder a Melilla. La entrada se registró en la zona de los Pinares de Rostrogordo a mediodía. En el mismo resultaron heridos un guardia civil y diez subsaharianos.
El segundo salto masivo fue el pasado 21 de octubre. También fueron 209 los migrantes que lograron entrar a Melilla. Se produjo sobre las 9:00 horas, en la misma zona que el de enero. Muy cerca, en las inmediaciones del pantano de las Adelfas, falleció uno de los subsaharianos.
55 de los migrantes que entraron en este último salto fueron expulsados al día siguiente a Marruecos, en aplicación del Acuerdo de Readmisión firmado en 1992. Ninguno de ellos había solicitado asilo, según comunicó la Delegación.
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