Un guardia, inspeccionando un vehículo.
La Guardia Civil ha inmovilizado más de 18 toneladas de alimentos y 6.000 litros de bebidas en Melilla, la mayoría en la frontera con Marruecos, en un campaña contra el comercio ilegal en la que ha denunciado a más de veinte personas.
Según informó ayer la Comandancia de la Guardia Civil, la campaña se desarrolla en colaboración con inspectores de Consumo de la ciudad “con objeto de dar protección a la ciudadanía en materia de seguridad alimentaria”.
Para ello, “se están realizando inspecciones en distintos establecimientos y almacenes, para el control del comercio y distribución irregular de productos alimenticios, y fiscalizaciones en los controles fronterizos terrestres”, explicaron en una nota.
Los controles en la frontera han supuesto la intervención de más de 10.000 kilos de alimentos y unos 700 litros de bebidas, por infringir la normativa de salud o seguridad alimentaria y por infracciones tributarias o de contrabando.
Indicaron que con estos controles se pretende dar cumplimiento a la legislación internacional y europea en la protección de la salud pública y de los consumidores. También se pretende colaborar con agencias de alimentos, evitando tanto el almacenamiento, distribución y consumo en el ámbito interno de la ciudad como la importación o exportación por los pasos fronterizos, procedentes o con destino a Marruecos.
Naves industriales
Otros 8.000 kilos de alimentos y cerca de 6.000 litros de bebidas han sido inmovilizados en cinco inspecciones en comercios y naves industriales de la ciudad, principalmente por infracciones relacionadas con la pérdida de la cadena de frío, productos caducados, sin etiquetar o etiquetados en idiomas no oficiales en España.
Los alimentos intervenidos son en su mayoría lácteos, en especial quesos, ciruelas pasas, aceites y refrescos. Uno de los objetivos de esta campaña es la lucha contra grupos organizados que se dedican al comercio ilegal de productos alimenticios falsificados, caducados o con irregularidades, destacó la Guardia Civil.
El comercio ilegal genera una importante problemática en Melilla, donde la Policía Local lleva a cabo regularmente operaciones de control, muchas de ellas en la frontera, y solo el mes pasado decomisó cerca de tres toneladas de mercancías de venta irregular, entre ellas alimentos como el pescado.
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