Categorías: Editorial

Inmigración, un problema sobrepasa a Melilla

La tragedia registrada en Ceuta hace ocho días y los acontecimientos relacionados con la inmigración  que se suceden a diario tanto allí como en Melilla vuelven a demostrar que este asunto no es un problema propio de ambas ciudades autónomas. No lo es, en primer lugar, porque no es posible darle una solución definitiva ni real desde ninguno de estos dos enclaves. Ni disponemos de los medios policiales necesarios para impermeabilizar totalmente la frontera ni contamos con ‘armas’ legales para desanimar a los inmigrantes. Sólo podemos retrasar y dificultar su entrada sabiendo que tarde o temprano la mayor parte de los que esperan una oportunidad al otro lado de la frontera acabará llegando a nuestra ciudad.
Por otra parte, la inmigración irregular no es un asunto que nos afecte directamente porque ni Melilla ni Ceuta son el destino final de estas personas. En la mayoría de los casos buscan reencontrarse con familiares o amigos que se hallan repartidos por la geografía europea.
Por lo tanto, si no podemos aportar una solución definitiva a un problema que no es propiamente nuestro, resulta evidente que el ámbito en el que se debe abordar el asunto de la inmigración es otro superior al de nuestra ciudad e incluso al de nuestro país. Se trata de un asunto sobre el que no hay ninguna duda de que debe abordarse desde las instituciones europeas. Allí tienen que diseñarse las estrategias para evitar que continúe un flujo y una presión migratoria sobre Melilla y Ceuta que son cada vez más insoportables. Esta situación conduce, entre otras cosas, a que los miembros de la Fuerzas de Seguridad se vean obligados a actuar muchas veces en el límite de la legalidad. Y que en otras ocasiones, si son ciertas las denuncias de algunas ONGs, sobrepasen esa frontera.
Sólo una actitud hipócrita de la Unión Europea explica tragedias como las vividas en Ceuta: Las instituciones europeas cierran los ojos ante el problema de la inmigración y sólo los abren para fingir conmoción cada vez que se produce una pérdida de vidas humanas con proyección en los medios de comunicación. No hay que olvidar que unos días antes de la tragedia de Ceuta, se registró la muerte de media docena de inmigrantes que partió desde Nador en una patera y que otra de estas embarcaciones con un número similar de subsaharianos se dio por desaparecida tras 48 horas de búsqueda por parte de efectivos españoles, argelinos y marroquíes. En ambos sucesos perdieron la vida un número de inmigrantes al menos similar al registrado en la ciudad caballa. La única diferencia entre ambas tragedias es que aquellos inmigrantes de las pateras murieron ‘discretamente’, sin conmover conciencias ni perturbar el sueño de nuestros representantes políticos nacionales ni europeos.

Compartir

Artículos recientes

Prueba Video Embed DailyMotion

La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…

1 semana hace

Los Caleros de Ayamonte de Pepe Gámez

En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…

3 meses hace

Indagando sobre el sentido del temor a la muerte

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…

3 meses hace

Percebes

De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…

3 meses hace

Derecho a discrepar

Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…

3 meses hace

Verano del tiempo viejo (VII)

Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…

3 meses hace