Inmigración, seguridad y frontera centran la agenda del ministro del Interior

Jorge Fernández Díaz visitó la ciudad autónoma con buena parte de la cúpula mayor del Ministerio para analizar de manera pormenorizada los problemas que afectan a Melilla. Se reunió con ambas administraciones y comprobó el estado del paso de Beni Enzar.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, visitó en la jornada de ayer la ciudad autónoma de Melilla para tratar con los máximos representantes de ambas administraciones algunos problemas derivados de su particular situación geográfica, como la fluidez en los pasos fronterizos, la presión migratoria y seguridad. La jornada comenzó para el ministro en el Palacio de la Asamblea, al cual acudió a las 9:30 horas. Allí saludó a la cúpula del Gobierno local y a los diputados de la oposición. Momentos más tarde, firmó en el Libro de Oro de la ciudad, en el cual destacó a Melilla como “parte indisoluble de España” y deseó a sus habitantes que puedan seguir ejerciendo sus derechos constitucionales en una ciudad “cada día más segura”. Acto seguido, se reunió con el presidente Juan José Imbroda en su despacho, con el que conversó sobre diferentes asuntos relacionados con su área.
Tras su encuentro con el máximo representante de la Ciudad Autónoma, acudió a la Delegación del Gobierno para hacer lo propio con Abdelmalik El Barkani. En el transcurso de esta reunión, se produjo el anuncio de la banda terrorista ETA, en el cual sus miembros reafirmaban su intención de abandonar la violencia, lo cual motivó que el ministro convocara con carácter de urgencia a los medios de comunicación para pronunciarse al respecto. Las declaraciones de Fernández fueron contundentes, pues señaló que el fin de ETA es disolverse “por las buenas o por las malas”.
A las 12:30 horas, aproximadamente, el ministro se dirigió al puesto fronterizo de Beni Enzar, el que mayor tránsito de personas y vehículos registra a diario. Durante su visita, conversó con los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que operan en la zona y se interesó por las condiciones en las que trabajan.
Hay que recalcar que mejorar la fluidez en los pasos fronterizos es una de los principales compromisos del Ministerio para con la Ciudad Autónoma. También realizó una breve inspección de la valla que separa Melilla de Marruecos, la cual ha sido escenario en las últimas semanas de nuevas avalanchas de inmigrantes que intentaban entrar en territorio español de manera irregular.
El resto de la agenda del día tuvo un marcado carácter castrense. Fernández acudió Regimiento de Caballería Alcántara 10 para saludar a sus integrantes y visitar las instalaciones del acuartelamiento, momento que aprovechó para estampar su rúbrica en el libro de honor del mismo. Para finalizar la mañana, y con ella su visita institucional, fue al Panteón de los Héroes, en el Cementerio de La Purísima, para realizar una ofrenda floral a los caídos en el conocido como desastre de Annual, que tuvo lugar en 1921.
El paso del ministro por la ciudad autónoma puede considerarse fructífero en vista de que los asuntos que competen a su cartera son de especial relevancia para la Ciudad Autónoma. Su visita ha dejado un par de anuncios importantes para Melilla, como la inclusión de los problemas que presenta la frontera en la orden del día de la próxima reunión que tendrá lugar entre el Gobierno español y el marroquí o la presencia de un destacamento de la Guardia Civil en Chafarinas para luchar contra el tráfico de drogas y seres humanos.
Fernández recalcó que los temas comentados ayer con el Ejecutivo local y con la Delegación del Gobierno eran de especial interés para los melillenses, pues la gran mayoría influyen en su día a día, como es el caso de la fluidez fronteriza.
Al margen de la agenda política, el ministro recalcó que el Gobierno central y la Ciudad Autónoma deben incrementar su colaboración para dar solución a los problemas que derivan de sus peculiaridades geográficas y sociales. “Viajar a Melilla no es sólo un gesto de cortesía por parte del Ejecutivo central, sino un todo un honor”, aseveró Fernández, quien defendió a capa y espada la españolidad de la ciudad. “Es una parte indisoluble del país, como demuestran las profundas raíces que se han desarrollado aquí durante más de cinco siglos”, añadió.
En la misma línea, afirmó que todos los españoles “la sienten con cercanía, aunque muchos no la conozcan” y destacó que con el paso de los años se ha convertido “en fiel reflejo de la integración y la convivencia entre culturas”, siendo “un caso único” en Europa.
Tampoco faltaron las referencias a la crisis económica que atraviesa España, a causa de la cual el Gobierno “tiene que hacer más con menos”, aunque subrayó que eso no debe convertirse en una excusa para dejar de lado las principales obligaciones del Estado.

Imbroda destaca la receptividad del ministro durante la reunión.

En declaraciones realizadas a los medios de comunicación, el presidente Imbroda celebró la rapidez con la que el ministro ha atendido la llamada de Melilla, pues recordó que hace un mes y medio que mantuvieron una reunión en Madrid y le planteó dicha posibilidad. En cuanto a los temas que se pusieron sobre la mesa en la jornada de ayer, destacó que Fernández se mostró “muy receptivo” en todo momento.
“No es la primera vez que visita Melilla, es un viejo amigo”, agregó el presidente, quien recordó que el ministro jugó un papel primordial en la transferencia de competencias entre la Ciudad Autónoma y el Estado cuando se aprobó el Estatuto de Autonomía de la primera.
Por último, el presidente local celebró la voluntad de apoyar a Melilla con la que Fernández realizó su visita y recalcó que las buenas relaciones entre ambas administraciones son cada vez más profundas.