La Comandancia confirma la detención del agente por un delito contra la libertad sexual de menores. El juez decretó el ingreso en prisión del hombre de 54 años, mientras las pesquisas continúan secretas.
La Comandancia de la Guardia Civil confirmó ayer la detención y puesta a diposición judicial de un agente al que se le imputa un delito “contra la dignidad y libertad sexual de menores”. El juez de guardia tomó ayer declaración al arrestado y decretó su ingreso en prisión, según informaron a El Faro fuentes jurídicas, imputado por “delitos de abusos sexuales a menores de 13 años e inducción a la prostitución”. La investigación continúa abierta y se ha decretado el secreto de las actuaciones.
El guardia civil fue detenido en la mañana del miércoles en el puerto de la ciudad, apuntaron desde la Comandancia.
Fuentes jurídicas explicaron a este diario que el detenido supuestamente contactaba con los menores de edad por Internet y les proponía mantener relaciones sexuales. En algunos casos, el guardia civil detenido incluso pudo ofrecer a las víctimas dinero a cambio de esos contactos sexuales. Estas mismas fuentes no detallaron el número de menores afectados que puede haber en la causa. La mayoría son niñas, pero también hay un varón entre las víctimas. En algunos casos, los menores sólo cuentan con 12 años de edad.
El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 se ha hecho cargo de las investigaciones que continúan abiertas y bajo secreto sumarial, por lo que, por ahora, no hay más detalles de los hechos delictivos supuestamente cometidos por el guardia civil detenido de 54 años de edad.
Otro caso similar el pasado abril
La Audiencia Provincial juzgó y absolvió el pasado mes de abril a un guardia civil de Melilla acusado de abusar sexualmente de su hijastro. El Ministerio Fiscal pedía para el procesado 10 años de prisión y una indemnización para el menor, quien, cuando ocurrieron los hechos, contaba con 11 años de edad.
El guardia civil procesado había mantenido años atrás una relación sentimental con una mujer, cuyo hijo de 11 años, confesó, una vez finalizó la relación de su madre, que había sufrido abusos por parte de su padrastro.
Los hechos ocurrieron en 2010 y el juicio se celebró en la Audiencia Provincial el pasado abril, cuatro años después. El tribunal consideró que el testimonio del menor, que ahora cuenta con 15 años, ofrecía algunas incoherencias en el relato de los supuestos abusos que se sucedieron en el domicilio familiar en Melilla. En la sentencia, la Audiencia precisó que de haberse cometido los supuestos abusos éstos no se habrían producido solamente cuando la relación sentimental entre la madre y el guardia civil iba a finalizar, sino durante los casi seis años que duró ese vínculo.
A pesar de que los informes psicológicos del menor apuntaban a un alto grado de credibilidad en el relato de los hechos, el tribunal creyó que la denuncia de abusos, interpuesta por el padre biológico del menor, pretendía ser un apoyo para su reclamación de la custodia.
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