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Reconoce que se han suspendido operaciones
El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) ha rechazado hoy que exista "colapso" en el hospital de Melilla, pero ha pedido un mayor control de los pacientes procedentes del vecino Marruecos.
"Ni 'crack' ni colapso", ha asegurado hoy el director de este organismo estatal en Melilla, Francisco Robles, en rueda de prensa.
El director ha reconocido que el Hospital Comarcal, el único en la ciudad en espera de que se construya uno nuevo, tiene que hacer frente a "una alta ocupación".
El centro está dimensionado para la población melillense, de unos 86.000 habitantes, pero atiende también a un buen número de extranjeros, principalmente marroquíes.
Robles ha explicado que en las tres últimas semanas el hospital ha tenido que suspender algunas operaciones por falta de camas, pero representan apenas el 7 por ciento de las previstas.
Al respecto, ha apuntado que no se pueden desatender las que son urgentes, "vengan de donde vengan", y su incremento progresivo en los últimos años es una de las causas de que se tengan que posponer otras intervenciones.
Para evitar que la situación sea "muy complicada" en un futuro, el hospital estudia medidas como "la hospitalización domiciliaria" de pacientes y acuerdos con centros privados, según el director.
Francisco Robles no cree que en esta situación hayan influido casos recientes que han terminado en los tribunales, al haber denunciado negligencia médica las familias de una niña y de una embarazada y su bebé que fallecieron en el hospital.
A su juicio, los profesionales sanitarios realizan "la praxis adecuada" sin pensar en que se puedan producir casos de este tipo.
No obstante, ha señalado que la atención a pacientes sin tarjeta sanitaria de la Unión Europea "no ayuda a prestar la asistencia de calidad" acorde con la población de Melilla.