Industria ha ejecutado ya un tercio de las obras de la red de fibra óptica

El Ministerio ha prolongado el plazo de esta instalación hasta el 31 de marzo

La instalación de una red de fibra óptica por toda la ciudad que permitirá conectar los centros educativos a esta nueva tecnología está causando el corte de calles y los estrechamientos de las carreteras en muchas zonas de Melilla. Actualmente, la constructora que tiene adjudicado este proyecto del Ministerio de Industria ha ejecutado un tercio del total.  
No obstante, a partir de ahora, las obras en determinados tramos irán más rápido, afirmó a El Faro, el director de la Sociedad de la Información (dependiente de la Consejería de Presidencia), Pablo Martínez, uno de los miembros de la Ciudad que asesora a la empresa que se encarga de esta instalación para que los cortes de las calles sean cortos en el tiempo.
Este proyecto está financiado en un 80% con Fondos Europeos y debió terminarse el 31 de diciembre. Sin embargo, hubo problemas a la hora de adjudicar la obra por parte del Ministerio de Industria. Esto retrasó la puesta en marcha de esta instalación hasta octubre y en dos meses no daba tiempo de poder finalizar la obra.
Esto llevó al Ministerio a dar más tiempo a esta constructora para realizar el trabajo. De hecho, tendrá hasta el 31 de marzo para finalizarlo.
Sin embargo, Martínez cree que los plazos son muy ajustados y, probablemente, no será hasta mayo cuando pueda estar terminada toda la instalación.
En este sentido, resaltó que ya se ha terminado un 20% del total y que hay otro 12% en ejecución. Aunque insistió en que los tramos que quedan ahora se pueden hacer más rápido. La constructora comenzó en el centro, donde tuvo que concentrar sus esfuerzos porque coincidió con las fiestas navideñas. De ahí que se hayan tardado más semanas en esta parte del proyecto de fibra óptica.
No obstante, el director de la Sociedad de la Información recordó que la empresa pondrá una red de doce kilómetros cuadrados de fibra óptica por toda la ciudad. Por lo tanto, se trata de una obra muy complicada, que no sólo llegará a colegios e institutos, sino también a la UNED, el Campus de la UGR y otras dependencias del Gobierno local que aún no tienen esta tecnología en sus centros.

Reuniones con la ciudad
La complejidad de la obra llevó a la Ciudad a tomar cartas en el asunto y a intervenir a través de reuniones en la planificación de esta instalación, explicó Martínez.
De hecho, el director de la Sociedad de la Información se entrevista todas las semanas con los responsables de la obra y además, hay una reunión mensual a la que asiste el vicepresidente de la Ciudad, Manuel Ángel Quevedo. Asimismo, la Consejería de Seguridad Ciudadana está presente en estos encuentros porque son los que mejor conocen cómo es el tráfico de la ciudad, las horas punta y dónde hay que darse más prisa para evitar atascos e incomodidad a los melillenses.
Martínez apuntó que gracias a la intervención de la Ciudad en este tema se ha conseguido que obras que tenían un tiempo prolongado de duración se hagan por tramos. Éste fue el caso de la plaza de España, que además se llevó a cabo durante fines de semana, o el de la avenida Reyes Católicos, cuyas obras están a punto de finalizar, ya que los trabajos han llegado hasta el cruce de Cuatro Caminos.
También hay dificultad en el tiempo en el que tiene que desarrollarse el trabajo, añadió el director de la Sociedad de la Información. Mientras que la Ciudad tuvo quince años para planificar el corte de calles e instalar su propia red de fibra óptica de 20 kilómetros, esta empresa debe hacerlo en cinco meses y tiene doce kilómetros que conectar.
Asimismo, indicó que los recursos son limitados. Es cierto que la empresa, cuando se ha pedido por parte del Gobierno local, ha centrado sus esfuerzos en uno de los tramos para acabarlo lo antes posible, pero cuenta con una plantilla ajustada.

RedIris en Melilla
Por último, Martínez resaltó la importancia de poder contar en Melilla con la RedIris. Se trata de una herramienta de investigación universitaria que permitirá conectar a la UNES y la UGR con el resto de centros de la península.
Nuestra ciudad era la única autonomía que faltaba por sumarse a este proyecto de innovación tecnológico que ayuda a estos centros a avanzar en sus estudios.