Sucesos y Seguridad

Un indigente con denuncias por agresión pega un puñetazo a la conserje de CCOO

  • Se trata de un hombre de 50 años que duerme en los soportales del edificio de los sindicatos

Una trabajadora de CCOO sufrió el pasado jueves una agresión por parte de un indigente. Añadió que ya ha sido denunciado en tres ocasiones por causar lesiones a otras personas. Este hombre increpaba a un grupo de alumnos que está realizando cursos de formación en el sindicato y esta empleada de CCOO, que trabaja en la recepción, le pidió que les dejara en paz. En ese momento, el individuo se dirigió a ella y le pegó un puñetazo en la cara. La trabajadora está de baja laboral por una crisis de ansiedad. No era la primera vez que la amenazaba y teme encontrarse de nuevo con él en las puerta del edificio donde tienen la sede varios sindicatos.

El secretario general de CCOO, Francisco López, explicó que se interpuso el mismo jueves una denuncia y este individuo fue arrestado por la Policía Nacional. Ayer se iba a celebrar un juicio rápido, pero finalmente se canceló, por lo que no será hasta la semana que viene cuando el juez se pronuncie sobre este asunto.

La historia

López explicó a El Faro que en verano del pasado año un hombre de mediana edad se instaló en los soportales del edificio de los sindicatos. Al principio, no molestaba a nadie ni causaba ningún problema. Es más, en muchas ocasiones se han acercado a él para comprobar si se encontraba bien o necesitaba algún tipo de ayuda. En ocasiones, estaba tan inmóvil que temían que hubiera fallecido.

Sin embargo, en los últimos meses, este indigente, de nacionalidad argelina y 50 años, ha protagonizado varios sucesos.

CCOO destacó que tiró a un mujer por la escalera del edificio. Pero no se celebró el juicio por esta agresión porque no acudió a los juzgados. También protagonizó la agresión a un joven. Le mordió en el brazo y fue condenado a una multa por este hecho.

Más problemas

Fuentes policiales aseguraron a este periódico que este individuo ha sido detenido en numerosas ocasiones y se le han imputado delitos de lesiones, amenazas e incluso, ursupación del estado civil, es decir, que intentó salir en barco de Melilla con una identidad que no era la suya.

CCOO aseveró que esta persona necesita ayuda social y también médica. Explicó que tiene unos cambios de humor muy bruscos, que insulta a las personas que pasan por este edificio y que hace unos comentarios extraños.

También afirmó que suele agredir físicamente, o al menos lo intenta, a jóvenes y mujeres. De ahí que el sindicato insistiera en que este hombre precisa de una atención especializada.

Seis avisos a la policía

Con independencia de las llamadas a la Policía Nacional y Local tras cada agresión protagonizada por este individuo, CCOO señaló que hay al menos seis avisos a los agentes por otros incidentes.

Cuando ‘se instaló’ en los soportales, este indigente utilizaba el baño de este sindicato, situado en la segunda planta. No les importaba hasta que comenzó a ducharse en estas instalaciones. Fue en ese momento cuando tuvieron que echar la llave a estos aseos.

Como el edificio está junto a un instituto, es habitual ver a adolescentes en el interior de la zona vallada saltándose alguna que otra clase. Este hombre no tiene ningún pudor en desnudarse delante de ellos y ducharse con las garrafas de agua que suele colgar de la ventana bajo la que duerme.

Por este motivo, miembros de CCOO han tenido que avisar a la Policía en varias ocasiones. El sindicato argumentó que la convivencia con esta persona ya no es fácil.

Además, temen que una noche un grupo de jóvenes se tome la justicia por su mano y, en venganza por ser insultados, agredan a este hombre.

No asistirá

El jucidio contra este indigente será la semana que viene. Pero el secretario general de CCOO Melilla no cree que asista, como ya ocurrió con otra cita judicial.

López afirmó que este hombre no se irá de este lugar porque es una zona tranquila donde nadie le molesta por las noches. De hecho, cree que se altera por las mañanas por el barullo de decenas de personas que trabajan y acuden a este edificio. La solución que les han dado desde la Policía es cerrar la puerta de entrada, pero alegan que no es posible con tantos ciudadanos entrando y saliendo en horario de mañana y tarde de este inmueble. Además, hay muchos huecos en la valla por donde colarse.

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