El informe no determina con certeza la distancia entre la boca del arma y los cuerpos de los fallecidos.
Las pruebas realizadas por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid tuvieron por objeto determinar la distancia a la que se hicieron los disparos. La conclusión es que “pudieron realizarse a larga distancia”, un concepto que sirve para describir los disparon con una separación entre el arma y el blanco que comienza a partir de un metro o metro y medio, aproximadamente. Sin embargo, al haber sido las heridas “manipuladas” en la autopsia que se llevó a cabo en Marruecos, no se ha podido confirmar ni desmentir si los disparos fueron realizados a bocajarro o no.
Hay que recordar que los padres de Amin y Pisly señalaron que en el examen de los cuerpos que se llevó a cabo en España se apreciaron en los orificios “diferentes lesiones escoriativas en la región frontal y maxilar inferior izquierda, así como también en la región malar y mejilla derecha”. Abdeslam Ahmed, padre de Pisly, afirmó en aquel entonces ante los medios de comunicación que cuando vio el cuerpo de su hijo tenía “un golpe en la frente y otro en el ojo”. A juicio de los progenitores, a los jóvenes melillenses “les dispararon a bocajarro después de darles una paliza”.
Las pruebas realizadas en Madrid no han podido determinar con certeza a qué distancia se realizaron los disparos, aunque el informe señala que “pudieron realizarse a larga distancia”.
El Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid analizó tanto muestras de piel y tejidos como prendas de vestir de Amin y Pisly para determinar la trayectoria y morfología de los disparos, así como para buscar restos de partículas de pólvora que hubieran podido pasar desapercibidos en el estudio óptico.
Todos los hallazgos sugieren que ambos disparos se realizaron a larga distancia, es decir, que entre la boca del arma y el blanco había una separación tal que no permitió el alcance y depósito de los residuos del disparo sobre el blanco. Los proyectiles a larga distancia se producen a partir de una separación que, en términos generales, comienza a partir de un metro y medio, aproximadamente. A partir de esa distancia, los residuos del disparo no alcanzan al blanco y, por lo tanto, no hay ningún elemento que permita conocer la separación real entre éste y la boca del arma.
También se llevaron a cabo pruebas toxicológicas para determinar si los fallecidos habían ingerido alcohol o alguna sustancia estupefaciente horas antes de que se produjera su muerte. Según ha podido saber El Faro, todas las muestras analizadas, tanto de orina como de sangre, dieron resultados negativos.
Cuatro meses para el informe
El Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid tardó cuatro meses en analizar las pruebas remitidas desde Sevilla, según refleja el documento.
Las muestras enviadas desde el departamento de la ciudad andaluza fueron recibidas el Madrid el pasado 14 de noviembre, mientras que la conclusión del informe fue firmada por los facultativos y el jefe del servicio de criminalística el 3 de marzo, casi cuatro meses después.
De hecho, hoy mismo se cumple medio año desde que Pisly y Amin murieran en Punta Negri bajo los disparos de la Marina Real Marroquí. Está previsto que mañana lunes los familiares y amigos de estos dos jóvenes melillenses se concentren al mediodía a las puertas del Palacio de la Asamblea para exigir explicaciones sobre lo ocurrido hace ya seis meses en aguas del país vecino.