El inculpado: “Se me ha escapado un tiro, llama a una ambulancia”

• Un empleado del Angelo afirma que el acusado dijo a la víctima “échate para allá” y “se le escapó el disparo”

Aparte de los seis agentes de la Policía Nacional que declararon ayer en el juicio por el crimen del Angelo, también lo hicieron el dueño y dos empleados del Angelo, así como un compañero de la víctima del disparo y otros dos hombres que estaban con el acusado del asesinato y quien lo encubrió. Un camarero del local afirmó que, tras disparar Tufik M. el arma, este le dijo: “Se me ha escapado un disparo, llama a una ambulancia”.

Este testigo declaró a preguntas del Ministerio Fiscal que conocía al inculpado de acudir “al local” y también por ser “vecino de su madre”.

“Un poco pasadillos”

La acusación pública le preguntó por la actitud del hombre que acabó falleciendo a causa del disparo y la de sus dos compañeros. “Iban un poco pasadillos”, dijo en referencia a su estado de embriaguez.

En cuanto al acusado del asesinato, el empleado del local apuntó que “puede estar muy ebrio”, pero siempre se mantiene “en pie”.

Al abogado de la defensa le dijo que su cliente tenía “grandes problemas” con el consumo de alcohol y de cocaína. Asimismo, señaló que, a consecuencia de estas adicciones, el acusado “más de una vez” se había quedado a dormir en ese pub.

“Se me ha escapado un tiro”

También aseguró al letrado que Tufik M. le dijo a la víctima, apuntándola con la pistola: “Échate para allá” y que fue entonces cuando “se le escapó el tiro”.

Antes que él había declarado el propietario del Angelo, quien también afirmó que el acusado apuntó a la víctima diciéndole que se moviera adonde le indicaba. Asimismo, recordó que con anterioridad Tufik M. había golpeado con la pistola en la cabeza a la víctima y a sus dos compañeros.

A preguntas de la defensa, el dueño del local dijo que el procesado era “un gran consumidor de alcohol” y que los otros tres habían hecho “gestos de provocación”, mostrando “un cuchillo”.

La limpiadora del establecimiento dijo que la víctima del disparo y sus dos amigos “hablaban entre ellos” y “miraban” a Tufik M.

Compañero de la víctima

Prestó declaración también uno de los dos compañeros del joven que recibió el tiro, quien dijo que no se metieron “con nadie”. “Hablábamos entre nosotros”, afirmó, asistido por un traductor.

Este testigo admitió que llevaba una navaja y que estaba “jugando” con ella. Minutos después, el inculpado le puso “una pistola en la cabeza”. El declarante señaló a Tufik M. cuando se le preguntó quién le había apuntado con el arma.

“¿Cree que el disparo fue accidental?”, le preguntó el abogado de la defensa. “No lo sé”, replicó.

Además, testificaron dos hombres que acompañaban al acusado del crimen y al de encubrirlo ocultando la pistola. El primero de ellos señaló que el joven que perdió la vida y sus dos amigos estaban “en la barra” y “un poco agresivos”. Aseguró que uno de ellos les mostró “un cuchillo”. Dijo igualmente que Tufik M “estaba bebido” y que llevaba consumiendo “desde las cuatro de la tarde, en El Real”.

Este testigo dijo no recordar que el acusado apuntara con una pistola a uno de los otros tres hombres. En los mismos términos se expresó el otro declarante que testificó.

Aparte, el último de estos testigos aseveró que Tufik M. dijo “tres veces” al camarero que “llamara a una ambulancia” tras el disparo.