Alrededor de una treintena de trabajadores del servicio a domicilio en Melilla se han concentrado este jueves frente al Palacio de la Asamblea ante la incertidumbre sobre su situación, ya que el contrato con la actual empresa –Zaintzen- concluye el próximo día 26 de marzo.
El secretario general de Comisiones Obreras (CCOO) en Melilla, Francisco López, ha recordado que el actual contrato, de 100 días, no admite prórroga, por lo que los trabajadores pueden perder su puesto y los usuarios a quienes atienden se quedarían sin esta protección.
López ha asegurado no entender por qué se está dando esta situación en Melilla, ya que en Ceuta, también con un Gobierno del Partido Popular (PP), se llegó a un acuerdo en diciembre y se está trabajando con el mismo presupuesto que el Instituto del Mayor y Servicios Sociales (Imserso) -333.000 euros al año frente a 2,1 millones por parte de la Ciudad-, mientras “aquí se han echado atrás las negociaciones”.
El líder de CCOO en Melilla ha anunciado que ellos van a emprender todas las acciones legales necesarias, lo que incluiría demandas para que, si se acabara el contrato y despidieran a las trabajadoras, sean subrogadas cuando salga el nuevo pliego. Ello, ha añadido, independientemente de las indemnizaciones que tengan que percibir por el tiempo que hayan estado sin trabajar. “Es decir, no nos vamos a quedar con las manos quietas”, ha ratificado.
El dirigente sindical ha recordado que ya hubo problemas en agosto, con la anterior empresa, “cuando se intentó reducir el servicio”, pero que, al final, se recuperó todo menos los paseos debido al calor que hacía entonces.
A la nueva empresa se le realizó un contrato de 100 días que concluye en algo más de un mes y, de momento, ni tienen respuesta ni contrato, ha lamentado López, quien ha reiterado que el pliego estipula que no habrá prórroga, “lo que quiere decir que se quedarán esos usuarios sin servicio y los trabajadores, sin trabajo”.
Por lo tanto, desde CCOO apuestan por una prórroga o un contrato de emergencia y por que se subrogue al personal que está trabajando actualmente.
En esta situación, a López le “extraña mucho” que la Ciudad Autónoma esté pidiendo la encomienda de gestión de sanidad al Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) y que, en el caso de la ayuda a domicilio, una de las “justificaciones” para no tener contrato sea la falta de dinero y quiera que aporte más la Administración General del Estado (AGE). “Si no hay dinero para una cosa, no debería de haber dinero para lo otro, o están solicitando una cosa a sabiendas de que no se lo van a dar para hacer un brindis al sol”, ha declarado el secretario general del sindicato en Melilla, quien ha pedido al actual Gobierno local “que deje de hacer oposición y se dedique a gobernar y a dar los servicios que tiene que dar”, que para algo le dio el pueblo la mayoría absoluta en las últimas elecciones autonómicas y locales.
Un problema resuelto
Por su parte, la consejera de Política Social y Salud Pública, Randa Mohamed, ha informado de que, después de que las primeras negociaciones con el Imserso empezaran en marzo del año pasado, ella se reunió con la Dirección General de la entidad, en Madrid, el 2 de octubre y le dijeron que, con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, no habría problema en aumentar la financiación como pretendía la Ciudad.
Mohamed ha asegurado no ver sentido en estas movilizaciones, porque el problema está “solucionado”, con una licitación en curso y “un compromiso por ambas partes de acelerar el procedimiento lo máximo posible”.
Además, y aun cuando el nuevo contrato no se aprobara antes del término del actual, a diferencia de lo que cree López, Mohamed asegura que este podría prorrogarse si se les delegan las competencias a tiempo. “La cuestión es que la delegación de competencias llegue antes de que se acaben los cien días actuales y confiamos en ello, porque hay un compromiso por parte del Imserso”, ha concluido la consejera.