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El presidente se muestra convencido de que la ciudad sí tiene futuro, aunque reconoce las dificultades que están atravesando los empresarios. Critica que haya que quiera aprovecharse políticamente de esta protesta
“Si la solución fuera concentrarse, yo estaría el primero”. Así lo aseguró ayer el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, que dijo que entiende que los comerciantes quieran exteriorizar un estado de ánimo, pero señaló que no cree que organizando una manifestación se vaya a encontrar una solución al problema que está sufriendo estos empresarios.
Sobre el eslogan de la protesta, “Melilla se muere”, el presidente dijo que no le ha gustado nada. “La verdad es que es feo”, indicó.
El máximo dirigente del Gobierno local se mostró convencido, además, de que Melilla “para nada se muere”. Imbroda remarcó que es una ciudad con una historia impresionante, camino ya del sexto siglo. Dejó claro, además, que va a seguir creciendo y que para ello se va a trabajar intensamente desde la Administración pública. El presidente reconoció que el sector del comercio está atravesando momentos complicados, pero dijo que eso no quiere decir que la ciudad en su conjunto no esté avanzando.
Sobre si puede estar haciéndose un uso político de esta concentración, Imbroda indicó que según había leído el presidente de Coalición por Melilla (CpM), Mustafa Aberchán, ha dicho que está detrás de la concentración. No obstante, apuntó que confía en la “buena fe” de los que han organizado esta protesta, que están pensando en el interés de sus negocios y preocupados por las dificultades que están atravesando. El presidente lamentó que haya quien esté intentando aprovecharse de esta situación, en referencia a Aberchán.
Hay que recordar que los empresarios locales han organizado una concentración para el próximo miércoles a las 19:30 horas en la Plaza Menéndez Pelayo. Los presidentes de todas las federaciones que están integradas en la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME) suscriben la manifestación, aunque la CEME en su conjunto se ha mantenido al margen. El máximo dirigente de Acome (Asociación de Comerciantes de Melilla), Enrique Alcoba, lamentó el viernes en declaraciones a este periódico la ausencia de la presidenta de la CEME, Margarita López Almendáriz, y dijo que la única forma de hacer frente al problema que está viviendo el sector es que se sienten a negociar con Marruecos para conseguir más fluidez en la frontera.
La máxima responsable de la CEME se reunirá la próxima semana con el presidente de la Ciudad para abordar los problemas que están atravesando los empresarios y qué soluciones se pueden buscar.
El presidente quiere la máxima celeridad para el proyecto de remodelación de Barrio Chino
El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, subrayó ayer la necesidad de dar celeridad al proyecto para remodelar y ampliar el paso fronterizo de Barrio Chino entre Melilla y Marruecos, para lo que la próxima semana mantendrá contactos con los ministros de Hacienda e Interior.
A preguntas de los periodistas, Imbroda señaló que se trata de una obra cuya ejecución supondrá "un año largo" de trabajos y, además, habrá que hacer expropiaciones de terrenos, algunos de ellos de organismos públicos, de ahí el interés de la Ciudad Autónoma por agilizar este proyecto. Para ello, ha explicado que la próxima semana, dado que tendrá que acudir al Senado en su papel como parlamentario de esta Cámara, abordará a los ministros Cristóbal Montoro y Juan Ignacio Zoido, ya que el primero se comprometió a financiar el proyecto, que supondrá una inversión de 5,4 millones de euros, y el segundo tiene la responsabilidad de la frontera. Según Imbroda, el anteproyecto que ha elaborado la Ciudad Autónoma es muy bueno y conllevaría una ampliación del paso fronterizo para "abrir más la puerta a ese tráfico comercial" de paso de mercancías desde Melilla hacia Marruecos, actividad a la que se dedican miles de personas cada día en esta frontera y la de Farhana. El presidente indicó que la ejecución de la obra “no va a afectar 100 %” al tránsito de los porteadores, ya que se hará “por partes” y no conlleva la construcción de grandes infraestructuras, sino que se pretende habilitar un local como centro de distribución de mercancías para dar apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.