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Imbroda se declara amigo de Marruecos y analiza los riesgos de futuro que se plantean para Melilla

En un elaborado discurso en el que defendió la libertad como principal valor de nuestra sociedad “por encima de creencias” y otros considerandos.

El presidente de la Ciudad pronunció ayer en Madrid un elaborado discurso, cargado de reflexiones y propuestas políticas, a instancias del Forum Nueva Economía que, a tal fin, organizó un conferencia del presidente de la Ciudad en el marco de un desayuno en el madrileño Hotel Ritz,
La primera autoridad local llevó a cabo una pormenorizada radiografía de la realidad melillense, de nuestros índices de paro, de nuestras incógnitas económicas de cara al futuro y subrayó, sobre todo, las amenazas que pesan sobre una ciudad con un 24,5 de tasa de desempleo, cuya principal incidencia se ceba con los jóvenes y el sexo femenino.
“Nuestros índices de paro –dijo en concreto- son los más elevados de España y así crean bolsas de desesperación entre los jóvenes que, hay que reconocerlo, entre estos son mayoría los de origen bereber”.
La situación, analizó, representa “un riesgo social elevado por nuestra condición de ciudad fronteriza y plural. Un riesgo de rompimiento serio que es preciso atajar, porque podría haber respuestas que lleven a caminos sin retorno”.
De tal modo, no sólo reiteró la necesidad  “urgente y prioritaria de un plan especial” que mejore el nivel educacional de nuestros jóvenes, su cualificación y preparación, sino que denunció la falta de consciencia de las autoridades educativas competentes para atajar “los potenciales riesgos sociales” que se derivan de nuestras altísimas tasas de fracaso escolar, abandono temprano de la educación y escaso porcentaje de jóvenes que han superado los estudios de bachiller o formación profesional superior.

Otros riesgos

Pero también Imbroda se refirió a otros riesgos de futuro como “la interdependencia” fronteriza de Melilla con su hinterland y viceversa, que aunque se planteara en un escenario de cierre fronterizo comercial y presión sobre Melilla hoy en día “teóricamente inviable” por su negativo impacto sobre el mismo hinterland –“pobreza más absoluta de muchos miles de marroquíes”- no permite descartar un riesgo posible en tal sentido que exige proveer a Melilla “de otras alternativas económicas que superen el monocultivo comercial transfronterizo existente”. Así, exigió “voluntad política y estratégica” a partir de “ideas claras” que desde el Gobierno central permitieran el apoyo necesario a las propuestas que viene haciendo en tal sentido el Gobierno de la Ciudad y que, lamentó, “desgraciadamente están siendo desoídas”. “Una falta total de visión política y estratégica” dijo respecto del recorte progresivo en las inversiones para la ciudad con cargo a los Presupuestos Generales del Estado “que nos condena a un mayor desempleo todavía” y que le llevaron a calificar de “sarcástico que la Ciudad Autónoma realice un mayor esfuerzo inversor que el Gobierno central”.

Integración aduanera

En ese contexto no sólo pidió la puesta en marcha “de alternativas que nos doten de nuevas posibilidades económicas y eviten esa dependencia de tanto riesgo para la ciudad”. “Melilla –insistió- necesita de atención y firmeza porque la ciudad tiene futuro” aunque, advirtió, “hay que explorar posibilidades reales de desarrollo que supondría la integración en el cordón aduanero-fiscal de la UE, tal como está previsto y ya se hizo con Canarias. Hay –agregó- que proyectar nuevos rumbos en el interior como si nos replegáramos para hacer fuerza y proyectarnos de nuevo fuertes al exterior”.

Desarrollo autonómico

Igualmente, demandó el cumplimiento de la Disposición Transitoria Quinta de la actual Constitución española, que permite nuestra conversión en una comunidad autónoma plena, a fin de evitar “figuras de excepcionalidad nada convenientes para los intereses de España”, tal cual sucede con nuestro actual Estatuto de Ciudad Autónoma, que “remarca una diferencia entre los acordado para el conjunto del país en su desarrollo autonómico y lo vigente para Melilla”. “Parece –justificó respecto de este tratamiento diferenciador- como si no hubiéramos querido molestar a otros que veían en el desarrollo autonómico similar de Melilla al de las demás regiones españoles, un afianzamiento de la soberanía nacional y una reafirmación de la expresión popular del ser español melillense. Parece que no hayamos querido molestar y creo, sinceramente, que esta política fue y sigue siendo un error. No obstante –aclaró-, para los que puedan estar pensando en los problemas que está dando el sistema autonómico, les diré que lo importante es la forma y que ésta, en su contenido, habría que modularla a las condiciones de Melilla, por lo que no estoy demandando una exageración irrealizable”.

Más atención

Melilla, en suma, necesita, según expuso Imbroda ayer en Madrid, “más atención”. “Necesita una política de firmeza en defensa de nuestra soberanía secular ante Marruecos. Una política de firmeza, que no de agresión, que no contradice en absoluto el procurar mantener siempre unas buenas relaciones, como corresponde a dos países con unos intereses estratégicos comunes. Por eso me pareció bien el Estatuto Avanzado de la Unión Europea con Marruecos. Creo sinceramente que debemos ayudar a los marroquíes a que, día a día, se desarrollen económica y democráticamente, y para ello es muy importante y necesaria para todos la figura de la monarquía en ese país”.
“Me declaró –resaltó con énfasis- amigo de Marruecos y quiero que España lo sea cada día más, pero también pido que esa amistad sea leal y franca, que no dé lugar a dudas y que no permita la repetición de incidentes como los de este pasado verano”.
Por ello, requirió al Gobierno, “a nuestro Gobierno”, el central que preside José Luis Rodríguez Zapatero, “que esté a la altura de las circunstancias y que demande esa lealtad. Parece –reflexionó- como si arrastráramos ciertos complejos de débitos con aquél país, cuando no existe ninguno. Y cuidado con el mal uso de la prudencia, pues una exageración de la misma es vista como debilidad y eso es fatal para nuestros intereses”.

Colofón

La conferencia, que por supuesto incluyó numerosos datos estadísticos sobre nuestra realidad económica, el decrecimiento del comercio fronterizo y su importancia en el volumen de negocios entre España y Marruecos, acabó, a modo de colofón, con el siguiente mensaje: “Melilla necesita una política que le dé fortaleza en el interior y firmeza en el exterior, con una opinión nacional como la manifestada en los días de la crisis, en los que los melillenses hemos sentido su apoyo y cariño, y que ha compensado con creces las ausencias oficiales de quienes tendrían que haber estado en primera línea con Melilla”.

Ni promarroquíes ni recelos frente a los militares de origen bereber

En el turno de preguntas, Imbroda rechazó de plano además que haya “cargos electos promarroquíes” en Melilla, tal cual le preguntaba uno de los presentes, y rechazó igualmente que haya que adoptar algún tipo de prevención hacia los militares de la tropa regular de origen bereber, algo que, igualmente condenó a lo largo de su discurso. “No estoy de acuerdo y rechazo las afirmaciones que cuestionan a los melillenses bereberes que sirven en nuestro Ejército el grado de confianza en el cumplimiento del deber”. Es más, la destacada participación de estos militares en misiones en la Isla de Perejil, objeto hace unos años de conflicto con Marruecos, y comentó que no hay riesgo de tendencias promarroquíes en ningún sentido “máxime cuando contamos con una economía mucho mejor y un estado democrático muy avanzado”.

Representación política pareja a la realidad social

En el turno de preguntas de los presentes, entre los que se encontraban destacados periodistas e importantes figuras del mundo de la política, Imbroda abogó, en coherencia con lo expresado en su discurso, por fomentar el valor de la igualdad como una fortaleza social superior incluso al valor de la identidad. “Es menester llevar adelante una política de igualdad efectiva, práctica y que se refleje en hechos concretos y reales”.
En tal sentido, consideró que las instituciones melillenses deben ser representativas de una realidad social, que en un tercio de su población está constituida por melillense de origen amazigh.
Actualmente, explicó, en su Gobierno los musulmanes representan un 15% de los cargos ejecutivos, aunque en el PP local, según dijo, el 30% de los afiliados son de origen bereber. Esa representatividad que tienen los imazighen o bereberes melillenses en el conjunto de la población, “es la que tiene que haber” en las instituciones de representación política de Melilla, “en beneficio –precisó- del futuro de una ciudad plural como la nuestra” y en detrimento “de un partido musulmán que no distingue entre política y religión, que anda bajando electoralmente y que debe bajar aun más para mayor estabilidad social y política de Melilla”.

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