Juan José Imbroda no ha esquivado ninguna de las preguntas de El Faro sobre el próximo congreso regional del Partido Popular, sobre las expectativas para las próximas elecciones o sobre si habrá o no renovación en la formación política que preside. También ha valorado la gestión del Gobierno local y ha calificado la presidencia de Eduardo de Castro como una traición a Ciudadanos y también una traición a Melilla.
Cuando Isabel Díaz Ayuso arrasó en las elecciones de Madrid, parecía que ganar las elecciones en el resto de España era coser y cantar. ¿Por qué cree que hemos llegado a esta crisis del PP?
Adonde hemos llegado es a un buen puerto, nada menos que con un congreso nacional y con un líder indiscutible como Feijóo, que antes incluso de su proclamación ya ha logrado subir las encuestas. El partido va a salir muy muy reforzado en ese congreso y, por supuesto, Alberto Núñez Feijoó será presidente de España.
¿Tuvo oportunidad de hablar con Feijóo en la Junta Directiva Nacional? ¿Le dio su apoyo?
Mi apoyo se lo di públicamente antes de dárselo también cuando conversé con él, por supuesto. En prensa local y nacional. Lo tenía y lo tengo clarísimo. Ya estaba convencido de que era el candidato ideal hace cuatro años (no quiso o no pudo) y ahora es el momento. Por supuesto que le di mi apoyo.
¿Habría que aplazar más allá de junio el Congreso del PP de Melilla? ¿Por qué?
No, ¿por qué habría que aplazarlo? No hay motivo alguno para ello. Ya será la nueva directiva la nacional la que nos marque la fecha, de todos modos.
¿Se siente traicionado por compañeros de partido a los que usted dio poder? ¿Cree que han hecho leña del árbol caído?
No sé a lo que se refiere con eso, supongo que no será al PP. Soy el presidente de la formación más importante de Melilla, que ha ganado 17 elecciones ininterrumpidamente desde el año 2000. Por tanto, nos sobran activos y argumentos para estar muy orgulloso de la actividad del Partido Popular. Otra cosa son las campañas que se orquestan para intentar torpedear al PP, entre Aberchán y sus acólitos, porque saben que vamos a ganar las próximas elecciones. Así que favorecen campañas de difamación e intoxicación para dar a entender que aquí hay mucha gente crítica con la marcha del PP. Y nada de eso es cierto. Otra cosa es que haya alguna persona con aspiraciones legítimas y con eso no hay ningún problema, tal y como ha ocurrido con otros congresos, eso es democrático. Pero otra cosa son esas campañas, que sí se orquestan y las conozco.
Usted ha dicho que esta etapa en la oposición es algo así como una cura de humildad. ¿Qué ha aprendido en estos años?
Me refería a tener más sosiego, sin la trepidante responsabilidad en el gobierno de la ciudad, para estar más cerca de la gente, hacer una reflexión profunda y con otra perspectiva, seguir valorando cómo podemos mejorar más en nuestra ciudad. Tiempo también para estar orgulloso de la gestión que se ha hecho en estos 19 años, porque lo estoy. Son aspectos que se entremezclan y nos llevan a la convicción de que saldremos con mucha fuerza. Lo cierto (y lo percibimos) la gente nos está echando muchísimo de menos. Y es que el gobierno que tenemos es tan malo, es de tal calibre el perjuicio que está haciendo a la ciudad, que ha servido para comparar lo que teníamos y lo que tenemos.
En 2019 PP y Cs tenían atado que usted volviera a presidir la Ciudad. Contra todo pronóstico Eduardo de Castro se convirtió en presidente. ¿Qué sintió esa noche?
Pregúntenle ustedes a los melillenses qué han sentido estos tres últimos años de fracaso total y desmoralizador de este gobierno. Por primera vez, en estos dos últimos años ha descendido hasta la población, fíjese si hay desmoralización. Eso ya me lo (temía yo, que tendríamos una catástrofe total de gobierno en la ciudad. Sencillamente pensé ese día y pienso hoy también es que vi a un traidor, que traicionó a su propio partido y también a Melilla. Por eso lo han echado de su partido, incluso, nadie lo quiere en Melilla y pasará a la historia como un indigno político, que usurpó un puesto que no le correspondía. De hecho era el menos votado, el que menos querían los melillenses. Pero a Aberchán le interesó y además, le pagó bien.
Usted ha dicho que quiere presidir el PP. ¿Cree que hace falta renovar el partido? ¿Qué proyecto de partido quiere?
El PP se está renovando constantemente. En los últimos tiempos ha aumentado el número de afiliados. Somos casi 3.600; la renovación es continua y ahora renovaremos nuestra estructura de cara al próximo congreso regional. También nuestras propuestas se van renovando y adaptando a los tiempos constantemente. Yo estoy muy satisfecho con cómo marcha el partido y sus órganos. No voy a caer en la trampa de que renovar sea echar unos y que entren otros. Creo que de lo que se trata es de que un partido funcione, sea útil para la sociedad, a la que sirve. La renovación es la incorporación constante de ideas y propuestas.
El Gobierno dice que el PP no se comporta como un partido de Ciudad, al no apoyar el Plan Estratégico que incluye algunas de sus propuestas. ¿Qué les diría?
El Gobierno, ahora mismo, está, presuntamente, bajo un magma de sospecha de corrupción extraordinaria. Y eso se irá deslizando poco y poco y descubriremos lo que está pasando. Eso, además, va de la mano de un discurso cargado de falsedades y mentiras, que es la que prima sus actuaciones. La última es el hecho de que en uno de los últimos planes en los que se está trabajando (para que la población crea que están trabajando) plantean ahora ganar terreno al mar, cuando en el año 2018 despreciaron 300 millones que estaban en los presupuestos del Estado para haber ampliado nuestro puerto y hoy, por hoy, con las dificultades geoestratégicas que estamos atravesando, hubiese supuesto todo un balón de oxígeno para Melilla. Y eso es imperdonable. Eso es una traición en toda regla a Melilla. El Gobierno socialista está en el Gobierno de la ciudad y lo han permitido, tanto el PSOE como una cohorte de bien pagados que no han protestado porque se haya fulminado este proyecto para el futuro de Melilla. El Partido Popular ha presentado muchas propuestas, a nivel parlamentario y en la Asamblea y no nos ha hecho caso. En el último pleno de control hice varias propuestas también, factibles, para llevar a cabo de modo inmediato, entre tanto diagnostican o no diagnosticas, por cierto, la ciudad por un lado y el gobierno de la nación, por otro. Solo prima la falsedad.
Cuando usted dejó el Gobierno de Melilla se anunció una auditoría que nunca se hizo. ¿No había nada en los cajones?
En los cajones solo había un montón de cosas bien hechas para la ciudad y sobraban cajones llenos de honestidad, y más aún de dignidad y trabajo por los melillenses. Llegó un sinvergüenza e intentó convencer a la gente de lo que ha sido una profunda mentira. Y eso es evidente.
El tema del Puerto y Almazán salpican al PP de Melilla. ¿Se siente decepcionado?
Por qué iba a salpicar al PP y por qué iba a estar yo decepcionado? Hay un tribunal al frente de esa cuestión y el que lo haga, que lo pague. No tengo problema alguno con este tema. El PP de Melilla aquí no tiene nada que ver con esto. Eso sí, le interesa a Aberchán darle mucho pábulo a esto a través de sus acólitos. Yo estoy tranquilísimo.
¿Cómo valora estos tres años de legislatura del ‘tripartito’ de CpM, PSOE y Eduardo de Castro?
Es un desierto, un reino de taifas. Han tenido hasta 15 directores generales distintos, una gestión rota e inexistente. Una política del “sálvese quien pueda”; un imperdonable retroceso y paralización de grandes proyectos, sin ninguna decisión de presente y futuro de la ciudad. En una escala del 0 al 10, le pongo un 0.
Hace años usted alertó de la necesidad de mirar más hacia Europa y menos hacia Marruecos. ¿Qué relación cree que es la mejor en estos momentos?
Cuando hice esas declaraciones me criticaron mucho, me llamaron visionario, en final. ¿Dónde está la riqueza, la mejor economía, el mejor apoyo, el progreso, dónde está? Que se hagan esa pregunta y deduciremos si tenemos que mirar al norte. Pero, ojo, yo jamás dije que se despreciara el sur. Dije que debía reordenarse nuestra relación de entonces, con relaciones cordiales, por supuesto, que yo las quiero, pero no podemos quedar supeditados a la hostilidad de cada momento por parte de Marruecos. Eso no nos da certidumbre ni confianza, y eso es primordial. Así no podemos estar.
¿Está seguro de que conseguirá otra mayoría absoluta? ¿Cómo le gustaría celebrarla?
Yo creo que sí, que sí tendremos mayoría, por lo menos suficiente mayoría para gobernar. Estoy convencido de que vamos a gobernar en las próximas elecciones. Tenemos una experiencia y un camino recorrido que la gente lo ha comprobado Incluso en el peor de los escenarios con las elecciones del Partido Popular, en Melilla logramos uno de los mejores resultados de España.
Estoy convencidísimo de que gobernaremos dentro de un año y poco. Pero lo importante es llegar, retomar las cosas. Ahora lo fundamental es recuperar el barco, recuperar el timón y devolver la ilusión y la esperanza a Melilla. Me duele y me preocupa que se haya perdido esa ilusión y hay que parar como sea esa desesperanza.
Una entrevista plagada de hipocresía. A Imbroda se le acaba el tiempo. Podría retirarse bien y dejando en un buen lugar su nombre, pero no, Imbroda prefiere enfrentarse a muchos afiliados del PP de Melilla, incluso a los que le pusieron donde esta. Lo que ha pasado en Madrid se puede ver en Melilla.
La opinión de los afiliados hay que respetarla y está por encima de la de unos pocos, que solo buscan mantenerse y vivir de la política de por vida.
Al fin se confirman rumores, hay alternativas a Imbroda y muy buenas, alternativas que van con la esencia del PP y no de la UPM.
1. Mujer integra, querida, con experiencia, respetada y valorada como una de las mejores políticas de España a nivel nacional y local.
2. Hombre de partido con experiencia, querido y con visión de futuro para Melilla y el PP.
A estas dos alternativas le siguen un equipo serio y solvente y honesto con ganas de cambiar las cosas, legos de hacer de la política su forma de vida.
La soberbia de Imbroda y de Acedo no tiene nada que hacer contra la entereza y la nobleza de la nueva sabia del partido. Solo les quedaría el juego sucio, o lo que viene haciendo Acedo, estar en los escenarios importantes para salir en la foto. Ya no cuela.
Renovación. Ya está bien.
Jajaaaa, ni los tuyos te echan de menos.
Siento decirle Sr.Imbroda no va a ser la única candidatura la suya.
Se van a presentar junto a usted otro candidato.
Pero quizás a la que tendría que tener miedo es si se confirma la candidatura de una mujer, contra esa mujer que es súper querida en el PP de Melilla, no tendría nada que hacer ninguna de los candidatos incluido usted.